La redacción literaria refleja la cultura y capacidad creativa del escritor. Escribir bien requiere un arduo proceso de análisis, reflexión, corrección y crítica del trabajo propio para encontrar la expresión y construcción adecuadas que logren un texto elegante y coherente. La redacción debe seguir un ritmo ágil y lenguaje sencillo, evitando expresiones enrevesadas y florituras innecesarias.