Venezuela atraviesa una profunda crisis política, social y económica que ha empujado a casi 5 millones de personas a emigrar debido a la hiperinflación y la devaluación de la moneda local. El gobierno de Maduro ha permitido una dolarización informal de la economía. Además, los crecientes niveles de violencia institucional y la deriva autoritaria han generado debates sobre las garantías a los derechos civiles.