La química orgánica estudia compuestos formados principalmente por carbono e hidrógeno, que pueden contener otros elementos como oxígeno y nitrógeno. Estos compuestos son importantes en procesos biológicos, investigación médica, y sustancias industriales como plásticos y combustibles. La química orgánica tiene aplicaciones amplias en bioquímica, medicina, farmacología, alimentación e industria.