1) Suecia sufrió una grave crisis bancaria en los años 90 debido a una burbuja inmobiliaria y de crédito. 2) El gobierno sueco intervino rápidamente los bancos problemáticos, segregando sus activos en bancos "buenos" y "malos", y creando una agencia para gestionar los activos problemáticos. 3) Esta estrategia permitió una rápida reestructuración del sistema bancario sueco con bajos costes, recuperando su grado de inversión en solo 5 años.