El graffiti se originó en Tijuana influenciado por los muralistas chicanos, luego se desarrolló en Guadalajara donde surgió el estilo de tags y dibujos. También hubo una escena en Aguascalientes. En la Ciudad de México, el graffiti se desarrolló en los ghettos y pandillas, donde inicialmente era territorial y solo se pintaba en el propio barrio. En Madrid en los 80, el graffiti estuvo representado por Muelle, cuyo apodo se convirtió en su firma característica