El documento propone un proyecto misionero para la zona sur de América Latina con tres partes: 1) una vida y espiritualidad centrada en Dios y la caridad hacia los demás, 2) una misión que opte por la Palabra, los pobres y la comunidad, y 3) unas prioridades misioneras enfocadas en la pastoral juvenil vocacional, las zonas más necesitadas de evangelización y la pastoral social, utilizando medios prioritarios como la animación bíblica, la formación de agentes evangelizadores y la comunicación.