Abiatar sirvió inicialmente como sacerdote al rey David, llevando el efod y ayudando a traer el arca a Jerusalén. Sin embargo, más tarde eligió traicionar a David apoyando las pretensiones al trono del príncipe Adonías en lugar de seguir la voluntad de Dios de elegir a Salomón como sucesor, dividiendo así la nación. Abiatar fue descalificado de su ministerio sacerdotal por su traición.