2. Este período se denomina “De Entreguerras”
y durante el mismo se producen tres
procesos
sociohistóricos
fuertemente
relacionados entre sí:
La crisis del Estado y las democracias
liberales
La aparición de los movimientos fascistas y
el nazismo alemán
La Revolución Rusa y la consolidación del
comunismo
3. Es fundamental comprender que
los tres procesos son una
CONSECUENCIA DE LA GRAN
GUERRA (1914-1918) y que no se
puede entender uno si no se lo
relaciona con los otros (pues todos
suceden
simultáneamente
en
Europa).
4. LA CRISIS DEL LIBERALISMO
Si bien es cierto que los movimientos fascistas debilitaron a las
democracias liberales (como en Francia e Inglaterra) o las eliminaron
(como en Italia, Alemania, España o Portugal), también es cierto que el
liberalismo cayó por sus propias limitaciones.
La clase obrera había adquirido mucha fuerza (material, por las
diversas reformas que había logrado e ideológica por el triunfo de la
revolución en países como Rusia) y era vista como una amenaza.
Después de la Gran Guerra hay un clima de opinión general que no
acepta ni los consensos ni los compromisos políticos (se acentúa una
polarización entre revolución social y represión).
Una crisis económica general (recesiones, hiperinflaciones, desempleos
masivos) que alentaba el descontento social.
Una pérdida de confianza general en la democracia representativa.
5. La incapacidad del liberalismo para desarrollar una labor intensa de
gobierno (asistencia social, intervención del Estado en la economía).
La atracción que generaba el comunismo soviético como forma
alternativa de gobierno y de economía.
Si la valoración de la democracia como el mejor de los sistemas de
gobierno se hizo tan fuerte en Europa luego de la Segunda Guerra
Mundial, fue porque esa guerra, así como también el caso
emblemático de exterminio sistemático de una población (el
Holocausto al pueblo judío) fue alentada primero, desencadenada
después, y conducida con una brutalidad nunca antes vista, por
regímenes que se definían como antidemocráticos. Los horrores de la
Guerra, asociados a los horrores que esos regímenes provocaron en
sus países y aquellos que ocuparon militarmente, generaron un fuerte
impulso de la democracia que se mantiene hasta hoy (pese a que, en
el actual contexto de crisis económica, los movimientos de derecha
están volviendo a cobrar fuerza).
6.
7. EL FASCISMO Y EL NAZISMO
(1922-1945)
Selección de Italia en el mundial
de 1938 en Francia
Hitler pasa revista a
“Juventudes Hitlerianas”
las
8. Más allá de sus particularidades, el Fascismo italiano y
el Nazismo alemán tenían puntos en común:
•Ambos eran contrarios a la Revolución Social
•Ambos eran autoritarios
•Ambos compartían el odio por la Ilustración y el
racionalismo del siglo XVIII, la Revolución Francesa y a
todo lo que consideraban consecuencia de ella: la
democracia, el liberalismo y el “comunismo ateo”.
(Estos rechazos acercaban al Fascismo y al Nazismo a
la Iglesia y a los viejos reaccionarios de derecha)
9. ¿EXISTÍA UNA IDEOLOGÍA?
A diferencia de lo que pasó con el liberalismo durante los siglos XVIII y
XIX, no existieron filósofos ni teóricos sobre el Fascismo. Pero distintos
pensadores reaccionarios que hacían apología del Fascismo (desde
Portugal a Alemania) declaraban:
La insuficiencia de la Razón y el Racionalismo
La superioridad del Instinto y la Voluntad
El Fascismo tenía dos contradicciones. Una de ellas era que apelaba a
creencias absurdas (la superioridad de una raza sobre el resto y su
derecho a eliminarlas, como declaraba el Nazismo, por ejemplo) con el
dominio de la alta tecnología (aplicada por Alemania durante la Segunda
Guerra Mundial). La otra era que apelaba a un pasado campestre,
desaparecido con la Revolución Industrial, pero era un fenómeno
esencialmente urbano.
10. ¿CUÁL ERA SU BASE SOCIAL?
Mientras que el Liberalismo se asociaba claramente a la
burguesía y el Socialismo y (luego de 1917) el Comunismo eran
ideologías enarboladas por la clase obrera, los fascismo se
caracterizaban por reunir tras de sí a sectores de ambas clases
sociales:
•Burgueses seducidos por el autoritarismo (que veían como una
barrera frente al peligro de una Revolución Social).
•Obreros descontentos con las políticas socialistas.
Pero tanto Fascismo como Nazismo eran movimientos basados
en una clase media asustada. Asustada por el avance del gran
capital desde arriba (que tendía a proletarizarlas) y por el
Comunismo por debajo (del cual rechazaban su programa de
socializar los medios de producción).
12. ¿QUÉ PAÍSES ABRAZARON EL FASCISMO O LOS MOVIMIENTOS
DE ULTRADERECHA?
Italia, Alemania, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria,
España y Portugal
¿Por qué ellos?
En todos estos países la situación era similar: un Estado caduco,
cuyos mecanismos de gobierno no funcionaban correctamente;
una masa de ciudadanos desencantados y descontentos que no
supieron en quién confiar; unos movimientos socialistas fuertes
que amenazaban con la Revolución Social (aunque no pudieran
llevarla a cabo) y un resentimiento nacionalista contra los
tratados de paz de 1918-1920 (fundamentalmente en Alemania e
Italia).
13. ANTES DEL ESTALLIDO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, LA DEMOCRACIA ESTABA
EN FRANCA RETIRADA EN TODA EUROPA
15. CRONOLOGÍA DE LOS ACONTECIMIENTOS
A menudo se habla de dos revoluciones rusas ocurridas entre
febrero y octubre de 1917. Lo cierto es que sus causas inmediatas
hay que buscarlas en la desastrosa participación de Rusia en la
Gran Guerra, que mostró al régimen zarista (el último absolutismo
europeo) como incapaz tanto de dirigir la Guerra como de
asegurar mínimas condiciones de vida a la sociedad.
Febrero de 1917: Revueltas populares y huelgas obreras obligan
al Zar a abdicar tras 10 siglos de monarquía. Lo sucede un
gobierno provisional dirigido por la burguesía liberal (desde
siempre, muy débil en Rusia). El suceso fue bien recibido por
Occidente, pues se suponía que era la esperada revolución
burguesa que el país necesitaba.
16. Febrero a octubre de 1917: Se produce lo que algunos historiadores han denominado
“dualidad de poderes”. El gobierno provisional, por un lado, y los Soviets (asambleas)
de obreros, campesinos y soldados diseminados por todo el país. Eran órganos de
democracia directa que pedían el fin de la Guerra, una reforma agraria y la jornada
laboral de 8 horas, nada de lo cual cumplió el gobierno provisional (que se limitó a
convocar, sin fecha, a una Asamblea Constituyente). En esos meses, dentro de los
soviets fueron cristalizándose dos posturas:
•La de los socialistas, socialrrevolucionarios y mencheviques. (Acompañar la revolución
burguesa, logrando la reforma agraria y el fin de la Guerra dentro de los marcos de una
democracia constitucional y liberal).
•La Bolchevique (Lenín y Trotsky)(La Burguesía era incompetente para lograr su propia
revolución y debían ser campesinos y obreros, a través de los soviets, quienes
impusieran una república socialista).
Aunque minoritarios en febrero, hacia octubre los Bolcheviques eran mayoría en los
soviets. La balanza se inclinó hacia ellos porque fueron quienes mejor comprendieron
los deseos de las masas (tierra, pan y paz).
Octubre de 1917: Dirigiendo al soviet de Petrógrado, los Bolcheviques toman el poder
y disuelven el gobierno provisional. Fue una Revolución tan pacífica que sólo tuvo 5
muertos; mientras que transportes y teatros continuaban funcionando normalmente
mientras se producía el asalto al Palacio de Invierno (sede del gobierno).
17. ¿A QUÉ ASPIRABA LA REVOLUCIÓN?
Lenín y Trotsky eran conscientes de que la Revolución no sobreviviría en Rusia (agraria
y atrasada) si no se extendía a la Europa Industrial, ya que una revolución proletaria en
un país mayoritariamente campesino era inviable.
Entre 1919 y 1920 estallaron revoluciones socialistas en varias partes de Europa (en
Alemania y Hungría, incluso, se proclamaron repúblicas socialistas), pero la oleada fue
derrotada y reprimida.
En adelante, el comunismo tendría que sobrevivir sólo en Rusia, pobre y aislada. En su
supervivencia tendría mucho que ver la instalación de un régimen de partido único,
fuertemente centralizado, que se consolidaría luego de la muerte de Lenín (1924) y el
ascenso al poder de Stalin.
Aunque la Revolución no siguió los caminos propuestos poir Lenín y Trotsky, significó el
primer desafío abierto (y, en Rusia, exitoso) al capitalismo mundial y proporcionó un
modelo de revolución no burguesa que fue estudiado y aplicado en todos los intentos
revolucionarios socialistas que vendrían hasta el final de la Guerra Fría (1991).