La Revolución Francesa comenzó en 1789 con la convocatoria de los Estados Generales por el rey Luis XVI. El hecho más destacado fue la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de agosto de 1789. La revolución estalló debido a los contrastes en la sociedad francesa, como una estructura social rígida que privilegiaba a unos pocos y problemas económicos como malas cosechas.