Entre 1980 y 1992, más de 50,000 campesinos quechuahablantes de los departamentos de Ayacucho, Apurímac, Puno y Huánuco fueron asesinados por las fuerzas armadas y policiales peruanas y por Sendero Luminoso. Representaron más del 75% de las víctimas de la violencia política de la época. Tanto Sendero Luminoso como los militares y policías consideraban sospechosos de terrorismo a los campesinos quechuahablantes y amazónicos, y asesinaron a muchos sólo por sus ras