El documento discute cómo los entornos educativos deben desarrollar habilidades cognitivas en los estudiantes, y cómo las TIC pueden permitir este proceso si se usan de manera segura y consciente. También enfatiza que la escuela y los maestros pueden cultivar el pensamiento crítico, la investigación y otras competencias, siempre que los adultos supervisen responsablemente el uso de la web por parte de los menores en casa.