SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 93
Descargar para leer sin conexión
ROMANTIC WORKS
Poemario
Yazmín Orihuela
Romantic Works
Poemario
Yazmín Orihuela- 2016 ©
INTRODUCCIÓN
Yazmín Orihuela: “Alguna vez escuché hablar
sobre musas, leí historias que no parecían
reales y precisamente por no serlo las creí
hermosas.”
Gamaliel Garnica
Fue hace varios años que la conocí, embriagada de
poesía y verdades, con sueños y suspiros, y eso que te
da el paso de los años con el corazón roto. Yazmín
Orihuela se presenta a ráfagas de sinceridad en cada
uno de estos poemas, en ellos se puede percibir una
vitalidad amorosa en pleno desarrollo constante y
perseverante, fragmentos continuos de una gran
literatura.
Los poemas son del poeta la esencia, Yazmín los
transforma para sus musas y define que los poemas
son de quien los inspira y los hace suyos. Acude a las
metáforas como fuente primordial sin olvidar la
fuerza del origen de cada poema.
“Quiero de ti los abrazos después de un día malo, la voz que
sana, los besos apresurados antes de que el bus se vaya.”
Toda su poesía inyecta humildad, extroversión, es
insistencia amorosa al ser amado sin cadenas y adioses
sinceros llenos de recuentros. Libre de culpa, combate
con sus miedos cada ausencia que le ha dejado la vida
y hace un poema para nunca olvidarse de esos
momentos.
“Cómo voy a olvidarlo si llevo en la piel su sangre, si es por él
que la música viene desde pequeña, si sus canciones favoritas
son un dúo pendiente para cuando vuelva a verlo; yo en la
guitarra y por supuesto, él en las percusiones.”
Una gran proeza es que hay franqueza e historias
verdaderas en cada palabra, que, si bien no son
requisitos, sí convierten a estos poemas en algo más,
entre amar y capricho, entre vivir para alguien más o
para sí mismo, lo que vayan otorgando las
circunstancias y lo que da el amar con tanta poesía:
“Te pareces tanto a la protagonista de aquel libro que releí tres
veces para intentar olvidarte”.
Escribe para intentar guardar los pedazos que no le
faltan y se va de la vida entre poemas y toda su
música, su frecuencia literaria y sus musas: La pecosa,
la del cabello de nube y la de los labios rojos. Al leer
su poesía las conoces en un formidable paseo poético
por la mente de esta autora y en un dichoso
encuentro con “Romantic Works”.
Índice
TE FUISTE Y YO GUARDANDO PEDAZOS DE
LUNA.............................................................................9
LOS POETAS NO REVELAN A SUS MUSAS........10
EL TÍTULO ERES TÚ..............................................12
¿QUÉ PENSARÁ? ......................................................13
LAS CASUALIDADES NOS IBAN A ALCANZAR 14
RUINAS.......................................................................16
LLOVÍA .......................................................................18
AUNQUE ESCUEZA DECIRLO.............................19
TE ELIJO ....................................................................20
CARTAS PARA: (INSERTE EL NOMBRE QUE
QUIERA).....................................................................21
TEXTOS A MEDIO CERRAR (INCONCLUSO) ..22
HACE UN AÑO .........................................................23
TEXTOS QUE NO DEBÍ ESCRIBIR .....................24
JULIA ...........................................................................25
OCTUBRE...................................................................27
DICIEMBRE...............................................................30
DEMASIADO BUENA ..............................................32
MI NIÑA MALA.........................................................34
NOTA...........................................................................35
“I CAN'T TAKE MY EYES OFF YOU”..................37
INTENTO FALLIDO................................................39
QUIERO DE TI..........................................................41
FOTOGRAFÍA............................................................43
EL POEMA INEVITABLE.......................................44
A....................................................................................46
AVISOS DE MADRUGADA......................................47
ALEJANDRA ..............................................................48
HASTA PRONTO, NIÑA MALA.............................50
NO VAYA A SER ........................................................52
RECUÉRDAME ASÍ..................................................53
LA HISTORIA DE MI VIDA ES ROJO CARMÍN.54
INTENTARNOS........................................................56
NECESITO UN AMOR.............................................57
TE DI MEDIA VIDA .................................................58
“LA DE LOS LABIOS ROJOS”.................................60
CÓMPLICE.................................................................61
TE DOY MEDIA NOCHE........................................63
A MI ABUELO............................................................67
PARA TI, POESÍA......................................................70
LA MUJER DEL CABELLO DE NUBE .................70
ANTES DE TI.............................................................74
RAZONES INJUSTIFICABLES...............................76
LA CARTA QUE NO TE DI (A QUIEN
CORRESPONDA)......................................................78
QUIERO......................................................................80
DESEO ........................................................................82
ME PROMETÍ NO HACERLO ...............................84
CADA VEZ ..................................................................86
DESAPRENDÍ A MENTIRME................................87
17 mayo de 2016...............................................................89
28 Mayo, 2016.................................................................90
LO SÉ, SÉ QUE…......................................................91
Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de
estar solo.
- Fernando Pessoa.
TE FUISTE Y YO GUARDANDO PEDAZOS DE
LUNA
Hay una sombra aquí que va dejando sonidos en cada
rincón.
Va dejando los pasos que no diste conmigo.
Dejando las huellas que marcaron tu salida y que
entre la oscuridad se fueron yendo para que así no
pudiera toparte, no en un buen tiempo.
Hay aquí una habitación que apesta a tabaco, a hojas
secas, a invierno.
Lugares en casa donde estuve contigo y una memoria
intacta de cada palabra que dije.
Aún puedo oírnos, sentirnos. A ti tan cerca y con la
respiración agitada.
También logro ver aún tu huida, el "Ya, basta" que
dijiste y a mí con el alma llorando, con las palabras y
el miedo a pronunciarlas "quédate un poco más".
Lástima que tenías prisa y alguien más te esperaba.
Soy quien siempre se queda para ver si vuelves por las
cosas que dejaste, quien te prometió un pedacito de
Luna y que al parecer tiene el tiempo en sus manos
para ir, volver, y aun así sé que estaría guardado.
LOS POETAS NO REVELAN A SUS MUSAS
Alguna vez escuche hablar sobre musas, leí historias
que no parecían reales y precisamente por no serlo las
creí hermosas. Como en todo, nunca se habló con la
verdad, me cambiaron las definiciones por mentiras
piadosas.
Un día soñé con una y al poco tiempo me vi hablando
con ella. Pensaba que al otro día no la iba a encontrar
y que yo, no tendría problema con su adiós. Cálculos
mal hechos, quería pasar un día y me quedé ocho
meses.
Mientras descubría como tratarla fui queriéndola ya
no como musa, si como mi persona. Me prometí no
escribirle pues tenía la sospecha de que si la hacía
letras iba a quedarse por siempre, incluso, volver por
más. Pero quizá, eso a lo que muchos llaman musa no
es otra cosa más que la idea de lo que alguna vez has
imaginado.
Nadie en ninguna de sus historias contó que como
llegan se van, tampoco que sus miedos pueden más
que el sentimiento, no contaron que en su equipaje
cargan más dudas que ropa y, que si las quieres con
un poco de suerte lo van a demostrar de vez en
cuando.
Los poetas no revelan a sus musas, pasan con ellas el
tiempo que deben o mejor dicho el tiempo que ellas
quieren quedarse. Cuando se van las revela el vino y
los besos equivocados con sabor a ellas, nunca el
poeta.
Lo cierto es que los poetas sin musa no tienen nada y
las musas sin poeta pueden tener las letras que
quieran sin importarles si son las que merecen.
EL TÍTULO ERES TÚ
Que ganas de empezar a escribirte besos.
Querer tus cicatrices.
Tengo sueños sencillos para una compleja y agujas
que van inyectadas de perseverancia, cuidados, de
quererte.
No necesita ser permanente, me basta con dejarte
recuerdos bonitos de tardes abrazándote.
Tengo versos inconclusos para terminarlos contigo
dibujándote caricias en cada lunar que tienes.
Perderme en tus ojos, conocerlos hasta descifrar tus
miradas.
Vamos, los miedos siempre están y siendo dos todo
se logra.
Yo tengo el quiero, regálame el puedo. De las dudas
nos encargamos con el tiempo.
Estoy dispuesta a joderte de los modos en que nadie
lo ha hecho aún.
Por ejemplo, quedándome sin que lo pidas solo por el
gusto de verte un rato más.
Porque se trata de mí, no llegué a llevarme nada.
Llegue para dártelo todo.
¿QUÉ PENSARÁ?
Yo le dije: No pienso en nada. No entendí porqué lo
pregunto, sé de sobra que ella ha tenido a alguien en
la mente del mismo modo que yo. Pero no quería
sonar absurda o terriblemente romántica.
Pensaba en cómo termine ahí, a su lado, sentada. Ella
tiene un mundo donde yo me siento de vacaciones.
Tiene sus amigos, su gente, su escuela. Es tan
diferente a mí.
Y tal vez es el motivo. Ya estuve con diferentes
personas, mejor no pregunten a quienes quise. Porque
hace tiempo de no ser por ella yo no estaría
escribiendo. Sí, es verdad que lo hacía y esto es la
evidencia. Pero de ahí a quererlas, nunca. Le escribo a
mis lejanías y a uno que otro amor que se ha cruzado
y ha sido pasajero. Le escribo a esos ojos, a esa risa, a
esas pecas. Nunca a alguien como ella. Ustedes no
saben lo horrible que sería verla un día frente a mi y al
otro, para recordarla sacar las libretas. No hay peor
modo de inmortalizar a alguien, pero ya saben lo que
cuentan: Jamás te enamores de un escritor, podría
deshacerte en cualquier momento. Así es. Solo que en
mi caso se ha hecho tarde y para que seguirles
diciendo. Voy a ella justo ahora, y no espero
encontrarla. Ya sé que no está y que ella también le
escribe a sus lejanías.
LAS CASUALIDADES NOS IBAN A ALCANZAR
Eran entre 6:30 y las 7:00 p.m. aproximadamente. Me
acompañaban en esa caminata dos compañeros de
clase, teníamos una conversación sobre temas
variados, creo también sobre todo, temas de los más
comunes. Que si tu novia era ninfómana, que si tus
papás esto, que si te gustan las niñas... Llegamos al
lugar donde cada uno toma su dirección, lo curioso
fue que ese día decidimos ir juntos a esa plaza, a hacer
nada, solo pasar un rato para hacer menos pesado el
día e incluso, tal vez curarnos de algo, distraernos.
No recuerdo con exactitud, pero creo estar más
segura de que apareciste cuando íbamos de regreso
ahora sí, a tomar nuestro camino. Tenías los ojos
llenos, no supe exactamente de que, con el tiempo y al
verlos mejor me di cuenta que lo que cargaban podría
ser tristeza y qué más da, estaban llenos y es mejor
que cualquier vació. Aunque debo aceptar que para
mí, la mejor caída es cuando volteas y sin querer me
miras. Así fueron pasando los días, comencé a
preguntarme si tus ojos, si lo extraño pero curioso
que muestras ser fue lo que me llamó y porqué no te
vi antes.
Hice un recuento de los días pasados. En realidad,
creo que te vi pero no con la suficiente atención o
estaba tan distraída con mis nostalgias que era
imposible notar algo más, porque Benedetti lo ha
dicho: “yo siempre tuve nostalgias más grises, más
opacas."
Después del recuento y de las preguntas que
aparecieron, no sé si por coincidencia, pero cada tarde
te encontraba cuando caminabas rumbo al salón y
puedo asegurar que nunca quise hacerlo,
simplemente, las personas llegan y sabiendo que no
soy para ti o que fuimos lo inevitable de una serie de
casualidades posiblemente evitables que no pudieron
no suceder, te escribo, sin obligarte a leerlo.
RUINAS
Siento como una parte de mí ya no está conmigo. No
tengo a mi alcance la posibilidad de escribir y
transmitir lo que estoy sintiendo, es como si quisiera
moldear las letras al antojo de alguien que no soy yo.
No logró pasar de estos renglones, sin embargo,
desahogarme es el único modo.
Hace unos meses estando con la gente que quiero
podía hablarles de varias cosas, cosas que incluso
pudieron no ser de su interés, hoy no tengo ni
siquiera historias o si las tengo las callo por temor a
que me las roben. Los sueños me los tiraron desde el
lugar más alto y no supe, por lo rápido que iban con
cual quedarme, tal vez no logré rozar alguno para
salvarlo o es que esos sueños no eran míos.
Conocí el más bonito atardecer en unos ojos color
marrón y vaya que el sol les sentaba bien. Descubrí lo
que era y ahora me convierte en mi, en lo que soy;
debo decir que te lo debo a ti y que te pido perdón
por no saber llevarte en mi camino, lo cierto, es que
se quedarme a mi modo. Es por esto que hoy padezco
abstemia de besos y me sienta bien, puesto que hasta
que dejen de ser los labios que me rompen voy a
tener las ganas de seguir probando sabores.
Por favor, no me pidas que te escriba un poema a
palabras forzadas y esperanza vacía, ya que lo que
podría hacer o dar por ti podría quedar plasmado
únicamente en tinta.
LLOVÍA
Llovía, llovía mientras un cantautor tocaba las notas
que te recordaban las despedidas que por insistencia
querías revivir, porque no te cansas, porque esperas y
no sabes qué. Sabes lo que sientes y sientes porque lo
que sabes es lo que siempre evitabas.
La fuerza incontenible que ahora desprendes la debes
a sus ojos, te lo dicen canciones, las aceras, los bailes
que no puedes continuar, pero y si esa fuerza choca
con el objeto inerte, ¿es posible moverlo y viceversa?
Escribir las ruinas y buscar entre escombros no tiene
los abrazos que buscas, es posible que estos ya se
encuentren alrededor de otro cuerpo, que los labios,
los de ese sabor del que tanto hablas ya no sepan de
pliegues con tu nombre y aún con la pesadez de estos
pensamientos buscas lo que puede no llegar a ser
posible y te engañas creyendo que la abstemia de
besos es la dosis para sanar.
AUNQUE ESCUEZA DECIRLO
No contaba con lo que ya estaba escrito. Sabía de
caricias que perduran en el cuerpo, como alguna vez,
incluso a día de hoy todavía siento.
Ella tenía marcas invisibles que podían palparse si
sabías mirar más allá de sus ojos y de palabras que
cargaban compromisos no asumidos totalmente.
Entera no estaba yo tampoco, pero cuando me daba
la mano se que era posible no derrumbarme,
imposible era destruir sus muros.
La primera vez que la vi alejarse supe cuánto había
llegado a quererla, pero al cruzar la calle perdí sus
pasos, deje de escuchar su voz; me quedaba su
abrazo, las canciones que nunca le dedique, su mano
que ya no estaba en la mía, me quedaba todo y ella me
faltaba.
Deje de ser quien caminaba las aceras con la sonrisa
bien puesta decidida a encontrarla, tenía conmigo eso
a lo que le llaman la fuerza incontenible que me hacía
pensar que todavía me llevaba, no importaba si en la
memoria, yo sabría guardarme ahí sin hacer mucho
ruido, si acaso, el suficiente para que no me olvidara.
Amarla me parece la mejor manera de morir (me) y
no tenerla, vivir. Aunque escueza decirlo
TE ELIJO
Te elijo. Te elijo igual que la primera vez y la segunda
huida.
Te elijo para no declarar la guerra en tu contra,
ya que si no me voy ahora la bomba explota
y prefiero guardarlo,
porque lo merece el recuerdo de lo que no fuimos.
Te elijo porque ya no quiero elegirte,
es mejor morir aquí, que mueran mis ganas
y con ello la desgana que he cargado
desde que te fuiste.
Te elijo para ya no buscarte,
para que encuentres lo que solo tú sabes.
Te elijo para que mis ganas de ser contigo caduquen.
Y declaro muertas todas las intenciones que tenía para
ti.
Te elijo y lo seguiré haciendo,
pero ya no te espero...
CARTAS PARA: (INSERTE EL NOMBRE QUE
QUIERA)
Debo confesar que el tiempo que pase contigo no me
sentí dueña de tus palabras o de tus miradas, te quería
libre y sabía las consecuencias que eso implicaba.
Ya no sé a qué poeta echarle la culpa, el primero fue
Luis García Montero y pienso que desde antes de
conocerte ya lo hacía, ya te quería conmigo, ya
escribía para ti, ya soñaba contigo. Soñar contigo,
¿nunca te lo dije?, semanas antes de que llegarás pude
contar tus lunares, sabía que tus miedos no escapaban
a través del humo de los cigarros y que todavía, al
pronunciar ciertos nombres tus ojos se volvían
cristalinos y si, desde entonces ya sonaba O’Halloran
de música de fondo. No dudaba cuando eras tú, si
dudabas cuando era yo.
Perdóname si no sé irme, es que no sé cuándo tú lo
hiciste. Tampoco sé qué hacer con estas ganas de
volver a verte.
Debiste verte para comprobar que como tú no sonríe
nadie, que el “guapa” te queda pequeño, que vales
más que eso.
Debiste verme, debiste…
TEXTOS A MEDIO CERRAR (INCONCLUSO)
Un roce al corazón dado con las manos frías y la
falsedad de ser el más cálido permanece conmigo en
constantes regresiones y habita donde ahora están mis
miedos.
Te tengo, te tengo como quien tiene una herida a
medio cerrar, como el café tibio en el buro al lado de
la cama, como el paquete de cigarrillos que siempre
falta, te tengo como nunca cuando estabas. Y es que
cuando estabas no sabía si me faltaba el mundo o tú,
que era prácticamente lo mismo.
Ahora que no estás me sobra lo que extraño, me falta
ver al lado contrario por no ver atrás y verte
sonriendo.
HACE UN AÑO
Resulta que tengo sueños inconclusos por una mujer
compleja, a decir verdad, la misma a la que juré no
escribirle un poema.
365 días repartidos entre ¿por qué no?, en te extraño,
por favor no te vayas, no desaparezcas, quiero verte,
han pasado y aunque la salida de emergencia se ha
presentado un par de ocasiones no he elegido
tomarla.
Todos los riesgos desde el principio los asumí como
si de verdad existiera una armadura, por creer que era
fuerte y que podía con cualquier cosa. La diferencia es
que cualquier cosa puede superarse, pero ella no era
cualquiera y no voy a intentar siquiera describirla. Para
qué intentar decir que cuando me daba la mano sentía
llegar a donde quisiera, que cuando sonreía el mundo
no se paraba en ese momento, comenzaba.
Supe que el tiempo y ella no son grandes amigos, es
por eso que pienso que ya no lo recuerda, que ya no
me recuerda, que hoy hace 365 días nos encontramos
y me dijo “sólo esta noche, mañana no sé” y al día
siguiente un “debes saber que mis noches son largas”.
Yo no lo sé, como tampoco sé si la extraño, pero no
me explico porque la recuerdo todos los días. Lo que
sé es que seguirá sonriendo, deseo que lo haga y que
le recuerden todos los días lo bonita que se ve cuando
lo hace.
TEXTOS QUE NO DEBÍ ESCRIBIR
Nada es como ayer, me detengo cada día a pensar
antes de hacer nada... Por eso he dejado de escribir,
porque las letras encierran tu nombre y yo siempre te
quise como te conocí, libre, y no hacerlo es la mejor
manera de que lo sepas.
Como me hubiera gustado desnudarte los miedos
pero cómo iba a hacerlo si también los tenía y
únicamente se esfumaban cuando sin darte cuenta tu
mirada no ocultaba nada para dejarme saber que a
veces me querías. No quiero escribir más reproches o
despedidas, no quiero cambiar de canción solo
porque me recuerda a ti ni quiero que me dejen de
doler las calles que caminamos de la mano.
Vives en mí y arrasas con todo, cómo te atreves a
pensar que es alguien más y no tú, parece que no me
conoces, parece que no sabes que yo (por lo menos
ahora) no volvería a perder la vida si no se tratará de
ti.
JULIA
Creo totalmente en el principio y final de cualquier
hecho, de un amor, de una historia, sé, por conocer
algo, donde empiezan y terminan tus labios. Cuando
veo tus ojos, es cierto, no tengo idea de quién soy,
pero sé qué quiero ser contigo.
Me encantan los principios por el sabor dulce que te
dejan en la boca, por la satisfacción y, aunque un
poco más amargos, que bonito resulta un final, una
despedida, un hasta luego, hasta en ellos es posible
notar cuando se tienen ganas de no volver o por el
contrario, de quedarse.
No me gustan los intermedios desde aquella vez
cuándo me quede entre dar el salto y volver a tierra
firme, cuando me callé, cuando lloré, cuando grité,
cuando no me soporté a mí misma y no supe dónde
dejarme.
Me gustas, amor. Te llamo amor, me atrevo a hacerlo
y me atrevo a saborear tu nombre, tus labios, tu
presencia
La otra tarde que triste me pareció tener que dejarte
ir, quedarme, como ya he dicho antes con ese sabor
amargo por la obligación de guardar en dónde fuera
alguna palabra que te hiciera quedarte, que te hiciera
saber lo que siento.
Perdona si he llegado “tarde”, no me gusta esa
palabra, tarde, creo que se llega en el momento
preciso, cuando las personas tienen que encontrarse,
también he pensado en la falta de espacio que tengo
en tu vida en este momento, en los besos que no
vamos a poder darnos, en los lugares donde no vamos
a vernos, en los cigarros que no vamos a compartir,
en las madrugadas que no vamos a dormir.
Qué triste va a ser tener que dejarte sin empezar nada.
Qué tontería es esto del tiempo, de las esperas. Y
quiero confiar en que no será adiós, sino un previo.
Aquí voy de nuevo, a sabiendas de que voy a terminar
perdiendo… Perdiéndote.
OCTUBRE
Aquella noche sonaba Mayer en la radio, las cenizas y
el humo abundaban en la habitación y tú, mi otoño
más largo, dibujabas tu silueta entre las velas. A esas
horas el vino ya hacía de las suyas trayendo consigo la
imagen de lo que antes fuimos y por miedo perdimos.
Caminabas, te acercabas a mí con esa cintura, con esa
tez que desde el primer sueño me hizo perder la razón
(la poca que me quedaba), me veías de esa manera,
con esos ojos que difícilmente volveré a ver; era de las
pocas veces que te veía fumando tabaco como la
primera vez, fumamos como si quisiéramos matarnos,
como si ignorar que nos íbamos a destruir más que
cualquier vicio sirviera de algo.
No tardamos nada en saber lo que perdíamos, pero te
diste la vuelta y dormiste viendo al lado izquierdo de
la habitación dándome la espalda, yo me quedé
sentada en la orilla de la cama y te veía, imaginaba
contigo un mañana, pensaba en escribirte los mejores
versos y pasó que no supe cómo devolver la vida a
Nervo, a Sabines, a Benedetti, pasó que no dejaba de
imaginar todos los universos que abriría tu cuerpo si
tan sólo esa noche me hubiera armado de valor y
tragado los miedos. Ahí estabas y aunque el alma
lloraba por saber que te irías, mis facciones decían
otra cosa, estaba agradecida de verte conmigo después
de tanto y de tanto tiempo, estaba feliz por ti, porque
por más que quisieras ocultarlo, sabía que estabas con
alguien que aprendió a reconstruir las ruinas en las
que te conocí y a pesar de que no volvería a saber
cómo estabas, sabría por la gente, por mi instinto, por
conocerte, que estarías bien y que aun haciéndote falta
no volvería a pisar tus playas.
Intenté creer que éste sueño finito no acabaría aquí,
que por la mañana al verme me pedirías una tregua y
volveríamos a confiar en una idea imposible.
Te seguía viendo y nada surgía, siempre tu imagen me
daba una paz inmensa, sonreía por ti y no lo viste, me
abrazaba a ti desde lejos y tenía la esperanza a punto
de caer completamente al suelo. Por fin, después de
tanto pensar sin concluir nada, me quede dormida, no
sé cuánto tiempo paso, descansé como nunca.
Al abrir los ojos te busque por toda la casa y me
invadió un escalofrío al notar que no estabas, que de
nuevo te me habías ido y había perdido la
oportunidad de despedirme de ti… Respire y me
quede sentada en el sillón, no tenía ganas de seguir
fumando o bebiendo, no quería saber de nadie, por lo
menos esa mañana olvide a todos los cantautores
españoles de los que nunca te conté, pero sabías que
los escuchaba por ti.
Me hubiera gustado saber cuántas horas pasaron, qué
tanta realidad gané o qué tantas utopías dejé de creer.
Lo único a mi alcance, lo único que procesaba es que
te fuiste, te fuiste y no. Tu olor seguía, cada rincón de
esta casa te hacía regresar y de nada me servía. Pasó
bastante tiempo por lo que me cuentan, deje de salir y
además de mí, rompí algunas otras cosas para
librarme de ti, el celular, por ejemplo; las libretas, las
canciones, los sueños, nuestros sueños que en
realidad eran más míos. Nunca lloré por ti –esto es
totalmente cierto-, sólo me perdí y desde ti no volví a
ser yo, pasaron cosas malas y los días buenos tardaron
en venir.
No volví a toparme tu sonrisa, tus inseguridades, tu
desgaña, tu apatía de ser conmigo, lo cierto es que
tampoco entendí el cómo y para qué me querías, pero
no verte desde esa última noche, fue la mejor forma
de comprobar que esta ciudad, y que bueno, no es tan
pequeña como dicen.
DICIEMBRE
Aquella mañana desperté con los labios llenos de
ausencia, ausencia de ti. Tenía dolor en los huesos y
me acurrucaba en la cama mientras el miedo hacía de
las suyas y se abrazaba a mí, que frío hacía entonces,
amor, y no estabas. Sin ti me quedaba una cama vacía,
la cafetera llena, una guitarra desafinada, las canciones
de Damien y los ojos llenos de anhelos que escondían
tu nombre.
Hacía lo imposible por soltarme y él me abrazaba
como nadie lo había hecho antes.
Agitada y temblorosa, me arme de valor para ver sus
ojos y le dije que no, pero no entendía, se aferraba
con tal fuerza, como quien quiere evitar la catástrofe.
Yo seguía peleando, luchando por mi libertad,
tratando de hacerle entender porque después de tanta
complicidad le pedía una tregua; a pesar de la
resistencia que impuso para escucharme, seguí
hablando. Le conté de ti, de lo mucho que he llegado
a quererte en tan poco, de cómo mi día se transforma
cuando tengo la suerte de que estés en él.
Él negaba con la cabeza, yo seguía sin comprender lo
que estaba sucediendo… Respire y él, mi cómplice
durante tantos años no asimilaba, no quería que aquí
terminará, no entendía que a la primera vista supe que
eras tú, que esta vez quería luchar por alguien que a
mi parecer valía la vida, valía la espera, valía los
sueños, valía abandonar a mi cómplice.
Después de varias horas, él levantó la vista y me pidió
disculpas, yo estaba desconcertada por lo que estaba
ocurriendo, comenzó a hablar y avergonzado, soltó
mis manos para decirme que ahora, él abrigaba tus
sueños. Ahora entiendo porque hacía tanto frío
aquella madrugada.
Te vi y me desnudaste de tal manera que hasta a él te
lo has llevado. Y ahora dime ¿Cómo hago para
quitártelo?
DEMASIADO BUENA
Nací hace 2015 años y resucite a finales del S.XIX,
efectivamente, en el mismo día que pude morir aquel
año.
Visto un cuerpo de dos centímetros de altura menos
que tú, tengo alrededor de 6935 días habitando aquí y
doy pasos pequeños por si quisieras alcanzarme.
Tengo los ojos precisos para no ver si no es a ti; y las
manos, me atrevo a decir que si he vívido antes algo
de música he aprendido a tocar con ellas, no sólo con
la guitarra también cuando sin que me de cuenta vas
juntando cinco dedos con los míos y en ese breve y
tierno momento siento el principio de una revolución
en el estómago.
No tengo los brazos más largos pero te abarcó por si
sientes que alguna vez estás saliendo de ti, porque
abrazarte es sentir, vivir, recuperar y saber que los
finales valieron la espera. No vamos a hablar de mi
organismo que debe estar muy jodido por fumar y
beber de más en noches que valían menos. El corazón
no sé si lo tengo completo, creo que sigue en el
mismo sitió recuperándose de un par de batallas en las
que perdió y después de unos años las heridas se han
hecho cicatrices.
No tengo muchas cosas que darte, tengo más de 20
libros, dos guitarras, cinco discos, algunos pares de
zapatos, ya sabes, esas cosas que digo que son mías
porque así las siento. A mí me gustaría que sientas que
soy parte de ti porque compartimos los días y noches,
los dulces y el café, los sueños de quedarnos en un
pedacito de eternidad, que sientas que eres parte de
mi cuando me veas a los ojos y te des cuenta que no
abarcas todo pero que cada día dejas un espacio más
para que pueda ver todas las cosas que te hacen ser.
Quizá ahora entiendo, quizá te llevo esperando de no
sé hace cuántas vidas antes.
MI NIÑA MALA
El cenicero tenía más de 10 colillas que fume durante
la madrugada, por la puerta de mi habitación y desde
la cocina se percibía el olor a tabaco.
En la mesa de la sala, olvidé la noche anterior una
taza de café que preparé para evitar cerrar los ojos,
evidentemente estaba fría así que decidí tirar su
contenido. Subí de nuevo a mi habitación y vi, sobre
el librero los libros que estaba leyendo y ahí estabas,
mi niña mala. Todavía recuerdo el día que conseguí tu
libro favorito y como me hizo llorar la primera vez
que comencé a pasar sus páginas, lloraba porque
imaginaba y sentía el dolor, el enojo, la frustración de
él conocido "niño bueno", sonreía por la mujer que
eras, "mi niña mala." Porque cada vez que ella
aparecía nuevamente me desgraciaba la vida y me
hacía pensar en ti, en tus juegos, en tus "travesuras",
en tus nuevos compañeros.
He tratado de olvidar el número de veces que te fuiste
y me es imposible recordar y dejar de contar las veces
que regresaste sin saber a qué. No tienes que
preocuparte, probablemente ya te olvide.
Probablemente ya solo te uso como recurso literario.
NOTA
¿Qué te puedo decir que no sepas? De cierta manera
conoces quien soy y a quien escondo.
Habló mucho de ti, no deberías sorprenderte si alguna
vez escuchas tu nombre entre la gente, es que todos
han aprendido como yo a quererte, incluso a odiarte y
a mi es lo único que me sale mal contigo.
Te juro que lo intento pero a veces me abarcas más de
lo que yo podría y mis recuerdos comienzan a
desbordarse, es ahí cuando me ahogo y para volver a
vaciarme de ti escribo, te escribo aunque ya no lo
merezcas. Te sigo extrañando, no puedo mentir, por
eso evito a toda costa los sitios donde puedas estar,
no tengo el valor para verte sonriendo a alguien más.
No tengo el valor para sonreír a alguien más.
Me refugio en cajas de cigarros que se terminan el
primer día, en libros, en poesía. Desde que te fuiste
no tengo lugar a donde ir y me quedan ganas de
escapar de ti en el primer nombre que se me ponga
enfrente.
Que cobarde me he vuelto, de correr por ti ahora
huyó de mi. Contigo permanecía en silencio, ahora
habló todo lo que puedo para no escucharme porque
cada eco, cada rincón guarda sabor a ti.
Sé que te vas a ir, yo solo quiero pedirte algo, no me
quites, no me pidas dejar de escribirte, es la única
forma que me queda de tenerte. Discúlpame, es que
tú siempre supiste como ser fuerte.
“I CAN'T TAKE MY EYES OFF YOU”
Se me está acabando el vino. En la botella alcanza
quizá para una copa más; bebo y escucho a Damien
Rice, me juro que está es la última vez que "The
Blowers Daughter" me recuerda a ti. Estoy un poco
mareada e intento que estas letras no terminen siendo
un acertijo como cada vez que el alcohol me hace
malas jugadas.
Me gustaría saber en qué momento nos perdimos, si
fue desde la primera cita o aquella vez que me despedí
de ti con un beso en la mejilla y tú me viste y me
decías: ¿Solo esto? O aquella otra cuando tú,
viéndome desde el espejo encontraste mis ojos y no
supe hacer otra cosa sino perderme en ti. Me hice tu
cómplice, jugábamos a las escondidas para evitar los
regaños que si bien recuerdo poco importaron la
primera vez, nos sentamos afuera de tu casa y
fumamos, llevábamos todo el día fumando. Recuerdo
que ese día te regalé mi último cigarro y tú lo sabías
porque no lo callaste y dijiste algo como:
Definitivamente estás enamorada de mí. Yo no lo
negué, te llevaba conmigo, soñaba contigo y pensaba
en ti mucho antes de que llegaras.
No sé por qué te sorprende que no me haya ido, que
insista, que me quedé. Eres de esas personas que se
cuelan en cada rincón, que abren la piel y ocupan cada
espacio, eres el sitio al que cualquiera quisiera
regresar.
Escribo a estas horas y recuerdo que justo hace un
año, hace exactamente un día, murió José Emilio
Pacheco y más o menos entre hoy y mañana, habías
dicho: te amo.
INTENTO FALLIDO
Si nos quedara una noche más volvería a decirte todo
aquello que sabías sin que hablara, tú me contarías
historias y volveríamos a naufragar por algún sitio
desconocido, caminaría contigo sin importar si hay a
dónde llegar y si alguien nos está esperando en casa.
Te daría sin pensarlo dos veces los besos que nos
debemos y claro, te cobraría aquellos que no podré
darte cuando sea mañana. Si por otro lado nos
quedará mañana todas las noches evitaría leer para ti
poemas de esos escritores españoles que conocimos
en aquellas madrugadas vacías, en esos domingos que
sin querer nos poníamos de acuerdo para extrañarnos
y cantaría para ti canciones de Suárez o Marwan.
Todavía tengo en la garganta tu nombre y te juro que
cada mañana me sigue persiguiendo el mensaje de
buenos días que no llega y la llamada de las buenas
noches, las risas y los sueños que nunca hicimos
porque el plan era no quedarnos más tiempo del
previsto, pero tú que siempre fuiste impredecible y a
mí que me envolvía tu misterio.
Me pesan los ojos que me encuentran y siento la
mirada, ellos no me ven como tú, nadie abraza como
sueles hacerlo tú, alzando los brazos y rodeando mi
cuello, nadie me repara y me quita la vida al mismo
tiempo como solo supiste hacerlo tú.
Desde ti no he vuelto a enlazar mis dedos con los de
otra mano por temor a recordarte y saber que contigo
no quedaban espacios, que contigo cerca los rincones
eran para llenarme cada día un poquito más de ti. Ya
paso enero y pasa febrero, marzo y los meses
siguientes no sé si traen algo nuevo, lo que sí, es que
el recuerdo es el mismo. Sigues aquí. Tenemos que
soltarnos. Tengo que soltarte.
De ti encárgate tú y no me lleves contigo.
QUIERO DE TI
Se conocieron entre el punto final y una noche de
vino acompañada de cigarros. Las miradas, los sueños
y qué sé yo azares del destino se involucraron en el
juego. Una imagen de ti que ligeramente pude
recordar al siguiente día me llevo a encontrarte y vaya
que te encontré, no sé si fueron esos ojos de bosque
que encierran mil paisajes dentro o esos poco
notorios centímetros que tienes más que yo, esos que
me hacen pensar que estás a nada de tocar el cielo y
que no existe lugar a donde no quisiera ir contigo.
Quiero de ti los abrazos después de un día malo, la
voz que sana, los besos apresurados antes de que el
bus se vaya. Quiero contigo caminar los sitios que no
conozco, por ejemplo: saber cuándo sonríes y por qué
lo haces, adivinar las miradas y el color que tienen
cuando estás alegre y cuando estás triste, quiero saber
que tan cálido es tu cuerpo y si puedes hacerme un
lugar dentro, yo prometo no estorbar y dejarte
caminar sin que sientas mi peso.
“Quiero conjugar contigo todos los verbos que
acaben en arte”. Regalarte una tarde de películas en
mi sofá, abrazarte si es que el frío quiere conspirar y
hacer tormentas en primavera, pensarte cuando los
días dejen caer su peso, contarte cuanto siento y lo
bonito que se ha vuelto el mundo desde que tu silueta
acompaña mi paso.
Pero… más que escribirlo aquí, más que querer hacer
inmortal tu nombre, quiero escribir en tu piel las
memorias. No me dejes sola entre tantas palabras que
al final siempre ahogan. Quédate, quédate siempre.
P.
FOTOGRAFÍA
Recuerdo a todos los poetas que te escribieron
anunciando la llegada, tu llegada: Edel Juárez y su
turismo emocional, recuerdo a García Montero
(gracias a ti) porque estaba buscando como comenzar
a hablarte, a Withman con la promesa de una noche e
inventar los más bellos poemas, encontré el
soundtrack de nuestra historia en la voz de Andrés y
mi receta médica entre las letras de Sabines, en
Neruda me refugie de las noches estrelladas y los
versos de Becquér dejaron de ser lo que eran hasta
que vi a tus lunares tomando el relevo de las pupilas
azules.
Existen un montón de cosas que no sabes, además de
que ya te esperaba meses antes.
730 días después sigo encontrando tu nombre entre
las letras y quedan los sitios que gritan tu nombre y mi
abrazo vacío y los dedos que no encuentran mano
igual .Carajo, ya había olvidado lo que era escribir
para ti, te juro que había olvidado este puto nudo en
el estómago... es que he vuelto a ver una foto tuya y
recordé tu semblante y todo lo que callaste y tu
mirada me dijo. Lo que el silencio me sigue gritando.
EL POEMA INEVITABLE
Aquella noche él poeta estaba sentado viendo
fijamente una hoja en blanco mientras el tic- tac del
reloj seguía dando vueltas: una hora, un minuto, un
segundo, sin embargo no era demasiado tarde,
quedaba en una taza de café un sorbo más que el
poeta no se atrevió a beber pues se había enfriado.
Estaba ahí sentado, pensando que decir esta vez que
no se hubiera dicho antes, busco entre sus memorias
y se dio cuenta que ya no recordaba el humo de
ciertos cigarrillos, que las calles de la ciudad que había
llegado a detestar habían borrado huellas y que las
hojas que trajo el otoño hace varias estaciones que se
fueron, siguió pensando y escucho canciones que
pudieran inspirar la más mínima frase, busco y por
primera vez no encontró, fue en ese momento que se
dio cuenta que desde aquel primer día tuvieron que
transcurrir 720 más para aceptar aquel adiós, para
alejar los fantasmas y toparse con la hoja en blanco.
En algún lugar dentro de su cuerpo él había
escondido los besos que dejó la mujer de la tez
morena, guardo en las yemas de sus dedos el recuerdo
de su cintura y sus pestañas, conocía de arriba a abajo
la cantidad de besos que medía su cuerpo.
Él tenía la certeza de haber dado incluso aquello de lo
que carecía pero en aquellos días no entendió porque
sentía que pudo haber dado más, ¿será que uno no se
cansa mientras se trata de alguien a quien ama? No lo
sé, quizá el poeta tampoco, hasta que un día se cansó
de escribir para ella, tomo sus bolígrafos y su libreta
de notas, se marchó con los poemas que le escribió a
aquella mujer, dejó de esperarla en la mesa de aquel
café, ya no la esperaba en el viejo sitio donde la vio
por primera vez.
Él se marchó y ella se quedó a vivir entre las páginas.
Fue el mejor poema que él poeta pudo escribir, el
poema inevitable, el que recordó hasta el último de
sus días y que, lamentablemente, ella nunca se atrevió
a leer.
A.
Pongamos dos primaveras, el verano de tu mano y el
verano sin ella, dos otoños olvidando el sonido de las
hojas secas, el invierno en que siempre regresas.
Pongamos mi olvido en bolsas que viven debajo de
mis ojos, el hasta luego que no termina y las
despedidas postergadas, tal como antes, sin previo
aviso.
Desde su despedida, si es que le puedo dar ese
nombre, le escribo con letras que no merece pero no
me canso... No me canso de buscar sin querer
encontrarla aunque el plan sea otro de mis tantos
intentos fallidos, se quedó a vivir en las canciones, en
las calles que caminamos sin lugar a donde llegar, y su
tacto, ese maldito, breve y sanador abrazo no
abandona mi cuerpo, su voz y su acento, las maneras
y su gesto de pocos amigos me acompaña, siempre
esta y de poco sirve cerrar los ojos si ahí también vive.
Pero ella era una mujer ave y como tal tenía que
emigrar, solo que ella lo hacía cada noche en una
cama distinta. Yo, en cambio, decidí hibernar hasta
ser capaz de verla sin que duela.
De aquí hasta donde mi memoria deje de tocarte.
AVISOS DE MADRUGADA
Dibujamos un camino de tinta invisible con puertas a
lo infinito, puertas que no tuvimos valor de cruzar
pues querernos a destiempo siempre ha sido nuestro
momento.
Ni siquiera es tan difícil, amor, necesitamos menos
personas en los papeles secundarios queriendo
resolvernos y complicarnos la vida y asumir la
responsabilidad de protagonistas, que si me das la
mano voy contigo sin saber a dónde. Que si dudas, no
me voy a encargar de resolverte, bastante trabajo hago
ya con quererte y con aceptar que enamorarme de ti
fue echar a volar para volver a poner los pies en el
suelo.
Yo que me he dedicado a escribir historias con un
protagonista a medio vivir y con un baúl de ilusiones,
cambiaría todas mis letras por un minuto viviendo en
tus ojos y por escuchar de tus labios, sin que lo diga
primero, que también me quieres del mejor modo que
puedes. Pero si no puedes hacerlo, si no quieres
intentarme y si el temor es más grande me voy a
retirar con el corazón en alto de haber querido bien y
mejor, sabiendo que lo he sentido todo y que yo no
voy a perder nada.
ALEJANDRA
Alejandra es el sabor que tengo de mis mejores
recuerdos, es las noches de Julio en que el clima de
esta ciudad hacía que las luces se apagaran y todo
permaneciera en silencio mientras mi madre me leía
cuentos de Poe bajo la luz de una vela. Alejandra es
aquella que me hace escarbar en sitios de mi memoria
que creía olvidados, como aquel de cuando era una
niña que quería atrapar una paloma sin saber que un
metro antes de llegar ellas estarían volando, es las
primeras líneas del Quijote que aprendí a recitar sin
tener que leerlas directamente del libro, puesto que en
ningún lugar de la Mancha recordé su nombre con las
ansias de querer olvidarlo, ni con toda la valentía de
un bolígrafo bailando sobre el papel he conseguido
borrar de las calles sus pasos.
Alejandra es la mujer de la que hablan las canciones,
aquella a la que se le dedican los versos más tristes, es
las pupilas de las que Bécquer escribió en aquel
cuento de una musa de ojos verdes que dejó presos a
tantos, que extravío a tantos, es la mujer de la que no
sé tiene certeza si has vuelto.
Alejandra es una mujer que vivía corriendo, de mí, de
ti, incluso de ella, hasta que una buena noche y con
los rayos del sol a la vuelta, me contó su secretos, los
susurró bajito en mi oído para que el pasado no la
alcanzará y yo prometí estar ahí por si alguna vez
tuviéramos que salir corriendo. Alejandra es las visitas
que se hacen sin previo aviso con un tulipán
escondido en la espalda, una taza de té y la poesía que
se lee cuando se está a solas.
Alejandra es de esas mujeres a las que no se puede
dejar de mirar, de aprender, de soñar, de pensar, ella
no abraza, rearma y habita en las canciones que solo
se cantan una vez, pero esto es algo que ya he dicho
antes.
Alejandra hoy cumple años y esta vez no puedo llegar
con una maceta de tulipanes porque sus flores
favoritas tienen otro nombre, no puedo enviarle una
carta pues ya no gusta de mis letras que no son más
que reproches e intentos de poesía barata, no es que
ella sea el poema que no se ha escrito todavía, otros
ya lo han hecho o le han compuesto canciones, pasa
que ella escribe para sí misma porque solo ella se
conoce y es entre esos borrones y espacios en blanco,
donde yo no alcanzo más.
HASTA PRONTO, NIÑA MALA
Ahora por fin terminó el tiempo, no quedan más
letras que obsequiarnos ni veranos cautivos en la
mirada, las manos se cansaron de tocar tu ausencia, la
silueta de las noches de insomnio.
Terminaron los vicios que causaban estragos o mejor
dicho, he decidido dejarlos. Ya no te veo entre las
avenidas Von Humboldt y 1°de Mayo, sabías
perfectamente donde estaban pero nunca llegaste.
Las memorias son un plato entero a degustar con
sabores placenteros y otros que causan malestares,
también son puertas que uno decide abrir cualquier
domingo por la mañana mientras escuchas a Matt
Corby. Sé que no hay interruptores que reviertan el
tiempo o que borren los momentos, son las propias
personas quienes eligen a donde ir. Tardé dos años y
medio en asimilarlo, el camino que quiero seguir no
está hecho para ti que desde hace mucho ya lo tenías
trazado.
Te libero de mis males, de mis nostalgias prolongadas,
de mis letras que solo hablaron de ti pues no
conocieron nada más, mis canciones ya no van a tener
tus ojos mirándome mientras cambio de un acorde a
otro y voy a tratar de que Suárez deje de recordarte.
Hasta entonces, espero que tengas los amores que
mereces, que aprendas a llorar sin esconder la mirada,
eso y que vueles, y que así como yo he decidido ya no
encontrarte, no hagas nada para buscarme.
NO VAYA A SER
No me importa perder la cordura en las líneas que
tienen tus manos, poco sentido tiene querer
esperando que lo hagan de vuelta, por eso para mí no
es problema que vengas a ocupar atardeceres que la
mayoría del tiempo prefería a solas.
Anda, sigue lanzando sonrisas con formas de flechas
que dan en el blanco perfecto, tampoco importa; pero
mira bien y asegúrate de ser la única que se ocupa de
lanzar, no vaya a ser que alguien de justo en el centro,
no vaya a ser que alguien se ocupe de darme el primer
beso antes que la primera mentira.
Y anda, sigue mirándome así que lo que no me dices
es lo que otros no callan, que lo que no te digo es lo
que sé que haces.
Asegúrate, hazlo deberás. No vaya a ser que tus
cálculos arrojen cifras incorrectas y alguien me
encuentre mientras miro cómo cae el sol y tú no
llegas.
RECUÉRDAME ASÍ
Créeme y recuérdame en un solo momento: cuando
dije que tus ojos eran bosque y eso para mí era
sinónimo de vida, incluso, si esa vida fuera sin mí.
Recuérdame en lo que llamo “nuestro beso más
tierno”, con mis labios sobre los tuyos riendo.
Recuérdame sin tantas dudas aunque estas existieran
en exceso, como mis ganas de querer verte cada día y
a todas horas.
Aquí terminan tantos errores ortográficos, te
devuelvo la falta de espacios que sin querer hacías en
mi mente y los acentos que no pusimos cuando
queríamos algunas veces, hablar de pasado; es aquí
donde pongo todos los puntos y aparte para no
volver a encontrarte, aquí, del mismo modo pongo los
finales sin puntos suspensivos porque prefiero
perderte a ti que volver a quedarme sin mí.
Te devuelvo también tantos sueños perdidos gracias a
mi insomnio, todo por esa manía de no querer
imaginar contigo nada. Porque nada era lo que menos
podría darte.
Aquí. Me voy. De ti. Para reconciliarme conmigo.
LA HISTORIA DE MI VIDA ES ROJO CARMÍN
Te recuerdo con vestidos de colores opacando las
flores de cualquier primavera, dejando el aire
impregnado de tu olor a margaritas. Tus pasos
siempre fueron firmes pero tu mirada daba paseos de
domingo por las vistas que ofrece el pasado, te
encantaba escribir sobre aquellos atardeceres y
pintabas tus labios color rojo carmín para tratar de
seducir al destino. Un buen día lo lograste y
cambiaron todas tus direcciones, el cielo se encargó
de pintar un camino sobre las aceras donde al final, ya
te estaba esperando; fue entonces cuando
comenzamos a camuflajear nuestras ansías de besos
con poesía y ahí no maldecíamos al tiempo, cómo
íbamos a maldecirlo si nos estaba ofreciendo la tregua
perfecta y no venía en un contrato con letras
pequeñas.
Avanzamos sin frenos hasta que los anteojos nos
mostraron crudamente quienes éramos, a ti te
espantaron mis ganas y mi forma de quererte, mi
impaciencia porque llegará el tiempo oportuno, sin
ver que ya lo estábamos viviendo. Yo no entendía la
frase que repetías tantas veces “eres la persona que no me
pide nada a pesar que nada que pudiera darte alguna vez sería
demasiado.” Desde que no te veo sé a qué te referías.
Ahora que voy caminando, ya sin tus preguntas y tus
ganas de querer descifrar el porqué de lo que estabas
sintiendo me doy cuenta que siempre se puede un
paso más aún sin tu mano y poco a poco he dejado
ciertas manías, dejé las llamadas inoportunas, todo el
tiempo con más copas de alcohol encima de las que
debo, he pasado tres veces en lo que va del año por tu
casa y no he volteado a ver la puerta esperando tu
sonrisa acompañada del abrazo de cada semana;
aunque siguen sitios donde tu imagen me pesa y sigo
sin saber si en esos recuerdos podré sobrevivirte.
INTENTARNOS
Lo que debería suceder es que en un arranque de
sinceridad me dijeras que también tú llevas tiempo
esperándome. Que tantas miradas y encuentros
causados no son casualidades ni destino, que somos
quienes están buscando alterar los factores del tiempo
y espacio.
Decirme que después de todo, es cierto, que hace
tiempo me vienes observando como yo te veo y
recurrir a un acto de valentía, jugarse la vida en
construir una torre de Pisa o cantarte algún bolero
antes de dormir, escarbar en los sitios recónditos que
dices no tener, salir a caminar con tal de descubrir
nuevos lugares.
Verte sonriendo cuando tenga que irme y poder
abrazar los miedos cuando te tenga cerca.
Porque encierras la libertad e inteligencia que no me
brindan otros, porque te veo y me veo. Por el paso de
pluma y las alas que tienes.
Porque entre tantos, te pude ver cuando sonreíste.
NECESITO UN AMOR
Me encantaría tener la certeza de que alguien desde
algún lugar piensa en mí o se imagina encontrando a
la persona a quien va a cantarle las canciones más
bonitas del mundo, contarse cuentos para niños con
los que surjan las sonrisas más sinceras, además de
tener sus propias historias; pasar las noches viendo un
cielo lleno de estrellas para perder la cuenta y que esa
sea la excusa perfecta para tener nuevos comienzos,
compartir un café acompañado de un cigarro, todo
esto, sin perder el compás de las canciones de
O’Halloran por la prisa de llegar a los sitios más
recónditos que puede tener un cuerpo o por eso de
las ansías de medir con besos y las palmas de una
mano los sueños que se esconden en cada lunar, sin
tener prisa por cumplir el sueño de ser astronauta, un
guardabosques o la poetisa que te regala poesía barata
con tal de hacerte sonreír. Sin prisa, necesito un amor
sin prisa para que no caduquen las ganas, un amor
capaz de cubrirse conmigo debajo de las sabanas
cuando los domingos quieren asesinarme, un amor
sincero que pueda verme sin rejas en los ojos, un
amor que sepa adivinar cada mirada y pueda
reconocerme sin hablar, necesito un amor capaz de
contarme sus sueños para hacerme partícipe de ellos o
de ser así, dejarle avanzar si debe ser sin mí, un amor
que sepa querer y que pueda quererme, un amor de
antes, donde la sinceridad y las ganas de desnudarle el
alma vayan primero que la ropa
TE DI MEDIA VIDA
Te pareces tanto a la protagonista de aquel libro que
releí tres veces para intentar olvidarte, olvidarnos. Al
igual que a Ricardo me sigue sorprendiendo el destino
y volver a encontrarte cada vez distinta; tus facciones
son las mismas, no ha cambiado el color del
pintalabios, te has cortado el cabello y carajo, sigues
usando esos vestidos, luces aún más delgada, pero
conservas la coquetería de siempre, es solo que ahora
me miras diferente, como si quisieras asegurarme que
encontrarnos tan inesperadamente no ha sido
coincidencia y tratas de escarbar en mi mirada
mientras te muerdes el labio inferior y me sonríes, no
sé qué quieres escuchar. Me conoces bien y no tardas
en decir: entonces, ¿la ciudad no es tan pequeña como
creías? Sigo sin saber que responder, eres tan bonita y
quisiera detener el tiempo mientras sonríes,
perdonarnos las cosas que no supimos hacer y no
saber vernos como lo hacemos ahora, porque eso
bastaba, ¿sabes? No hacía falta buscar las palabras
perfectas ni mucho menos inventar alguna frase
original, no nos dimos cuenta que con vernos así, con
sonreír así teníamos el mundo en las manos.
Te perdono todo, fue lo que te dije mientras nos
veíamos sin apartar la mirada y espero no haberme
equivocado en lo que decías también, porque de ser
así, te debo tanto, eres quien más me ha enseñado sin
querer hacerlo, gracias a ti y a los empujonsitos que
nunca dejaste de darme he llegado hasta aquí. Y si,
siempre he creído en ti incluso más de lo que tú
podrías, tengo la certeza de que algo vive, sigue y late,
pero que el vértigo a las alturas, los miedos e
inseguridad van primero que yo, no te preocupes, ya
te voy entendiendo.
Nos abrazamos y tengo la guitarra en el hombro
derecho, lo cual no permite que puedas rodearme
como solo tú sabes abarcarme, estoy casi segura que
aún con lo dicho en ese momento pasará el tiempo
para volver a vernos, entonces, guardo el aire en el
estómago y me armo de valor para rodear tu cintura
con mis brazos mientras te doy un beso en la mejilla.
Nos vemos y sonreímos una última vez, comienzas a
caminar, no tengo el valor para ver cómo te me
escapas otra vez, por lo que yo también apresuro el
paso y prendo un cigarrillo, respiro mucho y
profundo mientras el sonido de tus pasos se clava en
mis oídos para no volver a escucharlos regresar.
“LA DE LOS LABIOS ROJOS”
Conocí a una mujer con las piernas más largas que he
visto, suele pintarse los labios y usar corrector para
ocultar las ojeras, creo que le gustan las alturas, a mí
me dan pánico, sin embargo me armo de valor para
subir con ella a cualquier tejado.
A veces parece estar ausente y distraída cuando cruza
o camina sobre las calles, pero me he dado cuenta que
no es su culpa distraer a los conductores y transeúntes
porque es imposible que pase a un lado tuyo y ver
hacia otro lado.
La chica de los labios rojos suele reír de vez en
cuando conmigo mientras con toda la seriedad del
mundo le digo una tontería. Ella me observa mucho,
yo no sé sostenerle la mirada ya que eso implica
quedarte a vivir y desconozco a qué parajes da aquel
bosque.
Ella no se sabe conmigo. Yo no me siento con ella, es
solo que dentro de aquel juego no hay modo de salir
sin que, mientras te vas, des la vuelta y ella vuelva a
sonreírte.
CÓMPLICE
Ellos, los de antes, extrañan quienes fueron, son los
recuerdos de las madrugadas sin dormir y el sabor de
los labios a frutos rojos con urgencia de los besos del
otro lo que los une, las canciones y los días que
pasaron viendo atardeceres.
Ella con miedo a tocar la luna, todo el tiempo
escapando con un libro debajo del brazo, con la
mochila llena de pasado, de dudas, de mares que
nunca tuvieron fin y claro, con su libreta de notas y
un bolígrafo. Él con su guitarra y las melodías que
tocaba a altas horas de la madrugada, su pasión por
sentir, los ojos color miel, las manos impacientes por
volver a encontrarla. Ellos son cómplices cuando se
miran y saben que en el silencio se dicen todo, cuando
se ríen y juegan a quererse son cómplices, lo saben y
por más que intenten no saber del otro, por más
alejados que estén conocen el camino de regreso.
Contigo se puede confiar en el momento, vivir el
instante y crecer, uno echa raíces con solo verte
porque no pides nada y lo entregas todo, porque
como tú me mirabas no lo ha hecho nadie, pero yo y
mi estúpida urgencia de escapar por miedo a ser
valiente, por acostumbrarme a ti y temer al no
encontrarte.
Recuerdo cada palabra y las aventuras juntos, el “te
amo” de aquella mañana mientras yo me hundía y mi
no saber qué decir.
Siempre me ha costado aceptar que fuiste tú quien me
enseñó a usar el corazón, que tu tacto es el tipo de
tacto que mi piel reclama, que tus labios cuando rozan
los míos derraman sobre mí el deseo de amar, que te
sigo buscando en otras personas y en ningún corazón
estás. Y aunque sé que mañana no vas a llegar tengo
con tus manos trazado mi cuerpo.
TE DOY MEDIA NOCHE
“¿Cómo coño en media noche convences a una persona que lo
que tú quieres es una vida y media?”
Me gustaría poder encerrar en un papel los momentos
para poder sobrevivir a ellos, guardar nuestra historia
en un baúl sin llave, hacer que el reloj se detenga para
que su tic- tac deje de marcar los minutos, los
segundos, las horas, borraría del calendario los días 15
de cada mes para dejar de contar los días que he
pasado sin tus manías sin sentido, quitaría también
septiembre, me llevaría el verano que se vistió de ti
con tus vestidos de colores.
Verano del 2013, quizá fue un lunes por la mañana…
La bandeja de entrada me avisa de un nuevo mensaje,
no espero nada, hace tiempo estoy cansada y me
quedo con mis libros, con el otoño de mi habitación,
prefiero las letras de Sabines y los versos más tristes
de Neruda, juego a escribir a desconocidos con los
que tengo recuerdos en común, sin embargo, me
sorprendo al ver el remitente y las coincidencias de
los días anteriores juegan con mi mente: el sueño de
hace una semana, las conversaciones durante dos
madrugas, mayor coincidencia que nuestra primera
conversación fue sobre pecas en las que también tú
habías encontrado sitio y donde cada vez se te iba un
poquito más la cordura. Respondí sin escribir asunto,
con un “no tengo ahora, pero dame tu número y yo te
escribo.”, no sé qué habrá pasado por tu mente
cuando viste mi respuesta, pero paso que a los pocos
días, un jueves por la tarde por fin decidí saber de ti,
entonces en un intento fallido me quite los miedos de
la piel y de los ojos para poder tocarte, para poder
verte como solo podría hacerlo contigo, como no voy
a repetir con alguien más. Hablamos de ti, de los
problemas cotidianos, los sueños inconclusos, amores
pasados, te conté un poco de mí y con precaución fui
desnudando partes de mi vida que preguntabas y no
cuestionabas ni hacías juicios, las horas fueron
transcurriendo hasta que de repente nos dieron las
once de la noche y yo sentía como si fuéramos a hacer
de ese momento, el momento perfecto, el eterno,
supe que serias mi mejor poema, mi amor inconcluso,
las despedida que no llega. La primera noche me
mostraste el tatuaje que tienes debajo de tu pecho
justo en lado izquierdo, no pregunté porqués, aunque
tengo la certeza de que también reíste al darte cuenta
que estabas mostrándole el cuerpo a una desconocida.
Las 12:00 p.m., nos llegó la medianoche y fue en ese
momento cuando dije que sería mejor si me iba a
dormir y te dejaba descansar, tú no tardaste en
responder y ese fue el comienzo de todo este
embrollo: ‘No te duermas y quédate conmigo esta
noche” y al día siguiente una publicación en
Facebook: “Debes saber que mis noches son largas.”
y así fueron pasando los días desde la primera
llamada, las preguntas sobre qué es un suspiro,
empezó ahí tu manía de querer entender lo que
estabas sintiendo, comenzaron los miedos y se fueron
convirtiendo en dudas, te presente a O’Halloran y de
tu mano descubrí los poemas más bonitos, los leí para
ti, me convertí en cuentacuentos para aliviar tu
insomnio y no hubo día en que no sonriera por causa
tuya. De tu libro favorito no hablaré más, bastante me
ha costado salir de esa historia sin los ojos
cristalizados y recuperar las ganas, diré que te
encontré en cada página usando los vestidos de la
niña mala, dejando olvidado tu cepillo de dientes en
mi buró y que aquel viaje fue el más largo y triste para
conocer París. Desde entonces fumo demasiado e
intento escribir nuestro capítulo final, he tenido tres
intentos fallidos, una carta llena de reproches, el
poema sobre una maleta rota y canciones. Haz de
aceptar, amor mío que deje algo bueno, te deje a
Andrés Suárez y los poemas de Carlos Salem, en la
puerta de tu casa unas cuantas rosas que si
comparamos con las que recibes ahora, bueno, la
cantidad de rosas no alcanzaría ni le haría justicia a las
que te envían todas las mañanas.
El problema sigue siendo el mismo: siempre creí que
aquellas noches serían de nunca acabar hasta que se
fueron agotando nuestras ganas y mi espera comenzó
a desesperarme, entonces tú buscaste en otras camas y
yo me quede esperando otro viaje a París. De tu
mano. Contigo.
A MI ABUELO
Hoy mi abuelo cumpliría 83 años. Lo recuerdo en la
fotografía que, seguramente, la mayoría ha olvidado.
Tengo en la memoria el recuerdo indeleble de los días
en que, con unos trece años menos, lo veía tomando
el sol en la casa que construyó para los suyos, la
misma que me devuelve la calma y que sé como mi
único hogar.
Cómo voy a olvidarlo si llevo en la piel su sangre, si es
por él que la música viene desde pequeña, si sus
canciones favoritas son un dúo pendiente para
cuando vuelva a verlo; yo en la guitarra y por
supuesto, él en las percusiones.
Cómo vamos a olvidarlo si cada nieto tiene el color de
sus ojos, siempre llenos de calma y trabajo, ¿cómo
voy a disentir si el nunca dejo de hacerlo? Y es por él
que creo que la única respuesta, la única meta y el
único fin es y seguirá siendo el amor.
Hoy mi abuelo cumpliría 83 años y los sigue
cumpliendo en la memoria de los que aprendimos a
soñar sin perder el suelo y saber que si hay despedidas
que no llegan es porque tal vez nunca hubo motivos
para hacerlo.
2 Mayo, 2016
A la mujer del
cabello de nube
©
Ojalá y nunca hayas leído nada de lo que te he escrito, porque
me destrozaría saber que a pesar de eso no me has buscado.
— Mario Benedetti.
PARA TI, POESÍA
Que me perdone Bécquer y que me perdone Neruda
pero poesía no fuiste tú ni los versos más tristes, que
me perdonen los poetas por blasfemar en contra de
sus letras, que me perdones tú.
Una vez descubrí de qué se hace la poesía o creí
haberla descubierto, la confundí con el color carmín
de los labios de una mujer que vestía de otoño en
primavera, me atreví a cambiar el título de los poemas
para ponerles su nombre, en sueños, días antes de
conocerla aprehendí en la oscuridad la piel erizada de
sus caderas y con mis dedos supe cuánto medía el
largo de su cabello. Conocí el sabor que tienen los
primeros besos, besé con urgencia y también sin
prisas, descubrí los atardeceres en los ojos de Axel y él
con sus manos los pintó sobre mí, reconocí el sabor
que tienen los te amo cuando no se corresponden y
baile bajo la luna con canciones que tocaba para mí en
su piano y sí, eso para mí era poesía.
Fumé cigarrillos en la terraza de la casa de mis padres
mientras bebía una cerveza y escuchaba a Suárez, reí
como una niña pequeña con los chistes de mi mejor
amigo y de la mano de lo que se me permitía fui
descubriendo lo que es el miedo, la confusión y la
alegría. Me arme de valor para articular te quieros sin
intenciones ni motivos y prometí a quien no debía ser
valiente y así, sin arrepentimientos me atrevo a decir
que eso para mí es poesía.
Lloré hasta quedarme dormida, canté sin ver a los
ojos para no olvidar la letra o los acordes y debo decir
que aún con esas precauciones perdí el ritmo pues su
mirada se colocaba sobre mis movimientos. Descubrí
que no todos los besos que se dan un viernes por la
noche tienen contratos y perdí los modos por caricias
sin pasión, de manera evidente, carentes de amor,
pero también descubrí que hay noches de viernes que
prometen lo eterno aunque este término se efímero.
Mis manos averiguaron que poesía también es una
caricia indecente si es sobre la piel de una nube, sin
planearlo dejé que mi cabeza descansara sobre su
pecho y esa ha sido la única vez que alguien me ha
abrazado del modo en que yo suelo hacerlo, mi
almohada escuchó el ruido que hacen los sueños de
una mujer que convierte en victorias cada perdida, mi
boca recitó aquello que debió ser dicho “Hace ya
mucho tiempo”, tuve que evitar alzar la cabeza
mientras sus pasos se alejaban para dejarle caminar sin
cadenas y aprendí a no callar cuando el corazón
siente, aunque claro, dejé al silencio hablar cuando fue
necesario porque aún no conozco a alguien o algo que
haga más ruido que él y si, para mí todo eso seguirá
siendo poesía.
Que me perdone Bécquer y que me perdone Neruda,
que me perdones tú porque poesía son los momentos
en que se muere la vida para después devolverla.
LA MUJER DEL CABELLO DE NUBE
Hace unos meses encontré una clase de humano que
no figura entre los humanos.
La mujer del cabello de nube llegó en una sola entrega
al mundo pasando las vísperas de primavera mientras
el año 93 iba despertando, siendo un poco más
pequeña que algunos y más enorme que otros.
La mujer del cabello de nube suele andar con el paso
acelerado y sin prisa de llegar, eso explica porque
tarde tanto en encontrarla, es de esas personas que
aún pueden tumbarse en algún lugar con pasto a ver
las estrellas mientras ellas se preguntan qué hace un
planeta así en un lugar tan lejano y no ocupando un
lugar en el cielo, es también una guerrera pues cada
vez que me mira me reta a comenzar una batalla entre
almohadas donde no tengo oportunidad, pues
siempre tiene un truco bajo la manga.
La mujer del cabello de nube es como los hombres
con traje que anuncian pronósticos, siempre falla
cuando del tiempo se trata, el tiempo va en función
de la intensidad de los besos que me da por sorpresa
o el ritmo en que mis dedos se van hundiendo en su
cabello. Esta mujer no es que tenga súper poderes, es
que ha descubierto cómo hacerme sonreír sin estar
cerca, tampoco es que me enamore, al contrario, me
revuelve la vida, le da giros que desacomodan y es en
ese desastre infinito donde quiero caminar.
La mujer del cabello de nube llega así, de sorpresa, en
un parpadeo, en el preludio de una canción, en los
besos que deben darse cuando se debe callar.
Le quiero por razones que no intento enumerar, por
sus alas que buscan todo el tiempo extenderse e
invitarme de vez en cuando a dar un paseo, le quiero
sin buscar motivos para hacerlo porque su existencia
es toda justificación a por qué le quiero. Le quiero
porque su paso en mi vida es un fenómeno natural
que, incluso los expertos, no podrían explicar.
ANTES DE TI
Antes de ti encontré la belleza un par de veces, me
cortaron la piel las canciones y los besos que daba no
eran más que veneno con saliva amarga, memorice
poemas que nunca me he atrevido a recitar al oído de
nadie, ni siquiera a mi pues siempre he tenido miedo
de enfrentarme cara a cara.
Ahora que estás y sin descartar mis ganas de
comenzar a vivir sin miedos y sin reprocharme las
maneras bajo las cuales sonrío es cuando veo que las
sorpresas están todo el tiempo, nunca sabremos si en
algún sitio hay un plan escrito, uno elige de dónde es
y a dónde quiere llegar, por eso quiero caminar y si es
que hay un plan listo, leerlo contigo yendo de la mano
o en todo caso, tener el plan B listo y escribirlo.
Quiero que encuentres en mis ojos un lugar al que
puedas recurrir si alguna vez no sabes dónde te has
olvidado, quiero ser para ti la confianza que se tiene
cuando se es pequeño y todavía no te han lastimado,
cuando crees que todo se puede y de no poder, buscar
cómo.
Eres un respiro para los pulmones, mis miedos
expuestos, la libertad que se siente al estar
acompañada, el silencio que no incomoda, eres los
restos de un corazón en ascuas que al encontrar los
restos de cenizas volvió a arder, eres la canción que
habla de un sueño donde a ella le desvisten los miedos
y al abrir la ventana se escapan.
No me imagino conociéndote hace seis meses o un
año antes de este porque de tanto repetirlo estoy
comenzando a creer en los tiempos perfectos, como
el de aquella noche en que rompimos la coraza y mis
ojos desde entonces no dejan de verte y te hacen
protagonista de la historia que, te lo prometo, no
quedará en tinta y papeles.
RAZONES INJUSTIFICABLES
Estoy enamorada de usted. Que maldita
equivocación, que testarudos los sentimientos que no
se cansan de sentir por quien no deben. Que poca
sintonía tiene lo que se piensa y lo que se quiere decir.
Usted es inspiración y debo aclarar que no de aquella
que utilizo para poder escribir, puesto que de ser así
no habría compartido los momentos que vivimos.
Poniendo las cartas sobre la mesa, tengo que
confesarle que escribir es mi método de escape y
yendo de su mano difícilmente conocí los bolígrafos,
su saliva es (me gustaría poder decir era) la tinta que
devolvió los colores a un montón de rincones que se
habían pintado a blanco y negro. ¿Cómo le explico
que sus labios siempre me gustaron al natural? No
aprendí a dejar de verle sonriendo, disfrutando las
victorias que consiguió y mucho menos supe decir no
cuando fue su boca la que me susurraba inesperados
te quiero.
Usted dejó sueños tirados en mi lado de la cama,
¿cómo voy a soñar si son esos mismos que descansan
en mi sitio los que me roban el sueño? Dígame dónde
están las fronteras que separan su cuerpo del mío, si al
abrazarle no había límites ni distancias y nuestros
cuerpos se volvieron uno sin dejar de ser de cada uno
y dígame también, ¿era solo idealización mía o sus
ojos aprendieron a verme? Yo aprendí sus gestos, en
mi mente se grabó su aroma, mi mano aprendió a ir
de la suya sin atarle por si acaso necesitásemos huir de
algo y mis pasos pudieran detenerle, discúlpeme, pero
yo aprendí a quererle, mis manos aprendieron la
textura de su cabello y es en su cintura donde no supe
encontrar la cordura.
Carajo, que jodido e injustificable es tener que verle
caminando sin que sus pasos le lleven a mí, que
jodido es terminar una historia que, no sé usted, pero
sigo firme, tenía más que dar. Y que cobarde me
pareces ahora, corazón.
LA CARTA QUE NO TE DI (A QUIEN
CORRESPONDA)
Buenos días, tardes o noches, bonita. Hoy es un día
quizá como cualquier otro, aunque a mi parecer tiene
su toque mágico, no sé si para cuando estés leyendo
esto ya habré podido darte un abrazo y un beso, de
no ser así todavía, haz una pausa aquí e imagina mis
brazos comenzando a rodear tu cintura y el beso en la
frente que te doy cada vez que tengo oportunidad.
¿Eso funcionó? Porque si no, por favor recuérdame
dártelos la próxima vez que te vea.
Antes de que continúes leyendo necesito aclarar algo,
no soy de esas personas que llegan a disfrutar una
fecha en especial o dar algo mes con mes, creo
totalmente que cada día puede ser inigualable si así se
quiere, inolvidable si veo tu sonrisa... es solo que hoy
siento la necesidad de dar gracias a cada intento
fallido, a las casualidades que nos llevaron a
conocernos y sobre todo a las no tan casualidades,
que mejor debería nombrarlas como causalidades.
Sé que el camino no siempre puede ser fácil, que lo
desconocido da miedo y tengo todavía más claro que
esas dos cosas se me escapan cada vez que te veo
caminando conmigo. En fin, nunca va a estar de más
decir que quiero seguir compartiendo contigo tus
enojos, los dramas que no sabes hacer, las
conversaciones que nos hacen entrar en controversia,
las canciones que nos gustan y las que utilizas para
molestarme, incluso los malos momentos y que
tengas la seguridad de que, si lo necesitas, ahí va a
estar mi brazo para sostenerte. Eres de las personas
de las que se puede aprender a no ceder y creer que se
puede.
Gracias por intentarlo, por arriesgarte y estar. Te
quiero de una forma que mi mente aún no
comprende. Te quiero en cada beso y cada abrazo. Te
quiero el día en que puedo despertar y agradecer esto,
lo nuestro. Te quiero en cada sonrisa que provocas en
mí.
QUIERO
Quiero salir a buscarte sin cigarros en mano, sin
guiones escritos, con los ánimos de que puedas
quedarte.
Quiero pintar en tu piel los porqués de mis te quiero,
quiero que aprendas a sentirme estando lejos y que no
existan lazos que nos unan sino alas que permitan
extender nuestro vuelo.
Quiero hacer crecer los momentos, que el césped de
los parques se convierta en nuestra cama con vistas al
cielo cuando se llene de estrellas, quiero ver crecer tu
cabello cada vez que lo sostenga entre mis dedos,
quiero que tus besos sean mi mejor anestesia cuando
llega de visita la rutina y que sea el estar de siempre lo
único que nos mantenga luchando.
Quiero que seas más que uno de esos amores que
vienen de visita y abren caminos llenos de miedo,
pero no quiero ser quien te prohíba vestirte de él.
Quiero que sigas dejando por mi habitación el olor de
tu cuerpo, que las batallas de almohadas terminen
siempre en tu risa, que volvamos a reírnos de todos
un viernes por la noche mientras mis manos en la
oscuridad pierden el control debajo de tu suéter.
Quiero que te quedes sin intentar convencerte, que te
detengas a pensar en lo nuestro y lo bonito que se
vuelve el mundo cada vez que nos miramos.
Quiero que quererme sea lo que quieres...
DESEO
Un amigo y también escritor el día de mi cumpleaños
me dijo algo así “te regalo una estrella fugaz para que
desees lo que gustes”, por mi mente pasó primero la
luz de aquella estrella y al mismo tiempo me di cuenta
que al quedarme pensando en cómo sería, ya se me
habría escapado.
Unos minutos después y con la voz de mis padres al
fondo diciendo “pide un deseo, pude percatarme que
en cada pensamiento vas conmigo.” Resultó
imposible hacerte a un lado de mi mente, sin embargo
no fuiste tú lo que desee al soplar, pedí algo parecido
a esto: deseo no tener miedo y afrontar lo que venga,
lo cual involucra los aspectos más importantes de mi
vida. No pedí, por ejemplo que te quedes un tiempo
prolongado, tampoco que seas tú la persona que esta
vez no se va a ir o que tus ojos sean para mí un hogar,
mucho menos ser yo la persona que te hace reír o
aquella a la que buscas para acompañarte cada día y si
no me equivoco, el contarte lo que pedí por deseo
rompe los esquemas de aquello que, para mi, no viene
de otro lado sino del corazón y al parecer, también es
posible que no se cumpla, no me preocupa, ¿sabes?
Porque aún diciéndolo, confío en que cada paso debe
acercarme más que cualquier estrella fugaz o cualquier
velita que pueda apagar con estos pulmones que a
veces se cansan, pero que inhalando un poquito,
vuelve a recuperar el aliento. Te cuento esto
recordando lo que te dije aquella vez en el parque
sobre una promesa y mi querer prometerte la vida.
Ningún deseo se va a igualar a las ganas que tengo de
conocer al mundo contigo y a pesar de que a veces el
camino se muestre inestable, lleno de baches y grietas
que cualquier niño disfrutaría esquivando, quiero que
sepas que hay sentimientos que con unas buenas dosis
de abrazos vuelven a tomar fuerza para jugarse la vida
creyendo en noches que prometen lo eterno aunque
duren un segundo. Te quiero y si hay algo que deseo
es que aun estando conmigo nunca dejes de ser tú.
ME PROMETÍ NO HACERLO
He pensado en ti más de lo que estoy dispuesta,
sigues dando pasos silenciosos por mi mente y me
toma por sorpresa cada vez que veo a alguien con el
cabello volando como el tuyo suele hacerlo, en la
espera, por supuesto, de que no seas tú (yo tampoco
me creo.)
No he logrado sanarme como sé hacerlo, me he
inventado nuevas formas pues contigo ningún plan ha
funcionado, ahora canto para extraños a los que les
cuento nuestra historia y mira que con ellos mis dedos
no se detienen al primer acorde. Eso sí, he vuelto a
los viejos hábitos del cigarro por la mañana, los libros
ya no están en el librero y, regularmente despierto con
ellos durmiendo a mi lado, el café se ha vuelto
anestesia contra los sueños que no quiero tener
contigo, sin saber que son los que no cumplimos los
que no me dejan descansar.
Amor, es la primera vez que voy en contra de lo que
me digo, pero entiende que al empezar contigo me
prometí no mentirme y perdona, es que no puedo ir
en contra de los sentimientos, de mis sentimientos,
aunque tengo claro que no puedo obligar a los tuyos.
Todo, desde el primer beso, la primera charla y el
primer te quiero lo hicimos tan bien que no dejarte ir
me parecería una falta a la moral. Tengo que decir que
agradezco a los amores que no me permití vivir y
considero doblemente importante que sepas que las
heridas no fueron en vano, tampoco quiero salir
limpia, yo también hice daño, es por eso y no por
cualquier otro argumento, que me parece absurdo no
luchar por lo que hizo falta, te repito, lo hicimos tan
bien y dejamos los miedos en el intento que de tu
mano descubrí por qué no respondí cuando me
preguntaron las intenciones que tenía contigo, todo
eso no son más que cuentos que nos han hecho creer.
No existen las intenciones, son las acciones y las
ganas quienes no me permiten esta salida cobarde, no
me parece correcto dejar ir a la única persona que
logró poner un antes y un después a esos para
siempre que nunca se cumplían.
CADA VEZ
Cada vez que su recuerdo vuelve a caminar despacio
por mis sueños un frío inexplicable vuelve a recorrer
cada pliegue de mi cuerpo erizando la piel.
Cada vez se vuelve más difícil intentar explicarme y
entender los sentimientos que no caben ya en los
planes que ella va cumpliendo. A mi, que no he
encontrado paso rápido cuando se ha tratado de
decidir, no sé explicarme qué pasa cuando le veo
marcharse y lo único en lo que puedo pensar sin
detenerme, es en salir corriendo y abrazarle, pero
tengo claro (y por supuesto, es lo que no me deja) que
no es más nuestro tiempo.
Cada vez se vuelve más difícil luchar contra los
sentimientos, sobre todo cuando prometiste serte fiel
y no sabotear el amor que no quedó en intento.
Cada vez me queda más claro que tenía que volver a
dolerme, que tenía que hacerlo, pero contigo, que si
no hubiera sido de tu mano, no hubiera sido otra. A
ti, que supiste encontrar mi punto débil sin intentar
complacer lo que quería, que escuchaste conmigo las
canciones que dolían mientras me recostabas en tu
pecho y que hiciste todo sin quererlo, sin darte cuenta
que me estabas queriendo. A ti, cada vez, cada noche
de Luna, cada siempre, cada sueño impaciente. A ti,
todas las canciones que salen de mi puño. A ti, mis
hasta siempre.
DESAPRENDÍ A MENTIRME
Desaprendí a mentirme, ya no me sirve creer que el
olvido llega en los labios equivocados, pero tampoco
distingo cuáles son los indicados y es que, he perdido
tantos que seguramente los dejé olvidados en un
envase de cerveza o en alguna colilla de cigarro
compartida.
Desaprendí a mentirme cuando te vi sin cerrar los
ojos porque verte con el corazón no iba de la mano
con tus planes. Nos pudimos ahorrar tanto.
Desaprendí a mentirme cuando deje de justificar tus
acciones, carajo, no había nada que justificar. No
había nada de planes o tiempos perfectos, decisiones,
eso es la vida y aunque también las hay malas, hay que
saber no quitar el tiempo... Mírame (risa burlona), ya
hablo como si de verdad supiera de eso, si lo pierdo
entre canciones y lo mal invierto escribiendo (para ti,
una vez más, tarde.)
Desaprendí a mentirme un jueves por la noche
cuando tenía más grados de alcohol de los debidos y
me solté a llorar sin agachar la cabeza o ¿es que no es
digno caminar con la cara en alto al saber que estás
sanando?
Desaprendí a mentirme el día que decidí no cambiar
la funda de mi almohada, cuando seguí durmiendo en
mi lado de la cama, al continuar descansando en mi
sillón favorito y al seguir visitando los lugares que
frecuentábamos pues me di cuenta que el recuerdo no
se había quedado en aquellos lugares, más bien, iba
caminando conmigo cuando menos debía, hijo de
puta.
Desaprendí a mentirme cuando recordé nuestro
primer día, al releer las conversaciones y percatarme
de la sonrisa imbécil que se me había dibujado,
aunque debo confesar que me dolió más escuchar la
canción que se escribió para ti, la misma que borre a
los pocos minutos, fue meramente por salud mental
propia, aquello si era necesario, suficiente inmortal ya
te había hecho en los escritos como para dejarte serlo
dos minutos y medio más.
Desaprendí a mentirme cuando me di cuenta que no
se deja de querer cuando te miran a los ojos
sosteniendo verdades que terminan siendo falsas y
bajas mentiras.
Desaprendí a mentirme con las armas que tú me diste.
Sigo desaprendiendo a mentirme cuanto me prometo
que esta vez será la última que pienso en ti.
17 mayo de 2016
Sabines decía que «un pedazo de Luna en el bolsillo es
mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a
quien se ama».
La Luna, nuestra fiel compañera cuando tú en tu
habitación y yo en la mía, veíamos cómo se iba
escondiendo. Qué gran cómplice tuvimos, mi amor,
cuando meteorólogos dijeron que sería la primera vez
después de algunos años en que aparecería y no era
casualidad que tú estuvieras ocurriendo también en mi
vida. Cómo te echo de menos cada vez que volteo a
mi ventana y la luz no me deja descansar, no se ve
igual sin tus ojos y aún me resulta imposible disfrutar
la poesía que recité a tu oído para que pudieras
descansar.
Meteorólogos podrán hacer mil cálculos sobre la
Luna y su proximidad a la Tierra, pero nunca sabrán
que contigo parecía posible tocarla.
Una vez más, C, tarde...
28 Mayo, 2016
Hoy he escuchado en bucle a Quique González
mientras recito a García Montero con el inigualable
poema “Aunque tú no lo sepas”.
Han pasado un par de días desde aquel encuentro,
inigualable también. Ya había olvidado, de manera
temporal, el temblor que es tenerte cerca porque
aunque físicamente hablando no nos tenemos ni
mucho menos estamos, lo que guarda el corazón
difícilmente se olvida. Yo, por ejemplo no olvido la
calidez de tu voz o la ternura de tus labios y cada día
recuerdo el abrazo donde mi cuerpo entendía cada
esfuerzo; mi almohada, desde que dormirse en ella
extrañamente no encaja más con mi cabeza, las
cuerdas de mi guitarra cada vez desafinan más con mi
voz y te juro que las cervezas ya no tienen el mismo
sabor. Lo estoy haciendo mal en mi intento de
olvidarnos.
Es la octava vez que le repito a mis dedos que dejen
de dedicarte letras que debieron llegar hace tiempo, de
sobra sabes que para mí cualquier tiempo, es tarde,
que no aprendí a conjugar los verbos.
Y, es la octava vez que me repito que hoy tampoco
vendrán tus bromas a rescatarme.
LO SÉ, SÉ QUE…
Sigo perdiendo las formas por sus labios, no he
dejado de morir por su risa, mis ojos se llenan de
sueños cada vez que le veo caminando a unos cuantos
metros lejos de mí y mi cuerpo se deshace cuando
vuelve a abrazarme.
Cada vez desde aquella última, sin que ella lo sepa
sigo aprendiendo sus manías, sé que cuando está
nerviosa sus manos comienzan a juguetear, que
cuando nos cruzamos en el camino se esconde detrás
de la primer persona que vaya delante, sé que llegar a
tiempo no está entre sus prioridades, pero siempre,
siempre es exacta cuando cruza la puerta, sé que
podría pasar unos cuantos minutos observándote sin
que te des cuenta para después reírse de tu falta de
paciencia, sé que despierta a la misma hora las noches
en que algo le preocupa (y, miren que a simple vista
eso resulta imposible), sé que su posición a la hora de
dormir es boca abajo y que si sus pies tienen frío no
puede hacerlo, también sé que a veces suele ser tan
perezosa que cualquier sofá es su cama perfecta, sé
que conoce un par de acordes y que su rasgueo es
demasiado simple para ser ella (de arriba hacia abajo);
conozco la forma en que con la mirada te invita a
morir en su boca después de haber cantado para ella y
para qué callarlo, sé el movimiento que tienen sus
caderas cuando se deja llevar en la parte trasera de un
auto.
Reconozco su mirada cuando esconde algo, es decir,
cuando la razón la detiene para no decir lo que siente,
conozco la manera en que descansa en mi hombro
respirando en el hueco que hay entre este y el cuello,
sé la forma que tiene de hacerte caer rendido por ella
cuando su boca al hablar no conoce el respeto al
espacio ajeno, conozco el triángulo que forma su boca
cuando algo le emociona y también su risa burlona
cuando no puedes ganarle las peleas de almohadas. Sé
que ha tenido más de 100 golpes en las rodillas y que
aún con eso, además de no poder evitarlo, no sabe
decir que no a los próximos. Sé que tendrá la
consideración de preguntar lo que piensas para
después, llevarte la contraria. Lo sé, sé que te sería
imposible no querer caer en ella y sé que es tan única,
tan orgullosa y tan testaruda que no va a volver.

Más contenido relacionado

Similar a Romantic works -_2016

Presentación de historia de amor ... ángel ramos..
Presentación de historia de amor ... ángel ramos..Presentación de historia de amor ... ángel ramos..
Presentación de historia de amor ... ángel ramos..Literatura y Tradición
 
Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...
Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...
Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...Gastón Matute
 
Todos mis futuros son contigo marwan
Todos mis futuros son contigo  marwanTodos mis futuros son contigo  marwan
Todos mis futuros son contigo marwanAndrea Durán
 
Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)
Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)
Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)Jonathan Molina
 
Textos de amor. Recital 2011.
Textos de amor. Recital 2011.Textos de amor. Recital 2011.
Textos de amor. Recital 2011.FOCEGO
 
Aquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdf
Aquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdfAquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdf
Aquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdfyopyop14
 
El amornoseacabacuandotevas
El amornoseacabacuandotevasEl amornoseacabacuandotevas
El amornoseacabacuandotevasC0razonanorexic
 
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza.
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza.
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza.
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza. upbeatitem3356
 
RSA1 Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008
RSA1   Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008RSA1   Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008
RSA1 Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008SaborArtistico
 
UN DOMINGO POR LA TARDE
UN DOMINGO POR LA TARDEUN DOMINGO POR LA TARDE
UN DOMINGO POR LA TARDEGastón Matute
 
Latidos que no te dije Libro de Roos Roos
Latidos que no te dije Libro de Roos RoosLatidos que no te dije Libro de Roos Roos
Latidos que no te dije Libro de Roos RoosNathalieQuan
 

Similar a Romantic works -_2016 (20)

Presentación de historia de amor ... ángel ramos..
Presentación de historia de amor ... ángel ramos..Presentación de historia de amor ... ángel ramos..
Presentación de historia de amor ... ángel ramos..
 
Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...
Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...
Forastero, extranjero, inadaptado, rebelde, problemático, fuera de tiempo, ll...
 
Todos mis futuros son contigo marwan
Todos mis futuros son contigo  marwanTodos mis futuros son contigo  marwan
Todos mis futuros son contigo marwan
 
Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)
Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)
Sentimientos por un AMOR (Jonathan Molina)
 
Un amor
Un amorUn amor
Un amor
 
Reporte de lectura
Reporte de lecturaReporte de lectura
Reporte de lectura
 
Revista septiembre
Revista septiembreRevista septiembre
Revista septiembre
 
La super luna
La super lunaLa super luna
La super luna
 
Textos de amor. Recital 2011.
Textos de amor. Recital 2011.Textos de amor. Recital 2011.
Textos de amor. Recital 2011.
 
Aquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdf
Aquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdfAquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdf
Aquí-dentro-siempre-llueve-_Chris-Pueyo_-_z-lib.org_.pdf
 
El amornoseacabacuandotevas
El amornoseacabacuandotevasEl amornoseacabacuandotevas
El amornoseacabacuandotevas
 
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza.
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza.
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza.
Versos De Amor, Desamor, Soledad Y Venganza.
 
RSA1 Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008
RSA1   Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008RSA1   Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008
RSA1 Sabor Artístico, La Revista Agosto 2008
 
Trajes a medida
Trajes a medidaTrajes a medida
Trajes a medida
 
EL AMOR ES PURO CUENTO
EL AMOR ES PURO CUENTOEL AMOR ES PURO CUENTO
EL AMOR ES PURO CUENTO
 
UN DOMINGO POR LA TARDE
UN DOMINGO POR LA TARDEUN DOMINGO POR LA TARDE
UN DOMINGO POR LA TARDE
 
Nido De Poesia
Nido De Poesia
Nido De Poesia
Nido De Poesia
 
Bili cancioner1
Bili cancioner1Bili cancioner1
Bili cancioner1
 
Ensayo de literatura
Ensayo de literaturaEnsayo de literatura
Ensayo de literatura
 
Latidos que no te dije Libro de Roos Roos
Latidos que no te dije Libro de Roos RoosLatidos que no te dije Libro de Roos Roos
Latidos que no te dije Libro de Roos Roos
 

Último

Concepto de Estética, aproximación,Elena Olvieras
Concepto de Estética, aproximación,Elena OlvierasConcepto de Estética, aproximación,Elena Olvieras
Concepto de Estética, aproximación,Elena OlvierasAnkara2
 
Unitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza Pineda
Unitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza PinedaUnitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza Pineda
Unitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza PinedaEmmanuel Toloza
 
SEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptx
SEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptxSEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptx
SEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptxLisetteChuquisea
 
Catálogo Mayo en Artelife Regalería Cristiana
Catálogo Mayo en Artelife Regalería CristianaCatálogo Mayo en Artelife Regalería Cristiana
Catálogo Mayo en Artelife Regalería Cristianasomosartelife
 
como me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdf
como me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdfcomo me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdf
como me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdfleonar947720602
 
MESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)cris
MESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)crisMESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)cris
MESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)crisDanielApalaBello
 
Supremacia de la Constitucion 2024.pptxm
Supremacia de la Constitucion 2024.pptxmSupremacia de la Constitucion 2024.pptxm
Supremacia de la Constitucion 2024.pptxmolivayasser2
 
Cuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfj
CuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfjCuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfj
CuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfjLuisMartinez556504
 
MODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primaria
MODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primariaMODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primaria
MODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primariaSilvanaSoto13
 
Arribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y español
Arribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y españolArribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y español
Arribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y españolLuis José Ferreira Calvo
 
Geometría para alumnos de segundo medio A
Geometría para alumnos de segundo medio AGeometría para alumnos de segundo medio A
Geometría para alumnos de segundo medio APabloBascur3
 
diagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcf
diagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcfdiagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcf
diagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcfDreydyAvila
 
26 de abril teoria exposición. El arte en la
26 de abril teoria exposición. El arte en la26 de abril teoria exposición. El arte en la
26 de abril teoria exposición. El arte en laMIRIANGRACIELABARBOZ
 
Origen del Hombre- cuadro comparativo 5to Sec
Origen del Hombre- cuadro comparativo 5to SecOrigen del Hombre- cuadro comparativo 5to Sec
Origen del Hombre- cuadro comparativo 5to Secssuser50da781
 
LAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docx
LAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docxLAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docx
LAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docxJheissonAriasSalazar
 
PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...
PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...
PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...albertodeleon1786
 
GEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuh
GEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuhGEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuh
GEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuhmezabellosaidjhon
 

Último (17)

Concepto de Estética, aproximación,Elena Olvieras
Concepto de Estética, aproximación,Elena OlvierasConcepto de Estética, aproximación,Elena Olvieras
Concepto de Estética, aproximación,Elena Olvieras
 
Unitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza Pineda
Unitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza PinedaUnitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza Pineda
Unitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza Pineda
 
SEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptx
SEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptxSEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptx
SEMIOLOGIA DE CABEZA Y CUELLO. Medicina Semiologia cabeza y cuellopptx
 
Catálogo Mayo en Artelife Regalería Cristiana
Catálogo Mayo en Artelife Regalería CristianaCatálogo Mayo en Artelife Regalería Cristiana
Catálogo Mayo en Artelife Regalería Cristiana
 
como me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdf
como me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdfcomo me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdf
como me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdf
 
MESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)cris
MESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)crisMESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)cris
MESOPOTAMIA Y SU ARQUITECTURA 1006/An)cris
 
Supremacia de la Constitucion 2024.pptxm
Supremacia de la Constitucion 2024.pptxmSupremacia de la Constitucion 2024.pptxm
Supremacia de la Constitucion 2024.pptxm
 
Cuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfj
CuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfjCuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfj
Cuadernillobdjjdjdjdjjdjdkdkkdjdjfujfjfj
 
MODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primaria
MODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primariaMODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primaria
MODELO DE UNIDAD 2 para primer grado de primaria
 
Arribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y español
Arribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y españolArribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y español
Arribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y español
 
Geometría para alumnos de segundo medio A
Geometría para alumnos de segundo medio AGeometría para alumnos de segundo medio A
Geometría para alumnos de segundo medio A
 
diagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcf
diagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcfdiagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcf
diagrama sinóptico dcerfghjsxdcfvgbhnjdcf
 
26 de abril teoria exposición. El arte en la
26 de abril teoria exposición. El arte en la26 de abril teoria exposición. El arte en la
26 de abril teoria exposición. El arte en la
 
Origen del Hombre- cuadro comparativo 5to Sec
Origen del Hombre- cuadro comparativo 5to SecOrigen del Hombre- cuadro comparativo 5to Sec
Origen del Hombre- cuadro comparativo 5to Sec
 
LAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docx
LAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docxLAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docx
LAVADO DE MANOS TRIPTICO modelos de.docx
 
PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...
PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...
PROCESO ADMINISTRATIVO Proceso administrativo de enfermería desde sus bases, ...
 
GEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuh
GEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuhGEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuh
GEODESIA pptx.pdfhhjjgjkhkjhgyfturtuuuhhuh
 

Romantic works -_2016

  • 3. INTRODUCCIÓN Yazmín Orihuela: “Alguna vez escuché hablar sobre musas, leí historias que no parecían reales y precisamente por no serlo las creí hermosas.” Gamaliel Garnica Fue hace varios años que la conocí, embriagada de poesía y verdades, con sueños y suspiros, y eso que te da el paso de los años con el corazón roto. Yazmín Orihuela se presenta a ráfagas de sinceridad en cada uno de estos poemas, en ellos se puede percibir una vitalidad amorosa en pleno desarrollo constante y perseverante, fragmentos continuos de una gran literatura. Los poemas son del poeta la esencia, Yazmín los transforma para sus musas y define que los poemas son de quien los inspira y los hace suyos. Acude a las metáforas como fuente primordial sin olvidar la fuerza del origen de cada poema. “Quiero de ti los abrazos después de un día malo, la voz que sana, los besos apresurados antes de que el bus se vaya.” Toda su poesía inyecta humildad, extroversión, es insistencia amorosa al ser amado sin cadenas y adioses sinceros llenos de recuentros. Libre de culpa, combate con sus miedos cada ausencia que le ha dejado la vida
  • 4. y hace un poema para nunca olvidarse de esos momentos. “Cómo voy a olvidarlo si llevo en la piel su sangre, si es por él que la música viene desde pequeña, si sus canciones favoritas son un dúo pendiente para cuando vuelva a verlo; yo en la guitarra y por supuesto, él en las percusiones.” Una gran proeza es que hay franqueza e historias verdaderas en cada palabra, que, si bien no son requisitos, sí convierten a estos poemas en algo más, entre amar y capricho, entre vivir para alguien más o para sí mismo, lo que vayan otorgando las circunstancias y lo que da el amar con tanta poesía: “Te pareces tanto a la protagonista de aquel libro que releí tres veces para intentar olvidarte”. Escribe para intentar guardar los pedazos que no le faltan y se va de la vida entre poemas y toda su música, su frecuencia literaria y sus musas: La pecosa, la del cabello de nube y la de los labios rojos. Al leer su poesía las conoces en un formidable paseo poético por la mente de esta autora y en un dichoso encuentro con “Romantic Works”.
  • 5. Índice TE FUISTE Y YO GUARDANDO PEDAZOS DE LUNA.............................................................................9 LOS POETAS NO REVELAN A SUS MUSAS........10 EL TÍTULO ERES TÚ..............................................12 ¿QUÉ PENSARÁ? ......................................................13 LAS CASUALIDADES NOS IBAN A ALCANZAR 14 RUINAS.......................................................................16 LLOVÍA .......................................................................18 AUNQUE ESCUEZA DECIRLO.............................19 TE ELIJO ....................................................................20 CARTAS PARA: (INSERTE EL NOMBRE QUE QUIERA).....................................................................21 TEXTOS A MEDIO CERRAR (INCONCLUSO) ..22 HACE UN AÑO .........................................................23 TEXTOS QUE NO DEBÍ ESCRIBIR .....................24 JULIA ...........................................................................25 OCTUBRE...................................................................27 DICIEMBRE...............................................................30 DEMASIADO BUENA ..............................................32 MI NIÑA MALA.........................................................34 NOTA...........................................................................35 “I CAN'T TAKE MY EYES OFF YOU”..................37
  • 6. INTENTO FALLIDO................................................39 QUIERO DE TI..........................................................41 FOTOGRAFÍA............................................................43 EL POEMA INEVITABLE.......................................44 A....................................................................................46 AVISOS DE MADRUGADA......................................47 ALEJANDRA ..............................................................48 HASTA PRONTO, NIÑA MALA.............................50 NO VAYA A SER ........................................................52 RECUÉRDAME ASÍ..................................................53 LA HISTORIA DE MI VIDA ES ROJO CARMÍN.54 INTENTARNOS........................................................56 NECESITO UN AMOR.............................................57 TE DI MEDIA VIDA .................................................58 “LA DE LOS LABIOS ROJOS”.................................60 CÓMPLICE.................................................................61 TE DOY MEDIA NOCHE........................................63 A MI ABUELO............................................................67 PARA TI, POESÍA......................................................70 LA MUJER DEL CABELLO DE NUBE .................70 ANTES DE TI.............................................................74 RAZONES INJUSTIFICABLES...............................76
  • 7. LA CARTA QUE NO TE DI (A QUIEN CORRESPONDA)......................................................78 QUIERO......................................................................80 DESEO ........................................................................82 ME PROMETÍ NO HACERLO ...............................84 CADA VEZ ..................................................................86 DESAPRENDÍ A MENTIRME................................87 17 mayo de 2016...............................................................89 28 Mayo, 2016.................................................................90 LO SÉ, SÉ QUE…......................................................91
  • 8. Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de estar solo. - Fernando Pessoa.
  • 9. TE FUISTE Y YO GUARDANDO PEDAZOS DE LUNA Hay una sombra aquí que va dejando sonidos en cada rincón. Va dejando los pasos que no diste conmigo. Dejando las huellas que marcaron tu salida y que entre la oscuridad se fueron yendo para que así no pudiera toparte, no en un buen tiempo. Hay aquí una habitación que apesta a tabaco, a hojas secas, a invierno. Lugares en casa donde estuve contigo y una memoria intacta de cada palabra que dije. Aún puedo oírnos, sentirnos. A ti tan cerca y con la respiración agitada. También logro ver aún tu huida, el "Ya, basta" que dijiste y a mí con el alma llorando, con las palabras y el miedo a pronunciarlas "quédate un poco más". Lástima que tenías prisa y alguien más te esperaba. Soy quien siempre se queda para ver si vuelves por las cosas que dejaste, quien te prometió un pedacito de Luna y que al parecer tiene el tiempo en sus manos para ir, volver, y aun así sé que estaría guardado.
  • 10. LOS POETAS NO REVELAN A SUS MUSAS Alguna vez escuche hablar sobre musas, leí historias que no parecían reales y precisamente por no serlo las creí hermosas. Como en todo, nunca se habló con la verdad, me cambiaron las definiciones por mentiras piadosas. Un día soñé con una y al poco tiempo me vi hablando con ella. Pensaba que al otro día no la iba a encontrar y que yo, no tendría problema con su adiós. Cálculos mal hechos, quería pasar un día y me quedé ocho meses. Mientras descubría como tratarla fui queriéndola ya no como musa, si como mi persona. Me prometí no escribirle pues tenía la sospecha de que si la hacía letras iba a quedarse por siempre, incluso, volver por más. Pero quizá, eso a lo que muchos llaman musa no es otra cosa más que la idea de lo que alguna vez has imaginado. Nadie en ninguna de sus historias contó que como llegan se van, tampoco que sus miedos pueden más que el sentimiento, no contaron que en su equipaje cargan más dudas que ropa y, que si las quieres con un poco de suerte lo van a demostrar de vez en cuando. Los poetas no revelan a sus musas, pasan con ellas el tiempo que deben o mejor dicho el tiempo que ellas quieren quedarse. Cuando se van las revela el vino y
  • 11. los besos equivocados con sabor a ellas, nunca el poeta. Lo cierto es que los poetas sin musa no tienen nada y las musas sin poeta pueden tener las letras que quieran sin importarles si son las que merecen.
  • 12. EL TÍTULO ERES TÚ Que ganas de empezar a escribirte besos. Querer tus cicatrices. Tengo sueños sencillos para una compleja y agujas que van inyectadas de perseverancia, cuidados, de quererte. No necesita ser permanente, me basta con dejarte recuerdos bonitos de tardes abrazándote. Tengo versos inconclusos para terminarlos contigo dibujándote caricias en cada lunar que tienes. Perderme en tus ojos, conocerlos hasta descifrar tus miradas. Vamos, los miedos siempre están y siendo dos todo se logra. Yo tengo el quiero, regálame el puedo. De las dudas nos encargamos con el tiempo. Estoy dispuesta a joderte de los modos en que nadie lo ha hecho aún. Por ejemplo, quedándome sin que lo pidas solo por el gusto de verte un rato más. Porque se trata de mí, no llegué a llevarme nada. Llegue para dártelo todo.
  • 13. ¿QUÉ PENSARÁ? Yo le dije: No pienso en nada. No entendí porqué lo pregunto, sé de sobra que ella ha tenido a alguien en la mente del mismo modo que yo. Pero no quería sonar absurda o terriblemente romántica. Pensaba en cómo termine ahí, a su lado, sentada. Ella tiene un mundo donde yo me siento de vacaciones. Tiene sus amigos, su gente, su escuela. Es tan diferente a mí. Y tal vez es el motivo. Ya estuve con diferentes personas, mejor no pregunten a quienes quise. Porque hace tiempo de no ser por ella yo no estaría escribiendo. Sí, es verdad que lo hacía y esto es la evidencia. Pero de ahí a quererlas, nunca. Le escribo a mis lejanías y a uno que otro amor que se ha cruzado y ha sido pasajero. Le escribo a esos ojos, a esa risa, a esas pecas. Nunca a alguien como ella. Ustedes no saben lo horrible que sería verla un día frente a mi y al otro, para recordarla sacar las libretas. No hay peor modo de inmortalizar a alguien, pero ya saben lo que cuentan: Jamás te enamores de un escritor, podría deshacerte en cualquier momento. Así es. Solo que en mi caso se ha hecho tarde y para que seguirles diciendo. Voy a ella justo ahora, y no espero encontrarla. Ya sé que no está y que ella también le escribe a sus lejanías.
  • 14. LAS CASUALIDADES NOS IBAN A ALCANZAR Eran entre 6:30 y las 7:00 p.m. aproximadamente. Me acompañaban en esa caminata dos compañeros de clase, teníamos una conversación sobre temas variados, creo también sobre todo, temas de los más comunes. Que si tu novia era ninfómana, que si tus papás esto, que si te gustan las niñas... Llegamos al lugar donde cada uno toma su dirección, lo curioso fue que ese día decidimos ir juntos a esa plaza, a hacer nada, solo pasar un rato para hacer menos pesado el día e incluso, tal vez curarnos de algo, distraernos. No recuerdo con exactitud, pero creo estar más segura de que apareciste cuando íbamos de regreso ahora sí, a tomar nuestro camino. Tenías los ojos llenos, no supe exactamente de que, con el tiempo y al verlos mejor me di cuenta que lo que cargaban podría ser tristeza y qué más da, estaban llenos y es mejor que cualquier vació. Aunque debo aceptar que para mí, la mejor caída es cuando volteas y sin querer me miras. Así fueron pasando los días, comencé a preguntarme si tus ojos, si lo extraño pero curioso que muestras ser fue lo que me llamó y porqué no te vi antes. Hice un recuento de los días pasados. En realidad, creo que te vi pero no con la suficiente atención o estaba tan distraída con mis nostalgias que era imposible notar algo más, porque Benedetti lo ha
  • 15. dicho: “yo siempre tuve nostalgias más grises, más opacas." Después del recuento y de las preguntas que aparecieron, no sé si por coincidencia, pero cada tarde te encontraba cuando caminabas rumbo al salón y puedo asegurar que nunca quise hacerlo, simplemente, las personas llegan y sabiendo que no soy para ti o que fuimos lo inevitable de una serie de casualidades posiblemente evitables que no pudieron no suceder, te escribo, sin obligarte a leerlo.
  • 16. RUINAS Siento como una parte de mí ya no está conmigo. No tengo a mi alcance la posibilidad de escribir y transmitir lo que estoy sintiendo, es como si quisiera moldear las letras al antojo de alguien que no soy yo. No logró pasar de estos renglones, sin embargo, desahogarme es el único modo. Hace unos meses estando con la gente que quiero podía hablarles de varias cosas, cosas que incluso pudieron no ser de su interés, hoy no tengo ni siquiera historias o si las tengo las callo por temor a que me las roben. Los sueños me los tiraron desde el lugar más alto y no supe, por lo rápido que iban con cual quedarme, tal vez no logré rozar alguno para salvarlo o es que esos sueños no eran míos. Conocí el más bonito atardecer en unos ojos color marrón y vaya que el sol les sentaba bien. Descubrí lo que era y ahora me convierte en mi, en lo que soy; debo decir que te lo debo a ti y que te pido perdón por no saber llevarte en mi camino, lo cierto, es que se quedarme a mi modo. Es por esto que hoy padezco abstemia de besos y me sienta bien, puesto que hasta que dejen de ser los labios que me rompen voy a tener las ganas de seguir probando sabores.
  • 17. Por favor, no me pidas que te escriba un poema a palabras forzadas y esperanza vacía, ya que lo que podría hacer o dar por ti podría quedar plasmado únicamente en tinta.
  • 18. LLOVÍA Llovía, llovía mientras un cantautor tocaba las notas que te recordaban las despedidas que por insistencia querías revivir, porque no te cansas, porque esperas y no sabes qué. Sabes lo que sientes y sientes porque lo que sabes es lo que siempre evitabas. La fuerza incontenible que ahora desprendes la debes a sus ojos, te lo dicen canciones, las aceras, los bailes que no puedes continuar, pero y si esa fuerza choca con el objeto inerte, ¿es posible moverlo y viceversa? Escribir las ruinas y buscar entre escombros no tiene los abrazos que buscas, es posible que estos ya se encuentren alrededor de otro cuerpo, que los labios, los de ese sabor del que tanto hablas ya no sepan de pliegues con tu nombre y aún con la pesadez de estos pensamientos buscas lo que puede no llegar a ser posible y te engañas creyendo que la abstemia de besos es la dosis para sanar.
  • 19. AUNQUE ESCUEZA DECIRLO No contaba con lo que ya estaba escrito. Sabía de caricias que perduran en el cuerpo, como alguna vez, incluso a día de hoy todavía siento. Ella tenía marcas invisibles que podían palparse si sabías mirar más allá de sus ojos y de palabras que cargaban compromisos no asumidos totalmente. Entera no estaba yo tampoco, pero cuando me daba la mano se que era posible no derrumbarme, imposible era destruir sus muros. La primera vez que la vi alejarse supe cuánto había llegado a quererla, pero al cruzar la calle perdí sus pasos, deje de escuchar su voz; me quedaba su abrazo, las canciones que nunca le dedique, su mano que ya no estaba en la mía, me quedaba todo y ella me faltaba. Deje de ser quien caminaba las aceras con la sonrisa bien puesta decidida a encontrarla, tenía conmigo eso a lo que le llaman la fuerza incontenible que me hacía pensar que todavía me llevaba, no importaba si en la memoria, yo sabría guardarme ahí sin hacer mucho ruido, si acaso, el suficiente para que no me olvidara. Amarla me parece la mejor manera de morir (me) y no tenerla, vivir. Aunque escueza decirlo
  • 20. TE ELIJO Te elijo. Te elijo igual que la primera vez y la segunda huida. Te elijo para no declarar la guerra en tu contra, ya que si no me voy ahora la bomba explota y prefiero guardarlo, porque lo merece el recuerdo de lo que no fuimos. Te elijo porque ya no quiero elegirte, es mejor morir aquí, que mueran mis ganas y con ello la desgana que he cargado desde que te fuiste. Te elijo para ya no buscarte, para que encuentres lo que solo tú sabes. Te elijo para que mis ganas de ser contigo caduquen. Y declaro muertas todas las intenciones que tenía para ti. Te elijo y lo seguiré haciendo, pero ya no te espero...
  • 21. CARTAS PARA: (INSERTE EL NOMBRE QUE QUIERA) Debo confesar que el tiempo que pase contigo no me sentí dueña de tus palabras o de tus miradas, te quería libre y sabía las consecuencias que eso implicaba. Ya no sé a qué poeta echarle la culpa, el primero fue Luis García Montero y pienso que desde antes de conocerte ya lo hacía, ya te quería conmigo, ya escribía para ti, ya soñaba contigo. Soñar contigo, ¿nunca te lo dije?, semanas antes de que llegarás pude contar tus lunares, sabía que tus miedos no escapaban a través del humo de los cigarros y que todavía, al pronunciar ciertos nombres tus ojos se volvían cristalinos y si, desde entonces ya sonaba O’Halloran de música de fondo. No dudaba cuando eras tú, si dudabas cuando era yo. Perdóname si no sé irme, es que no sé cuándo tú lo hiciste. Tampoco sé qué hacer con estas ganas de volver a verte. Debiste verte para comprobar que como tú no sonríe nadie, que el “guapa” te queda pequeño, que vales más que eso. Debiste verme, debiste…
  • 22. TEXTOS A MEDIO CERRAR (INCONCLUSO) Un roce al corazón dado con las manos frías y la falsedad de ser el más cálido permanece conmigo en constantes regresiones y habita donde ahora están mis miedos. Te tengo, te tengo como quien tiene una herida a medio cerrar, como el café tibio en el buro al lado de la cama, como el paquete de cigarrillos que siempre falta, te tengo como nunca cuando estabas. Y es que cuando estabas no sabía si me faltaba el mundo o tú, que era prácticamente lo mismo. Ahora que no estás me sobra lo que extraño, me falta ver al lado contrario por no ver atrás y verte sonriendo.
  • 23. HACE UN AÑO Resulta que tengo sueños inconclusos por una mujer compleja, a decir verdad, la misma a la que juré no escribirle un poema. 365 días repartidos entre ¿por qué no?, en te extraño, por favor no te vayas, no desaparezcas, quiero verte, han pasado y aunque la salida de emergencia se ha presentado un par de ocasiones no he elegido tomarla. Todos los riesgos desde el principio los asumí como si de verdad existiera una armadura, por creer que era fuerte y que podía con cualquier cosa. La diferencia es que cualquier cosa puede superarse, pero ella no era cualquiera y no voy a intentar siquiera describirla. Para qué intentar decir que cuando me daba la mano sentía llegar a donde quisiera, que cuando sonreía el mundo no se paraba en ese momento, comenzaba. Supe que el tiempo y ella no son grandes amigos, es por eso que pienso que ya no lo recuerda, que ya no me recuerda, que hoy hace 365 días nos encontramos y me dijo “sólo esta noche, mañana no sé” y al día siguiente un “debes saber que mis noches son largas”. Yo no lo sé, como tampoco sé si la extraño, pero no me explico porque la recuerdo todos los días. Lo que sé es que seguirá sonriendo, deseo que lo haga y que le recuerden todos los días lo bonita que se ve cuando lo hace.
  • 24. TEXTOS QUE NO DEBÍ ESCRIBIR Nada es como ayer, me detengo cada día a pensar antes de hacer nada... Por eso he dejado de escribir, porque las letras encierran tu nombre y yo siempre te quise como te conocí, libre, y no hacerlo es la mejor manera de que lo sepas. Como me hubiera gustado desnudarte los miedos pero cómo iba a hacerlo si también los tenía y únicamente se esfumaban cuando sin darte cuenta tu mirada no ocultaba nada para dejarme saber que a veces me querías. No quiero escribir más reproches o despedidas, no quiero cambiar de canción solo porque me recuerda a ti ni quiero que me dejen de doler las calles que caminamos de la mano. Vives en mí y arrasas con todo, cómo te atreves a pensar que es alguien más y no tú, parece que no me conoces, parece que no sabes que yo (por lo menos ahora) no volvería a perder la vida si no se tratará de ti.
  • 25. JULIA Creo totalmente en el principio y final de cualquier hecho, de un amor, de una historia, sé, por conocer algo, donde empiezan y terminan tus labios. Cuando veo tus ojos, es cierto, no tengo idea de quién soy, pero sé qué quiero ser contigo. Me encantan los principios por el sabor dulce que te dejan en la boca, por la satisfacción y, aunque un poco más amargos, que bonito resulta un final, una despedida, un hasta luego, hasta en ellos es posible notar cuando se tienen ganas de no volver o por el contrario, de quedarse. No me gustan los intermedios desde aquella vez cuándo me quede entre dar el salto y volver a tierra firme, cuando me callé, cuando lloré, cuando grité, cuando no me soporté a mí misma y no supe dónde dejarme. Me gustas, amor. Te llamo amor, me atrevo a hacerlo y me atrevo a saborear tu nombre, tus labios, tu presencia La otra tarde que triste me pareció tener que dejarte ir, quedarme, como ya he dicho antes con ese sabor amargo por la obligación de guardar en dónde fuera alguna palabra que te hiciera quedarte, que te hiciera saber lo que siento.
  • 26. Perdona si he llegado “tarde”, no me gusta esa palabra, tarde, creo que se llega en el momento preciso, cuando las personas tienen que encontrarse, también he pensado en la falta de espacio que tengo en tu vida en este momento, en los besos que no vamos a poder darnos, en los lugares donde no vamos a vernos, en los cigarros que no vamos a compartir, en las madrugadas que no vamos a dormir. Qué triste va a ser tener que dejarte sin empezar nada. Qué tontería es esto del tiempo, de las esperas. Y quiero confiar en que no será adiós, sino un previo. Aquí voy de nuevo, a sabiendas de que voy a terminar perdiendo… Perdiéndote.
  • 27. OCTUBRE Aquella noche sonaba Mayer en la radio, las cenizas y el humo abundaban en la habitación y tú, mi otoño más largo, dibujabas tu silueta entre las velas. A esas horas el vino ya hacía de las suyas trayendo consigo la imagen de lo que antes fuimos y por miedo perdimos. Caminabas, te acercabas a mí con esa cintura, con esa tez que desde el primer sueño me hizo perder la razón (la poca que me quedaba), me veías de esa manera, con esos ojos que difícilmente volveré a ver; era de las pocas veces que te veía fumando tabaco como la primera vez, fumamos como si quisiéramos matarnos, como si ignorar que nos íbamos a destruir más que cualquier vicio sirviera de algo. No tardamos nada en saber lo que perdíamos, pero te diste la vuelta y dormiste viendo al lado izquierdo de la habitación dándome la espalda, yo me quedé sentada en la orilla de la cama y te veía, imaginaba contigo un mañana, pensaba en escribirte los mejores versos y pasó que no supe cómo devolver la vida a Nervo, a Sabines, a Benedetti, pasó que no dejaba de imaginar todos los universos que abriría tu cuerpo si tan sólo esa noche me hubiera armado de valor y tragado los miedos. Ahí estabas y aunque el alma lloraba por saber que te irías, mis facciones decían otra cosa, estaba agradecida de verte conmigo después de tanto y de tanto tiempo, estaba feliz por ti, porque por más que quisieras ocultarlo, sabía que estabas con
  • 28. alguien que aprendió a reconstruir las ruinas en las que te conocí y a pesar de que no volvería a saber cómo estabas, sabría por la gente, por mi instinto, por conocerte, que estarías bien y que aun haciéndote falta no volvería a pisar tus playas. Intenté creer que éste sueño finito no acabaría aquí, que por la mañana al verme me pedirías una tregua y volveríamos a confiar en una idea imposible. Te seguía viendo y nada surgía, siempre tu imagen me daba una paz inmensa, sonreía por ti y no lo viste, me abrazaba a ti desde lejos y tenía la esperanza a punto de caer completamente al suelo. Por fin, después de tanto pensar sin concluir nada, me quede dormida, no sé cuánto tiempo paso, descansé como nunca. Al abrir los ojos te busque por toda la casa y me invadió un escalofrío al notar que no estabas, que de nuevo te me habías ido y había perdido la oportunidad de despedirme de ti… Respire y me quede sentada en el sillón, no tenía ganas de seguir fumando o bebiendo, no quería saber de nadie, por lo menos esa mañana olvide a todos los cantautores españoles de los que nunca te conté, pero sabías que los escuchaba por ti. Me hubiera gustado saber cuántas horas pasaron, qué tanta realidad gané o qué tantas utopías dejé de creer. Lo único a mi alcance, lo único que procesaba es que te fuiste, te fuiste y no. Tu olor seguía, cada rincón de
  • 29. esta casa te hacía regresar y de nada me servía. Pasó bastante tiempo por lo que me cuentan, deje de salir y además de mí, rompí algunas otras cosas para librarme de ti, el celular, por ejemplo; las libretas, las canciones, los sueños, nuestros sueños que en realidad eran más míos. Nunca lloré por ti –esto es totalmente cierto-, sólo me perdí y desde ti no volví a ser yo, pasaron cosas malas y los días buenos tardaron en venir. No volví a toparme tu sonrisa, tus inseguridades, tu desgaña, tu apatía de ser conmigo, lo cierto es que tampoco entendí el cómo y para qué me querías, pero no verte desde esa última noche, fue la mejor forma de comprobar que esta ciudad, y que bueno, no es tan pequeña como dicen.
  • 30. DICIEMBRE Aquella mañana desperté con los labios llenos de ausencia, ausencia de ti. Tenía dolor en los huesos y me acurrucaba en la cama mientras el miedo hacía de las suyas y se abrazaba a mí, que frío hacía entonces, amor, y no estabas. Sin ti me quedaba una cama vacía, la cafetera llena, una guitarra desafinada, las canciones de Damien y los ojos llenos de anhelos que escondían tu nombre. Hacía lo imposible por soltarme y él me abrazaba como nadie lo había hecho antes. Agitada y temblorosa, me arme de valor para ver sus ojos y le dije que no, pero no entendía, se aferraba con tal fuerza, como quien quiere evitar la catástrofe. Yo seguía peleando, luchando por mi libertad, tratando de hacerle entender porque después de tanta complicidad le pedía una tregua; a pesar de la resistencia que impuso para escucharme, seguí hablando. Le conté de ti, de lo mucho que he llegado a quererte en tan poco, de cómo mi día se transforma cuando tengo la suerte de que estés en él. Él negaba con la cabeza, yo seguía sin comprender lo que estaba sucediendo… Respire y él, mi cómplice durante tantos años no asimilaba, no quería que aquí terminará, no entendía que a la primera vista supe que eras tú, que esta vez quería luchar por alguien que a
  • 31. mi parecer valía la vida, valía la espera, valía los sueños, valía abandonar a mi cómplice. Después de varias horas, él levantó la vista y me pidió disculpas, yo estaba desconcertada por lo que estaba ocurriendo, comenzó a hablar y avergonzado, soltó mis manos para decirme que ahora, él abrigaba tus sueños. Ahora entiendo porque hacía tanto frío aquella madrugada. Te vi y me desnudaste de tal manera que hasta a él te lo has llevado. Y ahora dime ¿Cómo hago para quitártelo?
  • 32. DEMASIADO BUENA Nací hace 2015 años y resucite a finales del S.XIX, efectivamente, en el mismo día que pude morir aquel año. Visto un cuerpo de dos centímetros de altura menos que tú, tengo alrededor de 6935 días habitando aquí y doy pasos pequeños por si quisieras alcanzarme. Tengo los ojos precisos para no ver si no es a ti; y las manos, me atrevo a decir que si he vívido antes algo de música he aprendido a tocar con ellas, no sólo con la guitarra también cuando sin que me de cuenta vas juntando cinco dedos con los míos y en ese breve y tierno momento siento el principio de una revolución en el estómago. No tengo los brazos más largos pero te abarcó por si sientes que alguna vez estás saliendo de ti, porque abrazarte es sentir, vivir, recuperar y saber que los finales valieron la espera. No vamos a hablar de mi organismo que debe estar muy jodido por fumar y beber de más en noches que valían menos. El corazón no sé si lo tengo completo, creo que sigue en el mismo sitió recuperándose de un par de batallas en las que perdió y después de unos años las heridas se han hecho cicatrices. No tengo muchas cosas que darte, tengo más de 20 libros, dos guitarras, cinco discos, algunos pares de zapatos, ya sabes, esas cosas que digo que son mías
  • 33. porque así las siento. A mí me gustaría que sientas que soy parte de ti porque compartimos los días y noches, los dulces y el café, los sueños de quedarnos en un pedacito de eternidad, que sientas que eres parte de mi cuando me veas a los ojos y te des cuenta que no abarcas todo pero que cada día dejas un espacio más para que pueda ver todas las cosas que te hacen ser. Quizá ahora entiendo, quizá te llevo esperando de no sé hace cuántas vidas antes.
  • 34. MI NIÑA MALA El cenicero tenía más de 10 colillas que fume durante la madrugada, por la puerta de mi habitación y desde la cocina se percibía el olor a tabaco. En la mesa de la sala, olvidé la noche anterior una taza de café que preparé para evitar cerrar los ojos, evidentemente estaba fría así que decidí tirar su contenido. Subí de nuevo a mi habitación y vi, sobre el librero los libros que estaba leyendo y ahí estabas, mi niña mala. Todavía recuerdo el día que conseguí tu libro favorito y como me hizo llorar la primera vez que comencé a pasar sus páginas, lloraba porque imaginaba y sentía el dolor, el enojo, la frustración de él conocido "niño bueno", sonreía por la mujer que eras, "mi niña mala." Porque cada vez que ella aparecía nuevamente me desgraciaba la vida y me hacía pensar en ti, en tus juegos, en tus "travesuras", en tus nuevos compañeros. He tratado de olvidar el número de veces que te fuiste y me es imposible recordar y dejar de contar las veces que regresaste sin saber a qué. No tienes que preocuparte, probablemente ya te olvide. Probablemente ya solo te uso como recurso literario.
  • 35. NOTA ¿Qué te puedo decir que no sepas? De cierta manera conoces quien soy y a quien escondo. Habló mucho de ti, no deberías sorprenderte si alguna vez escuchas tu nombre entre la gente, es que todos han aprendido como yo a quererte, incluso a odiarte y a mi es lo único que me sale mal contigo. Te juro que lo intento pero a veces me abarcas más de lo que yo podría y mis recuerdos comienzan a desbordarse, es ahí cuando me ahogo y para volver a vaciarme de ti escribo, te escribo aunque ya no lo merezcas. Te sigo extrañando, no puedo mentir, por eso evito a toda costa los sitios donde puedas estar, no tengo el valor para verte sonriendo a alguien más. No tengo el valor para sonreír a alguien más. Me refugio en cajas de cigarros que se terminan el primer día, en libros, en poesía. Desde que te fuiste no tengo lugar a donde ir y me quedan ganas de escapar de ti en el primer nombre que se me ponga enfrente. Que cobarde me he vuelto, de correr por ti ahora huyó de mi. Contigo permanecía en silencio, ahora habló todo lo que puedo para no escucharme porque cada eco, cada rincón guarda sabor a ti. Sé que te vas a ir, yo solo quiero pedirte algo, no me quites, no me pidas dejar de escribirte, es la única
  • 36. forma que me queda de tenerte. Discúlpame, es que tú siempre supiste como ser fuerte.
  • 37. “I CAN'T TAKE MY EYES OFF YOU” Se me está acabando el vino. En la botella alcanza quizá para una copa más; bebo y escucho a Damien Rice, me juro que está es la última vez que "The Blowers Daughter" me recuerda a ti. Estoy un poco mareada e intento que estas letras no terminen siendo un acertijo como cada vez que el alcohol me hace malas jugadas. Me gustaría saber en qué momento nos perdimos, si fue desde la primera cita o aquella vez que me despedí de ti con un beso en la mejilla y tú me viste y me decías: ¿Solo esto? O aquella otra cuando tú, viéndome desde el espejo encontraste mis ojos y no supe hacer otra cosa sino perderme en ti. Me hice tu cómplice, jugábamos a las escondidas para evitar los regaños que si bien recuerdo poco importaron la primera vez, nos sentamos afuera de tu casa y fumamos, llevábamos todo el día fumando. Recuerdo que ese día te regalé mi último cigarro y tú lo sabías porque no lo callaste y dijiste algo como: Definitivamente estás enamorada de mí. Yo no lo negué, te llevaba conmigo, soñaba contigo y pensaba en ti mucho antes de que llegaras. No sé por qué te sorprende que no me haya ido, que insista, que me quedé. Eres de esas personas que se cuelan en cada rincón, que abren la piel y ocupan cada espacio, eres el sitio al que cualquiera quisiera regresar.
  • 38. Escribo a estas horas y recuerdo que justo hace un año, hace exactamente un día, murió José Emilio Pacheco y más o menos entre hoy y mañana, habías dicho: te amo.
  • 39. INTENTO FALLIDO Si nos quedara una noche más volvería a decirte todo aquello que sabías sin que hablara, tú me contarías historias y volveríamos a naufragar por algún sitio desconocido, caminaría contigo sin importar si hay a dónde llegar y si alguien nos está esperando en casa. Te daría sin pensarlo dos veces los besos que nos debemos y claro, te cobraría aquellos que no podré darte cuando sea mañana. Si por otro lado nos quedará mañana todas las noches evitaría leer para ti poemas de esos escritores españoles que conocimos en aquellas madrugadas vacías, en esos domingos que sin querer nos poníamos de acuerdo para extrañarnos y cantaría para ti canciones de Suárez o Marwan. Todavía tengo en la garganta tu nombre y te juro que cada mañana me sigue persiguiendo el mensaje de buenos días que no llega y la llamada de las buenas noches, las risas y los sueños que nunca hicimos porque el plan era no quedarnos más tiempo del previsto, pero tú que siempre fuiste impredecible y a mí que me envolvía tu misterio. Me pesan los ojos que me encuentran y siento la mirada, ellos no me ven como tú, nadie abraza como sueles hacerlo tú, alzando los brazos y rodeando mi cuello, nadie me repara y me quita la vida al mismo tiempo como solo supiste hacerlo tú.
  • 40. Desde ti no he vuelto a enlazar mis dedos con los de otra mano por temor a recordarte y saber que contigo no quedaban espacios, que contigo cerca los rincones eran para llenarme cada día un poquito más de ti. Ya paso enero y pasa febrero, marzo y los meses siguientes no sé si traen algo nuevo, lo que sí, es que el recuerdo es el mismo. Sigues aquí. Tenemos que soltarnos. Tengo que soltarte. De ti encárgate tú y no me lleves contigo.
  • 41. QUIERO DE TI Se conocieron entre el punto final y una noche de vino acompañada de cigarros. Las miradas, los sueños y qué sé yo azares del destino se involucraron en el juego. Una imagen de ti que ligeramente pude recordar al siguiente día me llevo a encontrarte y vaya que te encontré, no sé si fueron esos ojos de bosque que encierran mil paisajes dentro o esos poco notorios centímetros que tienes más que yo, esos que me hacen pensar que estás a nada de tocar el cielo y que no existe lugar a donde no quisiera ir contigo. Quiero de ti los abrazos después de un día malo, la voz que sana, los besos apresurados antes de que el bus se vaya. Quiero contigo caminar los sitios que no conozco, por ejemplo: saber cuándo sonríes y por qué lo haces, adivinar las miradas y el color que tienen cuando estás alegre y cuando estás triste, quiero saber que tan cálido es tu cuerpo y si puedes hacerme un lugar dentro, yo prometo no estorbar y dejarte caminar sin que sientas mi peso. “Quiero conjugar contigo todos los verbos que acaben en arte”. Regalarte una tarde de películas en mi sofá, abrazarte si es que el frío quiere conspirar y hacer tormentas en primavera, pensarte cuando los días dejen caer su peso, contarte cuanto siento y lo bonito que se ha vuelto el mundo desde que tu silueta acompaña mi paso.
  • 42. Pero… más que escribirlo aquí, más que querer hacer inmortal tu nombre, quiero escribir en tu piel las memorias. No me dejes sola entre tantas palabras que al final siempre ahogan. Quédate, quédate siempre. P.
  • 43. FOTOGRAFÍA Recuerdo a todos los poetas que te escribieron anunciando la llegada, tu llegada: Edel Juárez y su turismo emocional, recuerdo a García Montero (gracias a ti) porque estaba buscando como comenzar a hablarte, a Withman con la promesa de una noche e inventar los más bellos poemas, encontré el soundtrack de nuestra historia en la voz de Andrés y mi receta médica entre las letras de Sabines, en Neruda me refugie de las noches estrelladas y los versos de Becquér dejaron de ser lo que eran hasta que vi a tus lunares tomando el relevo de las pupilas azules. Existen un montón de cosas que no sabes, además de que ya te esperaba meses antes. 730 días después sigo encontrando tu nombre entre las letras y quedan los sitios que gritan tu nombre y mi abrazo vacío y los dedos que no encuentran mano igual .Carajo, ya había olvidado lo que era escribir para ti, te juro que había olvidado este puto nudo en el estómago... es que he vuelto a ver una foto tuya y recordé tu semblante y todo lo que callaste y tu mirada me dijo. Lo que el silencio me sigue gritando.
  • 44. EL POEMA INEVITABLE Aquella noche él poeta estaba sentado viendo fijamente una hoja en blanco mientras el tic- tac del reloj seguía dando vueltas: una hora, un minuto, un segundo, sin embargo no era demasiado tarde, quedaba en una taza de café un sorbo más que el poeta no se atrevió a beber pues se había enfriado. Estaba ahí sentado, pensando que decir esta vez que no se hubiera dicho antes, busco entre sus memorias y se dio cuenta que ya no recordaba el humo de ciertos cigarrillos, que las calles de la ciudad que había llegado a detestar habían borrado huellas y que las hojas que trajo el otoño hace varias estaciones que se fueron, siguió pensando y escucho canciones que pudieran inspirar la más mínima frase, busco y por primera vez no encontró, fue en ese momento que se dio cuenta que desde aquel primer día tuvieron que transcurrir 720 más para aceptar aquel adiós, para alejar los fantasmas y toparse con la hoja en blanco. En algún lugar dentro de su cuerpo él había escondido los besos que dejó la mujer de la tez morena, guardo en las yemas de sus dedos el recuerdo de su cintura y sus pestañas, conocía de arriba a abajo la cantidad de besos que medía su cuerpo. Él tenía la certeza de haber dado incluso aquello de lo que carecía pero en aquellos días no entendió porque sentía que pudo haber dado más, ¿será que uno no se
  • 45. cansa mientras se trata de alguien a quien ama? No lo sé, quizá el poeta tampoco, hasta que un día se cansó de escribir para ella, tomo sus bolígrafos y su libreta de notas, se marchó con los poemas que le escribió a aquella mujer, dejó de esperarla en la mesa de aquel café, ya no la esperaba en el viejo sitio donde la vio por primera vez. Él se marchó y ella se quedó a vivir entre las páginas. Fue el mejor poema que él poeta pudo escribir, el poema inevitable, el que recordó hasta el último de sus días y que, lamentablemente, ella nunca se atrevió a leer.
  • 46. A. Pongamos dos primaveras, el verano de tu mano y el verano sin ella, dos otoños olvidando el sonido de las hojas secas, el invierno en que siempre regresas. Pongamos mi olvido en bolsas que viven debajo de mis ojos, el hasta luego que no termina y las despedidas postergadas, tal como antes, sin previo aviso. Desde su despedida, si es que le puedo dar ese nombre, le escribo con letras que no merece pero no me canso... No me canso de buscar sin querer encontrarla aunque el plan sea otro de mis tantos intentos fallidos, se quedó a vivir en las canciones, en las calles que caminamos sin lugar a donde llegar, y su tacto, ese maldito, breve y sanador abrazo no abandona mi cuerpo, su voz y su acento, las maneras y su gesto de pocos amigos me acompaña, siempre esta y de poco sirve cerrar los ojos si ahí también vive. Pero ella era una mujer ave y como tal tenía que emigrar, solo que ella lo hacía cada noche en una cama distinta. Yo, en cambio, decidí hibernar hasta ser capaz de verla sin que duela. De aquí hasta donde mi memoria deje de tocarte.
  • 47. AVISOS DE MADRUGADA Dibujamos un camino de tinta invisible con puertas a lo infinito, puertas que no tuvimos valor de cruzar pues querernos a destiempo siempre ha sido nuestro momento. Ni siquiera es tan difícil, amor, necesitamos menos personas en los papeles secundarios queriendo resolvernos y complicarnos la vida y asumir la responsabilidad de protagonistas, que si me das la mano voy contigo sin saber a dónde. Que si dudas, no me voy a encargar de resolverte, bastante trabajo hago ya con quererte y con aceptar que enamorarme de ti fue echar a volar para volver a poner los pies en el suelo. Yo que me he dedicado a escribir historias con un protagonista a medio vivir y con un baúl de ilusiones, cambiaría todas mis letras por un minuto viviendo en tus ojos y por escuchar de tus labios, sin que lo diga primero, que también me quieres del mejor modo que puedes. Pero si no puedes hacerlo, si no quieres intentarme y si el temor es más grande me voy a retirar con el corazón en alto de haber querido bien y mejor, sabiendo que lo he sentido todo y que yo no voy a perder nada.
  • 48. ALEJANDRA Alejandra es el sabor que tengo de mis mejores recuerdos, es las noches de Julio en que el clima de esta ciudad hacía que las luces se apagaran y todo permaneciera en silencio mientras mi madre me leía cuentos de Poe bajo la luz de una vela. Alejandra es aquella que me hace escarbar en sitios de mi memoria que creía olvidados, como aquel de cuando era una niña que quería atrapar una paloma sin saber que un metro antes de llegar ellas estarían volando, es las primeras líneas del Quijote que aprendí a recitar sin tener que leerlas directamente del libro, puesto que en ningún lugar de la Mancha recordé su nombre con las ansias de querer olvidarlo, ni con toda la valentía de un bolígrafo bailando sobre el papel he conseguido borrar de las calles sus pasos. Alejandra es la mujer de la que hablan las canciones, aquella a la que se le dedican los versos más tristes, es las pupilas de las que Bécquer escribió en aquel cuento de una musa de ojos verdes que dejó presos a tantos, que extravío a tantos, es la mujer de la que no sé tiene certeza si has vuelto. Alejandra es una mujer que vivía corriendo, de mí, de ti, incluso de ella, hasta que una buena noche y con los rayos del sol a la vuelta, me contó su secretos, los susurró bajito en mi oído para que el pasado no la alcanzará y yo prometí estar ahí por si alguna vez tuviéramos que salir corriendo. Alejandra es las visitas
  • 49. que se hacen sin previo aviso con un tulipán escondido en la espalda, una taza de té y la poesía que se lee cuando se está a solas. Alejandra es de esas mujeres a las que no se puede dejar de mirar, de aprender, de soñar, de pensar, ella no abraza, rearma y habita en las canciones que solo se cantan una vez, pero esto es algo que ya he dicho antes. Alejandra hoy cumple años y esta vez no puedo llegar con una maceta de tulipanes porque sus flores favoritas tienen otro nombre, no puedo enviarle una carta pues ya no gusta de mis letras que no son más que reproches e intentos de poesía barata, no es que ella sea el poema que no se ha escrito todavía, otros ya lo han hecho o le han compuesto canciones, pasa que ella escribe para sí misma porque solo ella se conoce y es entre esos borrones y espacios en blanco, donde yo no alcanzo más.
  • 50. HASTA PRONTO, NIÑA MALA Ahora por fin terminó el tiempo, no quedan más letras que obsequiarnos ni veranos cautivos en la mirada, las manos se cansaron de tocar tu ausencia, la silueta de las noches de insomnio. Terminaron los vicios que causaban estragos o mejor dicho, he decidido dejarlos. Ya no te veo entre las avenidas Von Humboldt y 1°de Mayo, sabías perfectamente donde estaban pero nunca llegaste. Las memorias son un plato entero a degustar con sabores placenteros y otros que causan malestares, también son puertas que uno decide abrir cualquier domingo por la mañana mientras escuchas a Matt Corby. Sé que no hay interruptores que reviertan el tiempo o que borren los momentos, son las propias personas quienes eligen a donde ir. Tardé dos años y medio en asimilarlo, el camino que quiero seguir no está hecho para ti que desde hace mucho ya lo tenías trazado. Te libero de mis males, de mis nostalgias prolongadas, de mis letras que solo hablaron de ti pues no conocieron nada más, mis canciones ya no van a tener tus ojos mirándome mientras cambio de un acorde a otro y voy a tratar de que Suárez deje de recordarte. Hasta entonces, espero que tengas los amores que mereces, que aprendas a llorar sin esconder la mirada,
  • 51. eso y que vueles, y que así como yo he decidido ya no encontrarte, no hagas nada para buscarme.
  • 52. NO VAYA A SER No me importa perder la cordura en las líneas que tienen tus manos, poco sentido tiene querer esperando que lo hagan de vuelta, por eso para mí no es problema que vengas a ocupar atardeceres que la mayoría del tiempo prefería a solas. Anda, sigue lanzando sonrisas con formas de flechas que dan en el blanco perfecto, tampoco importa; pero mira bien y asegúrate de ser la única que se ocupa de lanzar, no vaya a ser que alguien de justo en el centro, no vaya a ser que alguien se ocupe de darme el primer beso antes que la primera mentira. Y anda, sigue mirándome así que lo que no me dices es lo que otros no callan, que lo que no te digo es lo que sé que haces. Asegúrate, hazlo deberás. No vaya a ser que tus cálculos arrojen cifras incorrectas y alguien me encuentre mientras miro cómo cae el sol y tú no llegas.
  • 53. RECUÉRDAME ASÍ Créeme y recuérdame en un solo momento: cuando dije que tus ojos eran bosque y eso para mí era sinónimo de vida, incluso, si esa vida fuera sin mí. Recuérdame en lo que llamo “nuestro beso más tierno”, con mis labios sobre los tuyos riendo. Recuérdame sin tantas dudas aunque estas existieran en exceso, como mis ganas de querer verte cada día y a todas horas. Aquí terminan tantos errores ortográficos, te devuelvo la falta de espacios que sin querer hacías en mi mente y los acentos que no pusimos cuando queríamos algunas veces, hablar de pasado; es aquí donde pongo todos los puntos y aparte para no volver a encontrarte, aquí, del mismo modo pongo los finales sin puntos suspensivos porque prefiero perderte a ti que volver a quedarme sin mí. Te devuelvo también tantos sueños perdidos gracias a mi insomnio, todo por esa manía de no querer imaginar contigo nada. Porque nada era lo que menos podría darte. Aquí. Me voy. De ti. Para reconciliarme conmigo.
  • 54. LA HISTORIA DE MI VIDA ES ROJO CARMÍN Te recuerdo con vestidos de colores opacando las flores de cualquier primavera, dejando el aire impregnado de tu olor a margaritas. Tus pasos siempre fueron firmes pero tu mirada daba paseos de domingo por las vistas que ofrece el pasado, te encantaba escribir sobre aquellos atardeceres y pintabas tus labios color rojo carmín para tratar de seducir al destino. Un buen día lo lograste y cambiaron todas tus direcciones, el cielo se encargó de pintar un camino sobre las aceras donde al final, ya te estaba esperando; fue entonces cuando comenzamos a camuflajear nuestras ansías de besos con poesía y ahí no maldecíamos al tiempo, cómo íbamos a maldecirlo si nos estaba ofreciendo la tregua perfecta y no venía en un contrato con letras pequeñas. Avanzamos sin frenos hasta que los anteojos nos mostraron crudamente quienes éramos, a ti te espantaron mis ganas y mi forma de quererte, mi impaciencia porque llegará el tiempo oportuno, sin ver que ya lo estábamos viviendo. Yo no entendía la frase que repetías tantas veces “eres la persona que no me pide nada a pesar que nada que pudiera darte alguna vez sería demasiado.” Desde que no te veo sé a qué te referías. Ahora que voy caminando, ya sin tus preguntas y tus ganas de querer descifrar el porqué de lo que estabas sintiendo me doy cuenta que siempre se puede un
  • 55. paso más aún sin tu mano y poco a poco he dejado ciertas manías, dejé las llamadas inoportunas, todo el tiempo con más copas de alcohol encima de las que debo, he pasado tres veces en lo que va del año por tu casa y no he volteado a ver la puerta esperando tu sonrisa acompañada del abrazo de cada semana; aunque siguen sitios donde tu imagen me pesa y sigo sin saber si en esos recuerdos podré sobrevivirte.
  • 56. INTENTARNOS Lo que debería suceder es que en un arranque de sinceridad me dijeras que también tú llevas tiempo esperándome. Que tantas miradas y encuentros causados no son casualidades ni destino, que somos quienes están buscando alterar los factores del tiempo y espacio. Decirme que después de todo, es cierto, que hace tiempo me vienes observando como yo te veo y recurrir a un acto de valentía, jugarse la vida en construir una torre de Pisa o cantarte algún bolero antes de dormir, escarbar en los sitios recónditos que dices no tener, salir a caminar con tal de descubrir nuevos lugares. Verte sonriendo cuando tenga que irme y poder abrazar los miedos cuando te tenga cerca. Porque encierras la libertad e inteligencia que no me brindan otros, porque te veo y me veo. Por el paso de pluma y las alas que tienes. Porque entre tantos, te pude ver cuando sonreíste.
  • 57. NECESITO UN AMOR Me encantaría tener la certeza de que alguien desde algún lugar piensa en mí o se imagina encontrando a la persona a quien va a cantarle las canciones más bonitas del mundo, contarse cuentos para niños con los que surjan las sonrisas más sinceras, además de tener sus propias historias; pasar las noches viendo un cielo lleno de estrellas para perder la cuenta y que esa sea la excusa perfecta para tener nuevos comienzos, compartir un café acompañado de un cigarro, todo esto, sin perder el compás de las canciones de O’Halloran por la prisa de llegar a los sitios más recónditos que puede tener un cuerpo o por eso de las ansías de medir con besos y las palmas de una mano los sueños que se esconden en cada lunar, sin tener prisa por cumplir el sueño de ser astronauta, un guardabosques o la poetisa que te regala poesía barata con tal de hacerte sonreír. Sin prisa, necesito un amor sin prisa para que no caduquen las ganas, un amor capaz de cubrirse conmigo debajo de las sabanas cuando los domingos quieren asesinarme, un amor sincero que pueda verme sin rejas en los ojos, un amor que sepa adivinar cada mirada y pueda reconocerme sin hablar, necesito un amor capaz de contarme sus sueños para hacerme partícipe de ellos o de ser así, dejarle avanzar si debe ser sin mí, un amor que sepa querer y que pueda quererme, un amor de
  • 58. antes, donde la sinceridad y las ganas de desnudarle el alma vayan primero que la ropa TE DI MEDIA VIDA Te pareces tanto a la protagonista de aquel libro que releí tres veces para intentar olvidarte, olvidarnos. Al
  • 59. igual que a Ricardo me sigue sorprendiendo el destino y volver a encontrarte cada vez distinta; tus facciones son las mismas, no ha cambiado el color del pintalabios, te has cortado el cabello y carajo, sigues usando esos vestidos, luces aún más delgada, pero conservas la coquetería de siempre, es solo que ahora me miras diferente, como si quisieras asegurarme que encontrarnos tan inesperadamente no ha sido coincidencia y tratas de escarbar en mi mirada mientras te muerdes el labio inferior y me sonríes, no sé qué quieres escuchar. Me conoces bien y no tardas en decir: entonces, ¿la ciudad no es tan pequeña como creías? Sigo sin saber que responder, eres tan bonita y quisiera detener el tiempo mientras sonríes, perdonarnos las cosas que no supimos hacer y no saber vernos como lo hacemos ahora, porque eso bastaba, ¿sabes? No hacía falta buscar las palabras perfectas ni mucho menos inventar alguna frase original, no nos dimos cuenta que con vernos así, con sonreír así teníamos el mundo en las manos. Te perdono todo, fue lo que te dije mientras nos veíamos sin apartar la mirada y espero no haberme equivocado en lo que decías también, porque de ser así, te debo tanto, eres quien más me ha enseñado sin querer hacerlo, gracias a ti y a los empujonsitos que nunca dejaste de darme he llegado hasta aquí. Y si, siempre he creído en ti incluso más de lo que tú podrías, tengo la certeza de que algo vive, sigue y late,
  • 60. pero que el vértigo a las alturas, los miedos e inseguridad van primero que yo, no te preocupes, ya te voy entendiendo. Nos abrazamos y tengo la guitarra en el hombro derecho, lo cual no permite que puedas rodearme como solo tú sabes abarcarme, estoy casi segura que aún con lo dicho en ese momento pasará el tiempo para volver a vernos, entonces, guardo el aire en el estómago y me armo de valor para rodear tu cintura con mis brazos mientras te doy un beso en la mejilla. Nos vemos y sonreímos una última vez, comienzas a caminar, no tengo el valor para ver cómo te me escapas otra vez, por lo que yo también apresuro el paso y prendo un cigarrillo, respiro mucho y profundo mientras el sonido de tus pasos se clava en mis oídos para no volver a escucharlos regresar. “LA DE LOS LABIOS ROJOS” Conocí a una mujer con las piernas más largas que he visto, suele pintarse los labios y usar corrector para ocultar las ojeras, creo que le gustan las alturas, a mí
  • 61. me dan pánico, sin embargo me armo de valor para subir con ella a cualquier tejado. A veces parece estar ausente y distraída cuando cruza o camina sobre las calles, pero me he dado cuenta que no es su culpa distraer a los conductores y transeúntes porque es imposible que pase a un lado tuyo y ver hacia otro lado. La chica de los labios rojos suele reír de vez en cuando conmigo mientras con toda la seriedad del mundo le digo una tontería. Ella me observa mucho, yo no sé sostenerle la mirada ya que eso implica quedarte a vivir y desconozco a qué parajes da aquel bosque. Ella no se sabe conmigo. Yo no me siento con ella, es solo que dentro de aquel juego no hay modo de salir sin que, mientras te vas, des la vuelta y ella vuelva a sonreírte. CÓMPLICE Ellos, los de antes, extrañan quienes fueron, son los recuerdos de las madrugadas sin dormir y el sabor de los labios a frutos rojos con urgencia de los besos del
  • 62. otro lo que los une, las canciones y los días que pasaron viendo atardeceres. Ella con miedo a tocar la luna, todo el tiempo escapando con un libro debajo del brazo, con la mochila llena de pasado, de dudas, de mares que nunca tuvieron fin y claro, con su libreta de notas y un bolígrafo. Él con su guitarra y las melodías que tocaba a altas horas de la madrugada, su pasión por sentir, los ojos color miel, las manos impacientes por volver a encontrarla. Ellos son cómplices cuando se miran y saben que en el silencio se dicen todo, cuando se ríen y juegan a quererse son cómplices, lo saben y por más que intenten no saber del otro, por más alejados que estén conocen el camino de regreso. Contigo se puede confiar en el momento, vivir el instante y crecer, uno echa raíces con solo verte porque no pides nada y lo entregas todo, porque como tú me mirabas no lo ha hecho nadie, pero yo y mi estúpida urgencia de escapar por miedo a ser valiente, por acostumbrarme a ti y temer al no encontrarte. Recuerdo cada palabra y las aventuras juntos, el “te amo” de aquella mañana mientras yo me hundía y mi no saber qué decir. Siempre me ha costado aceptar que fuiste tú quien me enseñó a usar el corazón, que tu tacto es el tipo de tacto que mi piel reclama, que tus labios cuando rozan
  • 63. los míos derraman sobre mí el deseo de amar, que te sigo buscando en otras personas y en ningún corazón estás. Y aunque sé que mañana no vas a llegar tengo con tus manos trazado mi cuerpo. TE DOY MEDIA NOCHE “¿Cómo coño en media noche convences a una persona que lo que tú quieres es una vida y media?”
  • 64. Me gustaría poder encerrar en un papel los momentos para poder sobrevivir a ellos, guardar nuestra historia en un baúl sin llave, hacer que el reloj se detenga para que su tic- tac deje de marcar los minutos, los segundos, las horas, borraría del calendario los días 15 de cada mes para dejar de contar los días que he pasado sin tus manías sin sentido, quitaría también septiembre, me llevaría el verano que se vistió de ti con tus vestidos de colores. Verano del 2013, quizá fue un lunes por la mañana… La bandeja de entrada me avisa de un nuevo mensaje, no espero nada, hace tiempo estoy cansada y me quedo con mis libros, con el otoño de mi habitación, prefiero las letras de Sabines y los versos más tristes de Neruda, juego a escribir a desconocidos con los que tengo recuerdos en común, sin embargo, me sorprendo al ver el remitente y las coincidencias de los días anteriores juegan con mi mente: el sueño de hace una semana, las conversaciones durante dos madrugas, mayor coincidencia que nuestra primera conversación fue sobre pecas en las que también tú habías encontrado sitio y donde cada vez se te iba un poquito más la cordura. Respondí sin escribir asunto, con un “no tengo ahora, pero dame tu número y yo te escribo.”, no sé qué habrá pasado por tu mente cuando viste mi respuesta, pero paso que a los pocos días, un jueves por la tarde por fin decidí saber de ti, entonces en un intento fallido me quite los miedos de
  • 65. la piel y de los ojos para poder tocarte, para poder verte como solo podría hacerlo contigo, como no voy a repetir con alguien más. Hablamos de ti, de los problemas cotidianos, los sueños inconclusos, amores pasados, te conté un poco de mí y con precaución fui desnudando partes de mi vida que preguntabas y no cuestionabas ni hacías juicios, las horas fueron transcurriendo hasta que de repente nos dieron las once de la noche y yo sentía como si fuéramos a hacer de ese momento, el momento perfecto, el eterno, supe que serias mi mejor poema, mi amor inconcluso, las despedida que no llega. La primera noche me mostraste el tatuaje que tienes debajo de tu pecho justo en lado izquierdo, no pregunté porqués, aunque tengo la certeza de que también reíste al darte cuenta que estabas mostrándole el cuerpo a una desconocida. Las 12:00 p.m., nos llegó la medianoche y fue en ese momento cuando dije que sería mejor si me iba a dormir y te dejaba descansar, tú no tardaste en responder y ese fue el comienzo de todo este embrollo: ‘No te duermas y quédate conmigo esta noche” y al día siguiente una publicación en Facebook: “Debes saber que mis noches son largas.” y así fueron pasando los días desde la primera llamada, las preguntas sobre qué es un suspiro, empezó ahí tu manía de querer entender lo que estabas sintiendo, comenzaron los miedos y se fueron convirtiendo en dudas, te presente a O’Halloran y de tu mano descubrí los poemas más bonitos, los leí para
  • 66. ti, me convertí en cuentacuentos para aliviar tu insomnio y no hubo día en que no sonriera por causa tuya. De tu libro favorito no hablaré más, bastante me ha costado salir de esa historia sin los ojos cristalizados y recuperar las ganas, diré que te encontré en cada página usando los vestidos de la niña mala, dejando olvidado tu cepillo de dientes en mi buró y que aquel viaje fue el más largo y triste para conocer París. Desde entonces fumo demasiado e intento escribir nuestro capítulo final, he tenido tres intentos fallidos, una carta llena de reproches, el poema sobre una maleta rota y canciones. Haz de aceptar, amor mío que deje algo bueno, te deje a Andrés Suárez y los poemas de Carlos Salem, en la puerta de tu casa unas cuantas rosas que si comparamos con las que recibes ahora, bueno, la cantidad de rosas no alcanzaría ni le haría justicia a las que te envían todas las mañanas. El problema sigue siendo el mismo: siempre creí que aquellas noches serían de nunca acabar hasta que se fueron agotando nuestras ganas y mi espera comenzó a desesperarme, entonces tú buscaste en otras camas y yo me quede esperando otro viaje a París. De tu mano. Contigo.
  • 67. A MI ABUELO Hoy mi abuelo cumpliría 83 años. Lo recuerdo en la fotografía que, seguramente, la mayoría ha olvidado. Tengo en la memoria el recuerdo indeleble de los días en que, con unos trece años menos, lo veía tomando el sol en la casa que construyó para los suyos, la
  • 68. misma que me devuelve la calma y que sé como mi único hogar. Cómo voy a olvidarlo si llevo en la piel su sangre, si es por él que la música viene desde pequeña, si sus canciones favoritas son un dúo pendiente para cuando vuelva a verlo; yo en la guitarra y por supuesto, él en las percusiones. Cómo vamos a olvidarlo si cada nieto tiene el color de sus ojos, siempre llenos de calma y trabajo, ¿cómo voy a disentir si el nunca dejo de hacerlo? Y es por él que creo que la única respuesta, la única meta y el único fin es y seguirá siendo el amor. Hoy mi abuelo cumpliría 83 años y los sigue cumpliendo en la memoria de los que aprendimos a soñar sin perder el suelo y saber que si hay despedidas que no llegan es porque tal vez nunca hubo motivos para hacerlo. 2 Mayo, 2016
  • 69. A la mujer del cabello de nube ©
  • 70. Ojalá y nunca hayas leído nada de lo que te he escrito, porque me destrozaría saber que a pesar de eso no me has buscado. — Mario Benedetti. PARA TI, POESÍA Que me perdone Bécquer y que me perdone Neruda pero poesía no fuiste tú ni los versos más tristes, que me perdonen los poetas por blasfemar en contra de sus letras, que me perdones tú.
  • 71. Una vez descubrí de qué se hace la poesía o creí haberla descubierto, la confundí con el color carmín de los labios de una mujer que vestía de otoño en primavera, me atreví a cambiar el título de los poemas para ponerles su nombre, en sueños, días antes de conocerla aprehendí en la oscuridad la piel erizada de sus caderas y con mis dedos supe cuánto medía el largo de su cabello. Conocí el sabor que tienen los primeros besos, besé con urgencia y también sin prisas, descubrí los atardeceres en los ojos de Axel y él con sus manos los pintó sobre mí, reconocí el sabor que tienen los te amo cuando no se corresponden y baile bajo la luna con canciones que tocaba para mí en su piano y sí, eso para mí era poesía. Fumé cigarrillos en la terraza de la casa de mis padres mientras bebía una cerveza y escuchaba a Suárez, reí como una niña pequeña con los chistes de mi mejor amigo y de la mano de lo que se me permitía fui descubriendo lo que es el miedo, la confusión y la alegría. Me arme de valor para articular te quieros sin intenciones ni motivos y prometí a quien no debía ser valiente y así, sin arrepentimientos me atrevo a decir que eso para mí es poesía. Lloré hasta quedarme dormida, canté sin ver a los ojos para no olvidar la letra o los acordes y debo decir que aún con esas precauciones perdí el ritmo pues su mirada se colocaba sobre mis movimientos. Descubrí que no todos los besos que se dan un viernes por la
  • 72. noche tienen contratos y perdí los modos por caricias sin pasión, de manera evidente, carentes de amor, pero también descubrí que hay noches de viernes que prometen lo eterno aunque este término se efímero. Mis manos averiguaron que poesía también es una caricia indecente si es sobre la piel de una nube, sin planearlo dejé que mi cabeza descansara sobre su pecho y esa ha sido la única vez que alguien me ha abrazado del modo en que yo suelo hacerlo, mi almohada escuchó el ruido que hacen los sueños de una mujer que convierte en victorias cada perdida, mi boca recitó aquello que debió ser dicho “Hace ya mucho tiempo”, tuve que evitar alzar la cabeza mientras sus pasos se alejaban para dejarle caminar sin cadenas y aprendí a no callar cuando el corazón siente, aunque claro, dejé al silencio hablar cuando fue necesario porque aún no conozco a alguien o algo que haga más ruido que él y si, para mí todo eso seguirá siendo poesía. Que me perdone Bécquer y que me perdone Neruda, que me perdones tú porque poesía son los momentos en que se muere la vida para después devolverla. LA MUJER DEL CABELLO DE NUBE Hace unos meses encontré una clase de humano que no figura entre los humanos. La mujer del cabello de nube llegó en una sola entrega al mundo pasando las vísperas de primavera mientras
  • 73. el año 93 iba despertando, siendo un poco más pequeña que algunos y más enorme que otros. La mujer del cabello de nube suele andar con el paso acelerado y sin prisa de llegar, eso explica porque tarde tanto en encontrarla, es de esas personas que aún pueden tumbarse en algún lugar con pasto a ver las estrellas mientras ellas se preguntan qué hace un planeta así en un lugar tan lejano y no ocupando un lugar en el cielo, es también una guerrera pues cada vez que me mira me reta a comenzar una batalla entre almohadas donde no tengo oportunidad, pues siempre tiene un truco bajo la manga. La mujer del cabello de nube es como los hombres con traje que anuncian pronósticos, siempre falla cuando del tiempo se trata, el tiempo va en función de la intensidad de los besos que me da por sorpresa o el ritmo en que mis dedos se van hundiendo en su cabello. Esta mujer no es que tenga súper poderes, es que ha descubierto cómo hacerme sonreír sin estar cerca, tampoco es que me enamore, al contrario, me revuelve la vida, le da giros que desacomodan y es en ese desastre infinito donde quiero caminar. La mujer del cabello de nube llega así, de sorpresa, en un parpadeo, en el preludio de una canción, en los besos que deben darse cuando se debe callar. Le quiero por razones que no intento enumerar, por sus alas que buscan todo el tiempo extenderse e
  • 74. invitarme de vez en cuando a dar un paseo, le quiero sin buscar motivos para hacerlo porque su existencia es toda justificación a por qué le quiero. Le quiero porque su paso en mi vida es un fenómeno natural que, incluso los expertos, no podrían explicar. ANTES DE TI Antes de ti encontré la belleza un par de veces, me cortaron la piel las canciones y los besos que daba no eran más que veneno con saliva amarga, memorice poemas que nunca me he atrevido a recitar al oído de nadie, ni siquiera a mi pues siempre he tenido miedo de enfrentarme cara a cara.
  • 75. Ahora que estás y sin descartar mis ganas de comenzar a vivir sin miedos y sin reprocharme las maneras bajo las cuales sonrío es cuando veo que las sorpresas están todo el tiempo, nunca sabremos si en algún sitio hay un plan escrito, uno elige de dónde es y a dónde quiere llegar, por eso quiero caminar y si es que hay un plan listo, leerlo contigo yendo de la mano o en todo caso, tener el plan B listo y escribirlo. Quiero que encuentres en mis ojos un lugar al que puedas recurrir si alguna vez no sabes dónde te has olvidado, quiero ser para ti la confianza que se tiene cuando se es pequeño y todavía no te han lastimado, cuando crees que todo se puede y de no poder, buscar cómo. Eres un respiro para los pulmones, mis miedos expuestos, la libertad que se siente al estar acompañada, el silencio que no incomoda, eres los restos de un corazón en ascuas que al encontrar los restos de cenizas volvió a arder, eres la canción que habla de un sueño donde a ella le desvisten los miedos y al abrir la ventana se escapan. No me imagino conociéndote hace seis meses o un año antes de este porque de tanto repetirlo estoy comenzando a creer en los tiempos perfectos, como el de aquella noche en que rompimos la coraza y mis ojos desde entonces no dejan de verte y te hacen
  • 76. protagonista de la historia que, te lo prometo, no quedará en tinta y papeles. RAZONES INJUSTIFICABLES Estoy enamorada de usted. Que maldita equivocación, que testarudos los sentimientos que no se cansan de sentir por quien no deben. Que poca sintonía tiene lo que se piensa y lo que se quiere decir. Usted es inspiración y debo aclarar que no de aquella que utilizo para poder escribir, puesto que de ser así no habría compartido los momentos que vivimos.
  • 77. Poniendo las cartas sobre la mesa, tengo que confesarle que escribir es mi método de escape y yendo de su mano difícilmente conocí los bolígrafos, su saliva es (me gustaría poder decir era) la tinta que devolvió los colores a un montón de rincones que se habían pintado a blanco y negro. ¿Cómo le explico que sus labios siempre me gustaron al natural? No aprendí a dejar de verle sonriendo, disfrutando las victorias que consiguió y mucho menos supe decir no cuando fue su boca la que me susurraba inesperados te quiero. Usted dejó sueños tirados en mi lado de la cama, ¿cómo voy a soñar si son esos mismos que descansan en mi sitio los que me roban el sueño? Dígame dónde están las fronteras que separan su cuerpo del mío, si al abrazarle no había límites ni distancias y nuestros cuerpos se volvieron uno sin dejar de ser de cada uno y dígame también, ¿era solo idealización mía o sus ojos aprendieron a verme? Yo aprendí sus gestos, en mi mente se grabó su aroma, mi mano aprendió a ir de la suya sin atarle por si acaso necesitásemos huir de algo y mis pasos pudieran detenerle, discúlpeme, pero yo aprendí a quererle, mis manos aprendieron la textura de su cabello y es en su cintura donde no supe encontrar la cordura. Carajo, que jodido e injustificable es tener que verle caminando sin que sus pasos le lleven a mí, que jodido es terminar una historia que, no sé usted, pero
  • 78. sigo firme, tenía más que dar. Y que cobarde me pareces ahora, corazón. LA CARTA QUE NO TE DI (A QUIEN CORRESPONDA) Buenos días, tardes o noches, bonita. Hoy es un día quizá como cualquier otro, aunque a mi parecer tiene su toque mágico, no sé si para cuando estés leyendo esto ya habré podido darte un abrazo y un beso, de no ser así todavía, haz una pausa aquí e imagina mis brazos comenzando a rodear tu cintura y el beso en la frente que te doy cada vez que tengo oportunidad.
  • 79. ¿Eso funcionó? Porque si no, por favor recuérdame dártelos la próxima vez que te vea. Antes de que continúes leyendo necesito aclarar algo, no soy de esas personas que llegan a disfrutar una fecha en especial o dar algo mes con mes, creo totalmente que cada día puede ser inigualable si así se quiere, inolvidable si veo tu sonrisa... es solo que hoy siento la necesidad de dar gracias a cada intento fallido, a las casualidades que nos llevaron a conocernos y sobre todo a las no tan casualidades, que mejor debería nombrarlas como causalidades. Sé que el camino no siempre puede ser fácil, que lo desconocido da miedo y tengo todavía más claro que esas dos cosas se me escapan cada vez que te veo caminando conmigo. En fin, nunca va a estar de más decir que quiero seguir compartiendo contigo tus enojos, los dramas que no sabes hacer, las conversaciones que nos hacen entrar en controversia, las canciones que nos gustan y las que utilizas para molestarme, incluso los malos momentos y que tengas la seguridad de que, si lo necesitas, ahí va a estar mi brazo para sostenerte. Eres de las personas de las que se puede aprender a no ceder y creer que se puede. Gracias por intentarlo, por arriesgarte y estar. Te quiero de una forma que mi mente aún no comprende. Te quiero en cada beso y cada abrazo. Te
  • 80. quiero el día en que puedo despertar y agradecer esto, lo nuestro. Te quiero en cada sonrisa que provocas en mí. QUIERO Quiero salir a buscarte sin cigarros en mano, sin guiones escritos, con los ánimos de que puedas quedarte. Quiero pintar en tu piel los porqués de mis te quiero, quiero que aprendas a sentirme estando lejos y que no existan lazos que nos unan sino alas que permitan extender nuestro vuelo.
  • 81. Quiero hacer crecer los momentos, que el césped de los parques se convierta en nuestra cama con vistas al cielo cuando se llene de estrellas, quiero ver crecer tu cabello cada vez que lo sostenga entre mis dedos, quiero que tus besos sean mi mejor anestesia cuando llega de visita la rutina y que sea el estar de siempre lo único que nos mantenga luchando. Quiero que seas más que uno de esos amores que vienen de visita y abren caminos llenos de miedo, pero no quiero ser quien te prohíba vestirte de él. Quiero que sigas dejando por mi habitación el olor de tu cuerpo, que las batallas de almohadas terminen siempre en tu risa, que volvamos a reírnos de todos un viernes por la noche mientras mis manos en la oscuridad pierden el control debajo de tu suéter. Quiero que te quedes sin intentar convencerte, que te detengas a pensar en lo nuestro y lo bonito que se vuelve el mundo cada vez que nos miramos. Quiero que quererme sea lo que quieres...
  • 82. DESEO Un amigo y también escritor el día de mi cumpleaños me dijo algo así “te regalo una estrella fugaz para que desees lo que gustes”, por mi mente pasó primero la luz de aquella estrella y al mismo tiempo me di cuenta que al quedarme pensando en cómo sería, ya se me habría escapado. Unos minutos después y con la voz de mis padres al fondo diciendo “pide un deseo, pude percatarme que en cada pensamiento vas conmigo.” Resultó imposible hacerte a un lado de mi mente, sin embargo
  • 83. no fuiste tú lo que desee al soplar, pedí algo parecido a esto: deseo no tener miedo y afrontar lo que venga, lo cual involucra los aspectos más importantes de mi vida. No pedí, por ejemplo que te quedes un tiempo prolongado, tampoco que seas tú la persona que esta vez no se va a ir o que tus ojos sean para mí un hogar, mucho menos ser yo la persona que te hace reír o aquella a la que buscas para acompañarte cada día y si no me equivoco, el contarte lo que pedí por deseo rompe los esquemas de aquello que, para mi, no viene de otro lado sino del corazón y al parecer, también es posible que no se cumpla, no me preocupa, ¿sabes? Porque aún diciéndolo, confío en que cada paso debe acercarme más que cualquier estrella fugaz o cualquier velita que pueda apagar con estos pulmones que a veces se cansan, pero que inhalando un poquito, vuelve a recuperar el aliento. Te cuento esto recordando lo que te dije aquella vez en el parque sobre una promesa y mi querer prometerte la vida. Ningún deseo se va a igualar a las ganas que tengo de conocer al mundo contigo y a pesar de que a veces el camino se muestre inestable, lleno de baches y grietas que cualquier niño disfrutaría esquivando, quiero que sepas que hay sentimientos que con unas buenas dosis de abrazos vuelven a tomar fuerza para jugarse la vida creyendo en noches que prometen lo eterno aunque duren un segundo. Te quiero y si hay algo que deseo es que aun estando conmigo nunca dejes de ser tú.
  • 84. ME PROMETÍ NO HACERLO He pensado en ti más de lo que estoy dispuesta, sigues dando pasos silenciosos por mi mente y me toma por sorpresa cada vez que veo a alguien con el cabello volando como el tuyo suele hacerlo, en la espera, por supuesto, de que no seas tú (yo tampoco me creo.) No he logrado sanarme como sé hacerlo, me he inventado nuevas formas pues contigo ningún plan ha funcionado, ahora canto para extraños a los que les cuento nuestra historia y mira que con ellos mis dedos no se detienen al primer acorde. Eso sí, he vuelto a
  • 85. los viejos hábitos del cigarro por la mañana, los libros ya no están en el librero y, regularmente despierto con ellos durmiendo a mi lado, el café se ha vuelto anestesia contra los sueños que no quiero tener contigo, sin saber que son los que no cumplimos los que no me dejan descansar. Amor, es la primera vez que voy en contra de lo que me digo, pero entiende que al empezar contigo me prometí no mentirme y perdona, es que no puedo ir en contra de los sentimientos, de mis sentimientos, aunque tengo claro que no puedo obligar a los tuyos. Todo, desde el primer beso, la primera charla y el primer te quiero lo hicimos tan bien que no dejarte ir me parecería una falta a la moral. Tengo que decir que agradezco a los amores que no me permití vivir y considero doblemente importante que sepas que las heridas no fueron en vano, tampoco quiero salir limpia, yo también hice daño, es por eso y no por cualquier otro argumento, que me parece absurdo no luchar por lo que hizo falta, te repito, lo hicimos tan bien y dejamos los miedos en el intento que de tu mano descubrí por qué no respondí cuando me preguntaron las intenciones que tenía contigo, todo eso no son más que cuentos que nos han hecho creer. No existen las intenciones, son las acciones y las ganas quienes no me permiten esta salida cobarde, no me parece correcto dejar ir a la única persona que
  • 86. logró poner un antes y un después a esos para siempre que nunca se cumplían. CADA VEZ Cada vez que su recuerdo vuelve a caminar despacio por mis sueños un frío inexplicable vuelve a recorrer cada pliegue de mi cuerpo erizando la piel. Cada vez se vuelve más difícil intentar explicarme y entender los sentimientos que no caben ya en los planes que ella va cumpliendo. A mi, que no he encontrado paso rápido cuando se ha tratado de decidir, no sé explicarme qué pasa cuando le veo marcharse y lo único en lo que puedo pensar sin detenerme, es en salir corriendo y abrazarle, pero
  • 87. tengo claro (y por supuesto, es lo que no me deja) que no es más nuestro tiempo. Cada vez se vuelve más difícil luchar contra los sentimientos, sobre todo cuando prometiste serte fiel y no sabotear el amor que no quedó en intento. Cada vez me queda más claro que tenía que volver a dolerme, que tenía que hacerlo, pero contigo, que si no hubiera sido de tu mano, no hubiera sido otra. A ti, que supiste encontrar mi punto débil sin intentar complacer lo que quería, que escuchaste conmigo las canciones que dolían mientras me recostabas en tu pecho y que hiciste todo sin quererlo, sin darte cuenta que me estabas queriendo. A ti, cada vez, cada noche de Luna, cada siempre, cada sueño impaciente. A ti, todas las canciones que salen de mi puño. A ti, mis hasta siempre. DESAPRENDÍ A MENTIRME Desaprendí a mentirme, ya no me sirve creer que el olvido llega en los labios equivocados, pero tampoco distingo cuáles son los indicados y es que, he perdido tantos que seguramente los dejé olvidados en un envase de cerveza o en alguna colilla de cigarro compartida. Desaprendí a mentirme cuando te vi sin cerrar los ojos porque verte con el corazón no iba de la mano con tus planes. Nos pudimos ahorrar tanto.
  • 88. Desaprendí a mentirme cuando deje de justificar tus acciones, carajo, no había nada que justificar. No había nada de planes o tiempos perfectos, decisiones, eso es la vida y aunque también las hay malas, hay que saber no quitar el tiempo... Mírame (risa burlona), ya hablo como si de verdad supiera de eso, si lo pierdo entre canciones y lo mal invierto escribiendo (para ti, una vez más, tarde.) Desaprendí a mentirme un jueves por la noche cuando tenía más grados de alcohol de los debidos y me solté a llorar sin agachar la cabeza o ¿es que no es digno caminar con la cara en alto al saber que estás sanando? Desaprendí a mentirme el día que decidí no cambiar la funda de mi almohada, cuando seguí durmiendo en mi lado de la cama, al continuar descansando en mi sillón favorito y al seguir visitando los lugares que frecuentábamos pues me di cuenta que el recuerdo no se había quedado en aquellos lugares, más bien, iba caminando conmigo cuando menos debía, hijo de puta. Desaprendí a mentirme cuando recordé nuestro primer día, al releer las conversaciones y percatarme de la sonrisa imbécil que se me había dibujado, aunque debo confesar que me dolió más escuchar la canción que se escribió para ti, la misma que borre a los pocos minutos, fue meramente por salud mental
  • 89. propia, aquello si era necesario, suficiente inmortal ya te había hecho en los escritos como para dejarte serlo dos minutos y medio más. Desaprendí a mentirme cuando me di cuenta que no se deja de querer cuando te miran a los ojos sosteniendo verdades que terminan siendo falsas y bajas mentiras. Desaprendí a mentirme con las armas que tú me diste. Sigo desaprendiendo a mentirme cuanto me prometo que esta vez será la última que pienso en ti. 17 mayo de 2016 Sabines decía que «un pedazo de Luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama». La Luna, nuestra fiel compañera cuando tú en tu habitación y yo en la mía, veíamos cómo se iba escondiendo. Qué gran cómplice tuvimos, mi amor, cuando meteorólogos dijeron que sería la primera vez después de algunos años en que aparecería y no era
  • 90. casualidad que tú estuvieras ocurriendo también en mi vida. Cómo te echo de menos cada vez que volteo a mi ventana y la luz no me deja descansar, no se ve igual sin tus ojos y aún me resulta imposible disfrutar la poesía que recité a tu oído para que pudieras descansar. Meteorólogos podrán hacer mil cálculos sobre la Luna y su proximidad a la Tierra, pero nunca sabrán que contigo parecía posible tocarla. Una vez más, C, tarde... 28 Mayo, 2016 Hoy he escuchado en bucle a Quique González mientras recito a García Montero con el inigualable poema “Aunque tú no lo sepas”. Han pasado un par de días desde aquel encuentro, inigualable también. Ya había olvidado, de manera temporal, el temblor que es tenerte cerca porque aunque físicamente hablando no nos tenemos ni mucho menos estamos, lo que guarda el corazón difícilmente se olvida. Yo, por ejemplo no olvido la
  • 91. calidez de tu voz o la ternura de tus labios y cada día recuerdo el abrazo donde mi cuerpo entendía cada esfuerzo; mi almohada, desde que dormirse en ella extrañamente no encaja más con mi cabeza, las cuerdas de mi guitarra cada vez desafinan más con mi voz y te juro que las cervezas ya no tienen el mismo sabor. Lo estoy haciendo mal en mi intento de olvidarnos. Es la octava vez que le repito a mis dedos que dejen de dedicarte letras que debieron llegar hace tiempo, de sobra sabes que para mí cualquier tiempo, es tarde, que no aprendí a conjugar los verbos. Y, es la octava vez que me repito que hoy tampoco vendrán tus bromas a rescatarme. LO SÉ, SÉ QUE… Sigo perdiendo las formas por sus labios, no he dejado de morir por su risa, mis ojos se llenan de sueños cada vez que le veo caminando a unos cuantos metros lejos de mí y mi cuerpo se deshace cuando vuelve a abrazarme. Cada vez desde aquella última, sin que ella lo sepa sigo aprendiendo sus manías, sé que cuando está nerviosa sus manos comienzan a juguetear, que
  • 92. cuando nos cruzamos en el camino se esconde detrás de la primer persona que vaya delante, sé que llegar a tiempo no está entre sus prioridades, pero siempre, siempre es exacta cuando cruza la puerta, sé que podría pasar unos cuantos minutos observándote sin que te des cuenta para después reírse de tu falta de paciencia, sé que despierta a la misma hora las noches en que algo le preocupa (y, miren que a simple vista eso resulta imposible), sé que su posición a la hora de dormir es boca abajo y que si sus pies tienen frío no puede hacerlo, también sé que a veces suele ser tan perezosa que cualquier sofá es su cama perfecta, sé que conoce un par de acordes y que su rasgueo es demasiado simple para ser ella (de arriba hacia abajo); conozco la forma en que con la mirada te invita a morir en su boca después de haber cantado para ella y para qué callarlo, sé el movimiento que tienen sus caderas cuando se deja llevar en la parte trasera de un auto. Reconozco su mirada cuando esconde algo, es decir, cuando la razón la detiene para no decir lo que siente, conozco la manera en que descansa en mi hombro respirando en el hueco que hay entre este y el cuello, sé la forma que tiene de hacerte caer rendido por ella cuando su boca al hablar no conoce el respeto al espacio ajeno, conozco el triángulo que forma su boca cuando algo le emociona y también su risa burlona cuando no puedes ganarle las peleas de almohadas. Sé
  • 93. que ha tenido más de 100 golpes en las rodillas y que aún con eso, además de no poder evitarlo, no sabe decir que no a los próximos. Sé que tendrá la consideración de preguntar lo que piensas para después, llevarte la contraria. Lo sé, sé que te sería imposible no querer caer en ella y sé que es tan única, tan orgullosa y tan testaruda que no va a volver.