El documento analiza cómo la tecnología digital ha afectado el derecho de autor y la propiedad intelectual. Se han creado tratados internacionales como la OMPI para asegurar los derechos de autor en el mundo digital, pero las leyes aún están diseñadas para un mundo separado por fronteras mientras que Internet es global. La tecnología digital también ha llevado a la pérdida de control de la explotación de las obras por parte de los autores y a una mayor inseguridad jurídica.