LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
EL INFORME FINAL DE LA CVR
1. LA COMISIÓN DE LA VERDAD Y LA RECONCILIACIÓN HISTORIA DEL PERÚ
2. LA VERDAD DE NUESTRA HISTORIA FUE EL CONFLICTO MÁS SANGIENTO DE NUESTRA HISTORIA Y HA DEJADO GRAVES Y PERDURABLES SECUELAS EN LA POBLACIÓN. Las profundas brechas sociales y culturales que nos separan a los peruanos hicieron que las víctimas fueran los más débiles y marginados
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7. MATANZA DE LUCANAMARCA Asesinato de MARÍA E. MOYANO ATENTADO EN LA CALLE TARATA
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10. MATANZA DE UCHURACCAY ESTADO DE EMERGENCIA EN HUAMANGA MASACRE DE ACCOMARCA
25. ... con las manos y los pies amarrados, hasta las trenzas salidas de las señoritas, a quienes los habían cortado con hacha, cuchillo, pico, incluso les habían echado agua caliente...encontraron a los niños quemados sus manitos, caritas, ... a los niños recién nacidos les habían sacado las tripas y pisado sus cabezas hasta que salgan sus sesos..) LUCANAMARCA 1983 los efectivos del Ejército en un número aproximado de 80 a 100 descienden con destino a Ccechua, en donde en Cachuaypampa proceden a reunir a todos los comuneros que retornaban de realizar sus cosechas; que luego proceden a separar hombres de mujeres, haciendo sentar a estas con los niños hacia un lado y a los varones los obligan a echarse al suelo boca abajo para luego ponerles pencas de tunas en la espalda, pencas que cortan de un tunal cercano; que soldados armados de hachas, segadoras, machetes y otros proceden a dar muerte a los comuneros uno por uno bajo un árbol de molle cercano, mientras que otros soldados hacen correr a las mujeres y niños… CAYARA 1986 A continuación, los senderistas destruyeron los libros de actas y otros documentos que constituían la memoria histórica de la comunidad. Una vez que acabaron de rematar a todos los varones capturados, se llevaron a las mujeres y niños al local comunal, donde fueron encerrados mientras la columna se dedicaban al saqueo. Por último, se marcharon del pueblo gritando sus consignas. Paulina Abarca Ortiz, de 49 años, esposa de una víctima, declara: “Luego de encerrarnos gritaban ¡viva! ¡Que mueran los yana umas! ¡que desaparezcan! ¡En este pueblo está corriendo río de sangre, eso querían pues, carajo, soplones de dos caras! ¿Querían carne? ¡ahí está! ¡Ahora pues, coman esta carne!”. A las ocho de la mañana llegó un helicóptero del ejército alertado por un hombre que había escapado apenas llegado el contingente de Sendero. Liberaron a las mujeres y niños y dispusieron el entierro de por lo menos veintidós cadáveres desperdigados en la plaza. EL RACISMO DE SENDERO