El poema invita a alguien a quedarse con el grupo ahora que cae la tarde, ofreciendo comida y vino. Sugiere que si la persona comparte la mesa humilde del grupo, podrán conocer su verdadera naturaleza y alejar la oscuridad del hombre mediante el gozo. Pide que la persona deje el fuego vivo de su espíritu para limpiar la culpa en lo profundo del corazón humano.