La ley de la inercia establece que todo cuerpo tiende a mantener su estado de reposo o movimiento uniforme a menos que una fuerza externa actúe sobre él. La inercia explica por qué una pelota de fútbol continuará moviéndose hacia la portería a menos que el arquero la detenga con sus brazos. La ley se aplica a objetos de cualquier tamaño y masa, y cuanto mayor es la masa de un cuerpo, mayor es su inercia o tendencia a mantener su estado de movimiento.