El documento critica duramente a varias figuras políticas y periodistas vinculados al kirchnerismo, acusándolos de corrupción, terrorismo, traición a sus ideales y de venderse al mejor postor. Denuncia la presencia de exguerrilleros en cargos públicos y la falta de independencia de la justicia durante los gobiernos kirchneristas. Finalmente, hace un llamado a no permitir que esta "banda de delincuentes" siga dañando a la Argentina.