El GPS permite determinar la posición de un objeto en cualquier parte del mundo con precisión de centímetros usando diferencial GPS, aunque lo habitual son unos pocos metros. Funciona midiendo la distancia entre el receptor y varios satélites usando el tiempo que tarda la señal en llegar, y requiere datos de al menos cuatro satélites para determinar la posición exacta en tres dimensiones debido a la falta de sincronización de los relojes.