Los profetas de Israel eran hombres y mujeres elegidos por Dios para guiar al pueblo de Israel de regreso a su alianza con Dios y alejarse de la injusticia y el culto a otros dioses. Criticaban la injusticia y ofrecían el perdón de Dios si el pueblo se arrepentía y cambiaba sus caminos. Los profetas se dividen en mayores, como Isaías y Jeremías, y menores, como Amós y Jonás.