Rusia a principios del siglo XX era un país atrasado económica, social y políticamente, gobernado por un régimen autocrático bajo el Zar. La revolución de 1905 surgió del descontento por la crisis económica y la derrota en la guerra contra Japón, llevando a protestas y huelgas que fueron brutalmente reprimidas. Esto condujo a algunas reformas limitadas pero el régimen autoritario se mantuvo. La revolución de 1917 derrocó al Zar y llevó al poder primero a un gobierno