Este documento discute los recursos disponibles en internet para la información pediátrica dirigida a padres. Resalta las páginas de las sociedades científicas pediátricas como fuentes fiables de información actualizada. También menciona blogs pediátricos pero señala que la información puede ser más dispersa. Concluye que el pediatra sigue siendo el mejor consultor y que la información de internet no debe reemplazar su labor, aunque puede ser útil como complemento.