El documento propone el desarrollo de una aplicación de probador virtual que permita a los usuarios probarse digitalmente diferentes prendas de ropa sin tener que ir a las tiendas físicas. La aplicación se enfocaría en mujeres entre 18 y más años y hombres entre 30-45 años. Requeriría dos desarrolladores, dos computadoras portátiles y dos teléfonos móviles, así como un desarrollador de animaciones. La aplicación se promocionaría a través de redes sociales, alianzas con tiendas minoristas y bloggers.