La respiración aerobia implica reacciones de oxidación y reducción en las mitocondrias que permiten la producción de ATP a través de la cadena respiratoria y la fosforilación oxidativa. El oxígeno es utilizado en tres etapas: la glucólisis, el ciclo de Krebs y la cadena respiratoria para oxidar completamente moléculas como el ácido pirúvico y generar energía en la forma de ATP.