Este documento presenta los resultados de una investigación sobre la enseñanza de la historia que muestra la homogeneidad en las representaciones sociales de los estudiantes, profesores y libros de texto sobre este tema. A pesar de los enfoques teóricos, la formación de profesores y sus instructores están en el polo opuesto de las prácticas que intentan fomentar. Esto reduce su credibilidad y eficacia, ya que no permiten a los estudiantes tomar conciencia de sus propias prácticas y realizar cambios.