Isabel I de Castilla y Fernando V de Aragón, conocidos como los Reyes Católicos, unieron las Coronas de Castilla y Aragón en 1479. Gobernaron con mano de hierro a través de una monarquía autoritaria y la Santa Hermandad, y completaron la Reconquista de España con la toma del Reino de Granada en 1492. También establecieron la Inquisición española para perseguir a judíos, musulmanes y herejes.