2. Todas las cosas son creadas por la autoridad
de Dios y todas las leyes físicas del universo
se mantienen por esta misma autoridad.
Por esto la Biblia se refiere a ello expresando
que Dios "sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder", lo que significa que
sustenta todas las cosas con la palabra del
poder de su autoridad.
3. Romanos 13:1-7 (RVR1960)
1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no
hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas.
2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por
Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí
mismos.
3 Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el
bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo
bueno, y tendrás alabanza de ella;
4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo,
teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,
vengador para castigar al que hace lo malo.
5 Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del
castigo, sino también por causa de la conciencia.
6 Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores
de Dios que atienden continuamente a esto mismo.
7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que
impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.
4. El querubín, se convirtió en Satanás cuando
sobrepasó la autoridad de DlOS, compitiendo
con él y volviéndose de este modo un
adversario suyo. La rebelión fue la causa de
la caída de Satanás.
5. El hecho de pecar no fue la causa de la caída
de Satanás; ese hecho no fue más que el
producto de su rebelión contra la autoridad.
Fue la rebelión lo que Dios condenó.
6. La controversia del universo se centra en quién
tendrá la autoridad, nuestro conflicto con Satanás es
el resultado directo de atribuírsela a Dios.
Para mantener la autoridad de Dios tenemos que
someternos a ella con todo nuestro corazón. Es
absolutamente imprescindible que tengamos un
encuentro con la autoridad de Dios y que poseamos
un conocimiento básico de lo que ella es.
7. Antes de conocer a Dios Pablo
no conocía la Autoridad
Antes de conocer la autoridad, pablo trató de
destruir a la iglesia; pero luego que se encontró
con el Señor en el camino á Damasco, vio que le
era dura cosa a sus pies (el poder humano) dar
coces contra el aguijón (la autoridad de Dios).
Inmediatamente, cayó al suelo y reconoció a
Jesús como señor
8. Dios usa su máximo poder para mantener su
autoridad; por consiguiente, su autoridad es lo más
difícil de resistir.
Los que somos tan justos según nuestra propia opinión, y sin
embargo, tan ciegos, necesitamos tener a lo menos una vez en la
vida un encuentro con la autoridad de Dios para que seamos
quebrantados hasta la sumisión y comencemos así a aprender la
obediencia a su autoridad.
9. La mayor de las exigencias que Dios impone al hombre no
consiste en que lleve la cruz, sirva, dé ofrendas o se niegue a
sí mismo. La mayor exigencia es que obedezca
Para que se manifieste la autoridad, debe haber sumisión. Si
ha de haber sumisión, 'es necesario excluir el yo; pero según
nuestro yo, la sumisión no es posible.
La sumisión sólo es posible cuando uno vive en el Espíritu.
Esta vida en el Espíritu es la suprema expresión de la
voluntad de Dios.
10. Hay quienes creen que la oración de nuestro señor
en Getsemaní, cuando su sudor caía hasta la tierra
como grandes gotas de sangre, se debió a la
debilidad de su carne, a su temor de beber la copa.
De ningún modo, porque la oración de Getsemaní se
basa en el mismo principio que
1 Samuel 15: 22
11. Es la suprema oración en la cual nuestro Señor
manifiesta su obediencia a la autoridad de Dios. Más
que su sacrificio en la cruz, nuestro Señor prefiere
obedecer a la autoridad de Dios. Con fervor, ora
para saber cuál es la voluntad de su Padre. No dice:
"Quiero ser crucificado; tengo que beber la copa."
12. Mateo 26:62-64 (RVR1960)
62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes
nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?
63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te
conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el
Hijo de Dios.
64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde
ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de
Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
13. En Mateo 7:21-23 vemos que nuestro señor
reprende a los que en su nombre profetizan y echan
fuera demonios y hacen muchos milagros. ¿Por qué
los desaprueba? Porque hacen de sí mismos el
punto de partida; ellos mismos hacen cosas en el
nombre del Señor. Esta es la actividad de la carne.
Por eso nuestro Señor afirma que son hacedores de
maldad y no obreros suyos.
14. Hay dos cosas importantes en el universo: la confianza en la
salvación de Dios y la obediencia a su autoridad. Confianza y
obediencia. La Biblia define el pecado como infracción de la
ley (l Juan 3.4). La palabra que se usa en Romanos 2:12 y
que se ha traducido "sin" ley es la misma que se usa para
significar "contra" la ley.
La infracción de la ley es desobediencia a la autoridad de
Dios, y esto es pecado.
El pecado es un asunto de conducta; pero la infracción de la
ley es una cuestión de actitud del corazón