Este poema conmemora el Día de Muertos en México. Describe a la muerte visitando un cementerio y advirtiendo a los vivos sobre su inevitable destino, invitándolos a acompañarla. También menciona varios aspectos de la cultura y literatura mexicana como El Álamo, Pedro Páramo, y Como agua para chocolate. Concluye diciendo que aunque la muerte no es malvada, eventualmente se llevará a todos cuando llegue su tiempo.