Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
Bendecir significa colocar a la persona bajo la protección de Dios pidiendo las gracias o bendiciones. Es una oración muy poderosa, dice el proverbio que la bendición de Dios es la que enriquece y no trae tristeza. En realidad aceptar la bendición de Dios es vivir una vida abundante, Dios nos da la oportunidad de elegir la bendición o la maldición “En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes”.
Deuteronomio 30, 19.
Dios quiere que seamos bendecidos pero lo que pasa es que no la recibimos. Ahora mismo, tú puedes entrar en bendición, hoy es el día de tu bendición acéptala.
Dice la Palabra de Dios que enviará lluvia de bendiciones en el tiempo oportuno, hoy es el día de tu bendición entra en ella desata tus bendiciones para que destruyas cualquier maldición que te este atando ya Cristo nos redimió de toda maldición. “Pedimos que él, con su glorioso poder, los haga fuertes; así podrán ustedes soportarlo todo con mucha fortaleza y paciencia, y darán con alegría al Padre, que los ha preparado a ustedes para recibir en la luz la parte de la herencia que él dará a quienes pertenecen a su pueblo. Dios nos libró del poder de la oscuridad y nos llevó al reino de su amado Hijo, por quien nos salvó y nos perdono nuestros pecados” Colosenses 1, 11-14.
“Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra”
Salmo 112, 2-4
Enseñanza dada en ael grupo de la RCCE al que pertenezco, sobre la oración de alabanza. Por si puede ser de utilidad para alguien. Para la mayor gloria de Dios.
Bendecir significa colocar a la persona bajo la protección de Dios pidiendo las gracias o bendiciones. Es una oración muy poderosa, dice el proverbio que la bendición de Dios es la que enriquece y no trae tristeza. En realidad aceptar la bendición de Dios es vivir una vida abundante, Dios nos da la oportunidad de elegir la bendición o la maldición “En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes”.
Deuteronomio 30, 19.
Dios quiere que seamos bendecidos pero lo que pasa es que no la recibimos. Ahora mismo, tú puedes entrar en bendición, hoy es el día de tu bendición acéptala.
Dice la Palabra de Dios que enviará lluvia de bendiciones en el tiempo oportuno, hoy es el día de tu bendición entra en ella desata tus bendiciones para que destruyas cualquier maldición que te este atando ya Cristo nos redimió de toda maldición. “Pedimos que él, con su glorioso poder, los haga fuertes; así podrán ustedes soportarlo todo con mucha fortaleza y paciencia, y darán con alegría al Padre, que los ha preparado a ustedes para recibir en la luz la parte de la herencia que él dará a quienes pertenecen a su pueblo. Dios nos libró del poder de la oscuridad y nos llevó al reino de su amado Hijo, por quien nos salvó y nos perdono nuestros pecados” Colosenses 1, 11-14.
“Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra”
Salmo 112, 2-4
Enseñanza dada en ael grupo de la RCCE al que pertenezco, sobre la oración de alabanza. Por si puede ser de utilidad para alguien. Para la mayor gloria de Dios.
El Consejo Diocesano de Pastoral ha dedicado las tres sesiones a reflexionar sobre la oración cristiana porque ha sido la acción prioritaria de la Programación del curso pasado en el contexto de la celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa y en el Año de la Vida Consagrada. La Iglesia, y en ella el papa Francisco, insiste una y otra vez en que la oración es como el manantial que fecunda la acción misionera. Sin oración, la vida cristiana y la acción pastoral languidecen como la siembra a la que le falta el agua. Nos recuerda el Papa que «sin momentos detenidos de adoración, de encuentro orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos debilitamos por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga» (Evangelii gaudium, 262).
Historia del Rosario
En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra rosario significa "corona de rosas".
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.
La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este rosario corto se le llamó el salterio de la Virgen.
A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.
Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.
En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.
Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.
ESTE LIBRO LE GUIARÁ A TENER UN RENUEVO DE SU MENTE EN 30 DÍAS CON SOLO INVERTIR 15 MINUTOS DIARIOS PARA MEDITAR Y CONSOLIDAR CONCEPTOS EN EL ÁREA DE LA BENDICIÓN CRISTIANA AUMENTANDO SU FE CON ACCIONES DIGNAS DE UN CREYENTE QUE CREE EN EL PROPÓSITO DE DIOS.
LO ACOSTÓ EN UN PESEBRE
Is 9,1-3.5-6; Tt 2,11-14; Lc 2,1-14
El nacimiento de un hijo en la casa de los reyes de Judá era celebrado con gozo y solemnidad. El profeta Isaías nos regala un poema cargado de esperanza y optimismo. A través de una serie de títulos grandilocuentes (príncipe de la paz) y de grandes muestras de confianza: "se consolidará en la justicia y el derecho" se proclama el comienzo de un periodo nuevo. El niño es una promesa y una señal de la fidelidad de Dios, que jamás se desentiende de la causa de su pueblo. El recién nacido gobernará con sabiduría y acierto. En el Evangelio de san Lucas reaparece el motivo del recién nacido con un matiz novedoso: ya no es un niño rodeado de los privilegios del palacio, no lo custodian doncellas y nodrizas, no lo elogian los cortesanos del palacio. Sus padres son emigrantes que no disponen de bienestar. El niño nace en un pesebre —el dato se repite tres veces en el relato, señal de que tendrá su importancia— señalando así su condición de marginalidad. Efectivamente, Jesús vivirá como un judío marginal, hasta que el Padre lo haga participe de su gloria.
Cómo rezar el Santo Rosario y más cosas sobre el mismo, las meditaciones de cada uno de los 20 misterios. Sirve para iniciarse si no lo conoces y para tener más conocimientos sobre él si ya lo rezas habitualmente.
Novena del perdón elaborada por el Padre Faus, en la que se pide a Dios -a través de la meditación de textos de san Josemaría y de su intercesión- alcanzar la gracia de saber perdonar.
Más novenas a san Josemaría, fundador del Opus Dei en http://opusdei.es/es-es/section/oraciones-y-devociones/
El Consejo Diocesano de Pastoral ha dedicado las tres sesiones a reflexionar sobre la oración cristiana porque ha sido la acción prioritaria de la Programación del curso pasado en el contexto de la celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa y en el Año de la Vida Consagrada. La Iglesia, y en ella el papa Francisco, insiste una y otra vez en que la oración es como el manantial que fecunda la acción misionera. Sin oración, la vida cristiana y la acción pastoral languidecen como la siembra a la que le falta el agua. Nos recuerda el Papa que «sin momentos detenidos de adoración, de encuentro orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos debilitamos por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga» (Evangelii gaudium, 262).
Historia del Rosario
En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra rosario significa "corona de rosas".
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.
La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este rosario corto se le llamó el salterio de la Virgen.
A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.
Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.
En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.
Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.
ESTE LIBRO LE GUIARÁ A TENER UN RENUEVO DE SU MENTE EN 30 DÍAS CON SOLO INVERTIR 15 MINUTOS DIARIOS PARA MEDITAR Y CONSOLIDAR CONCEPTOS EN EL ÁREA DE LA BENDICIÓN CRISTIANA AUMENTANDO SU FE CON ACCIONES DIGNAS DE UN CREYENTE QUE CREE EN EL PROPÓSITO DE DIOS.
LO ACOSTÓ EN UN PESEBRE
Is 9,1-3.5-6; Tt 2,11-14; Lc 2,1-14
El nacimiento de un hijo en la casa de los reyes de Judá era celebrado con gozo y solemnidad. El profeta Isaías nos regala un poema cargado de esperanza y optimismo. A través de una serie de títulos grandilocuentes (príncipe de la paz) y de grandes muestras de confianza: "se consolidará en la justicia y el derecho" se proclama el comienzo de un periodo nuevo. El niño es una promesa y una señal de la fidelidad de Dios, que jamás se desentiende de la causa de su pueblo. El recién nacido gobernará con sabiduría y acierto. En el Evangelio de san Lucas reaparece el motivo del recién nacido con un matiz novedoso: ya no es un niño rodeado de los privilegios del palacio, no lo custodian doncellas y nodrizas, no lo elogian los cortesanos del palacio. Sus padres son emigrantes que no disponen de bienestar. El niño nace en un pesebre —el dato se repite tres veces en el relato, señal de que tendrá su importancia— señalando así su condición de marginalidad. Efectivamente, Jesús vivirá como un judío marginal, hasta que el Padre lo haga participe de su gloria.
Cómo rezar el Santo Rosario y más cosas sobre el mismo, las meditaciones de cada uno de los 20 misterios. Sirve para iniciarse si no lo conoces y para tener más conocimientos sobre él si ya lo rezas habitualmente.
Novena del perdón elaborada por el Padre Faus, en la que se pide a Dios -a través de la meditación de textos de san Josemaría y de su intercesión- alcanzar la gracia de saber perdonar.
Más novenas a san Josemaría, fundador del Opus Dei en http://opusdei.es/es-es/section/oraciones-y-devociones/
Estamos a pocos días del inicio del Jubileo Extraordinario de la Misericordia convocado por el Papa Francisco -martes 08 de Diciembre- fecha en la que abrirá la Puerta Santa que por
este Año Santo será una Puerta de la Misericordia (Cf. MV, 03). Es un tiempo de gracia, una oportunidad para volver al corazón mismo de la prédica del Profeta de Galilea: ¡Revelar a un Dios de ternura y misericordia!
El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico de libros y cartas escritas después del nacimiento de Jesús de Nazaret, que la tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia, apartando otros textos considerados apócrifos (griego: από 'lejos', κρυφος 'oculto'; latín: apócryphus). Se le designa como Nuevo Testamento desde Tertuliano en la Iglesia cristiana. Al contrario con el Tanaj hebreo, llamado por los cristianos Antiguo Testamento, los cristianos, a excepción de los llamados judíos mesiánicos, no tienen el Nuevo Testamento en común con los judíos.
El uso del término «testamento» proviene del vocablo hebreo berith ('alianza, pacto, convenio o disposiciones entre dos contratantes'), a través del griego diatheké, y del latín testamentum. Algunos autores presentan los nombres Antiguo y Nuevo Testamento con que se designa las dos grandes secciones en que se divide la Biblia cristiana como el resultado de un error de interpretación de la palabra diatheké, que significa: 'deseo' o 'voluntad', y también 'acuerdo’ o 'convenio'.1 Con este criterio diatheké en griego haría referencia al antiguo y al nuevo convenio de Dios con los hombres más que a las Escrituras mismas.
20. Epístola de Santiago
21. Primera Epístola de San Pedro
22. Segunda Epístola de San Pedro
23. Primera Epístola de San Juan
24. Segunda Epístola de Juan
25. Tercera Epístolas de San Juan
26. Epístola de San Judas
29. Libro de Isaías: Este libro contiene profecías con muy vivos destellos de tempranos sueños y aspiraciones de una redención universal para todos los pueblos de la tierra. La exégesis moderna lo divide en al menos tres grandes colecciones de poemas proféticos (Capítulos 1-35, 40-55 y 56-66), y un apéndice histórico (Capítulos 36-39), en parte paralelo o retomado de partes o pasajes de II Reyes.
30. Libro de Jeremías: Este libro contiene la historia y profecías de Jeremías, un hidalgo judío sumamente sensible, que desde muy joven se sintió obligado a concienciar al pueblo de la necesidad de ser fieles y obedientes ante Dios. De manera insistente profetizó el exilio y destierro del pueblo y de los reyes de Judá por Nabucodonosor de Babilonia, por lo que muchas veces se metió en problemas con las autoridades civiles y religiosas del Reino de Judá.
Este libro contiene cuatro lamentaciones acróstico-alefáticas, y una oración, escritas con motivo de la devastación de Jerusalén tras caer en las manos de Nabucodonosor II. Evocan vivamente los horrores del sitio, caída y destrucción de Jerusalén, y la insondable pena de ver a los judíos humillados, marchando hacia el exilio, llevados como ovejas por los conquistadores babilonios.
31. Libro de Baruc: Baruc o Baruj no es un libro canónico. Es un texto agregado en el canon católico romano. Es una serie de documentos adscriptos a Baruc o Baruj, escriba y secretario del profeta Jeremías, en donde se alecciona a los judíos sobre cómo afrontar y sobrellevar el exilio y cautiverio con responsabilidad y dignidad, y lealtad al Señor. Numerosos autores, así como editores de los escritos bíblicos, presentan como un cuerpo de texto independiente del cuerpo de este libro de Baruc, el Capítulo 6, que contiene una Epístola adscrita al profeta Jeremías.
32. Libro de Ezequiel: En la introducción, Dios entrega al profeta los lineamientos de su misión profética, mientras que los capítulos siguientes detallan una larga serie de amenazas y futuros castigos para Jerusalén y Judá, para los falsos profetas y, en general, para todos los judíos que han pecado antes de la invasión de Nabucodonosor.
33. Libro de Daniel: Este libro es la suma de hasta doce distintos documentos que relatan historias y visiones adscritas a Daniel, un sabio y consejero judío del exilio que prestó sus servicios en las cortes de reyes babilonios. En el canon judío, el libro de Daniel no es considerado parte de los libros de los Profetas, sino como parte de los Ketuvim (Escritos inspirados por el Ruaj haKodesh).
Profetas menores
34. Libro de Oseas: Este libro relata una profecía que se divide en dos partes.
35. Libro de Joel: El libro de Joel se encuentra dividido en dos partes claramente diferenciadas. En la primera, una devastadora plaga de langostas destruye el país, produciendo una celebración penitencial entre las víctimas. La segunda parte trata acerca de los frutos de la
El Antiguo Testamento es —según el canon cristiano— la primera parte de la Biblia. Contiene el Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y proféticos. En total se numeran en el Antiguo Testamento 39 libros en la versión protestante, 46 libros en la versión de la Iglesia católica, y 51 libros en la de la Iglesia ortodoxa.
Las denominaciones de Biblia y de Antiguo Testamento (que presupone la existencia de un Nuevo Testamento) nunca fueron usadas por los judíos de habla hebrea, y tampoco por algunas confesiones cristianas.
Los judíos dividen los libros del Tanaj en tres grupos distintos: Torá (la Ley), Neviim (los Profetas) y Ketuvim (los Hagiógrafos).
El grupo autodenominado testigos de Jehová prefiere la expresión Escrituras Hebreas para referirse a esta colección de libros.
El Antiguo Testamento es —según el canon cristiano— la primera parte de la Biblia. Contiene el Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y proféticos. En total se numeran en el Antiguo Testamento 39 libros en la versión protestante, 46 libros en la versión de la Iglesia católica, y 51 libros en la de la Iglesia ortodoxa.
Las denominaciones de Biblia y de Antiguo Testamento (que presupone la existencia de un Nuevo Testamento) nunca fueron usadas por los judíos de habla hebrea, y tampoco por algunas confesiones cristianas.
Los judíos dividen los libros del Tanaj en tres grupos distintos: Torá (la Ley), Neviim (los Profetas) y Ketuvim (los Hagiógrafos).
El grupo autodenominado testigos de Jehová prefiere la expresión Escrituras Hebreas para referirse a esta colección de libros.
6. Libro de Josué: Este libro narra la conquista de la Tierra Prometida y el reparto que Josué efectúa entre las diversas tribus. Luego trata algunos temas de la Asamblea de Siquem y de las disposiciones de Josué. Es considerado libro profético en el canon judío.
7. Libro de los Jueces: Narra el período que va desde la muerte de Josué hasta el nacimiento de Samuel, un tiempo en que el pueblo de Israel ha abandonado su vida nómada y acaba de instalarse como semisedentarios primero y agricultores luego, habitando en casas de material o chozas de adobe. Es considerado libro profético en el canon judío.
8. Libro de Rut: El libro narra la historia de Elimélec, un efrateo de Belén de Judá que emigró con su familia al país de Moab. Su mujer se llamaba Noemí y sus hijos, Majlón y Quilión. Al morir Elimélec, sus dos hijos se casaron con Orpá y Rut de Moab, respectivamente.
9. Primer Libro de Samuel: Este libro cuenta la historia de Samuel y del reinado del rey Saúl hasta su muerte, incluyendo la guerra de los israelitas contra los filisteos y la gran hazaña del pastorcillo David al derrotar al gigante Goliat. Es considerado libro profético en el canon judío.
10. Segundo Libro de Samuel: siendo la continuación de I Samuel, cuenta la historia de Israel a partir de la muerte del rey Saúl y el subsiguiente reinado de David, con un suplemento al final.
11. Primer Libro de los Reyes: Este libro cuenta la historia del reinado de Salomón, hijo de David y de los reinos de Judá e Israel.
12. Segundo Libro de los Reyes: En este libro continúa la historia de los reinos de Judá e Israel desde la muerte de Salomón hasta la caída de Samaria y de Jerusalén, cabe resaltar que todos los reyes israelitas hicieron lo malo a los ojos de Dios, entre ellos, Jeroboam, Omrí, Ahab y Jezabel, Oseas y Joacaz. También relata los milagros del profeta Eliseo y al final del libro se continúa la historia para culminar en el Exilio de Babilonia.
13. I Crónicas o I Paralipómenos: Este libro en particular narra el período comprendido desde los orígenes hasta la muerte de David. Cuenta la historia desde Adán ha
El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico de libros y cartas escritas después del nacimiento de Jesús de Nazaret, que la tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia, apartando otros textos considerados apócrifos (griego: από 'lejos', κρυφος 'oculto'; latín: apócryphus). Se le designa como Nuevo Testamento desde Tertuliano en la Iglesia cristiana. Al contrario con el Tanaj hebreo, llamado por los cristianos Antiguo Testamento, los cristianos, a excepción de los llamados judíos mesiánicos, no tienen el Nuevo Testamento en común con los judíos.
El uso del término «testamento» proviene del vocablo hebreo berith ('alianza, pacto, convenio o disposiciones entre dos contratantes'), a través del griego diatheké, y del latín testamentum. Algunos autores presentan los nombres Antiguo y Nuevo Testamento con que se designa las dos grandes secciones en que se divide la Biblia cristiana como el resultado de un error de interpretación de la palabra diatheké, que significa: 'deseo' o 'voluntad', y también 'acuerdo’ o 'convenio'.1 Con este criterio diatheké en griego haría referencia al antiguo y al nuevo convenio de Dios con los hombres más que a las Escrituras mismas.
Nuevo Testamento:
1. Evangelio de San Mateo
2. Evangelio de San Marcos
3. Evangelio de San Lucas
4. Evangelio de San Juan
5. Hechos de los Apóstoles
27. Apocalípsis de San Juan
El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico de libros y cartas escritas después del nacimiento de Jesús de Nazaret, que la tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia, apartando otros textos considerados apócrifos (griego: από 'lejos', κρυφος 'oculto'; latín: apócryphus). Se le designa como Nuevo Testamento desde Tertuliano en la Iglesia cristiana. Al contrario con el Tanaj hebreo, llamado por los cristianos Antiguo Testamento, los cristianos, a excepción de los llamados judíos mesiánicos, no tienen el Nuevo Testamento en común con los judíos.
El uso del término «testamento» proviene del vocablo hebreo berith ('alianza, pacto, convenio o disposiciones entre dos contratantes'), a través del griego diatheké, y del latín testamentum. Algunos autores presentan los nombres Antiguo y Nuevo Testamento con que se designa las dos grandes secciones en que se divide la Biblia cristiana como el resultado de un error de interpretación de la palabra diatheké, que significa: 'deseo' o 'voluntad', y también 'acuerdo’ o 'convenio'.1 Con este criterio diatheké en griego haría referencia al antiguo y al nuevo convenio de Dios con los hombres más que a las Escrituras mismas.
Epístolas de San Pablo
6. Epístola a los Romanos
7. Primera Epístola a los Corintios
8. Segunda Epístola a los Corintios
9. Epístola a los Galanas
10. Epístola a los Efesios
11. Epístola a los Filipenses
12. Epístola a los Colonenses
13. Primera Epístola a los Tesalonicenses
14. Segunda Epístola a los Tesalonisenses
15. Primera Epístola a Timoteo
16. Segunda Epístola a Timoteo
17. Epístola a Tito
18. Epístola a Filemón
19. Epístola a los Hebreos
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
Ángeles y Arcángeles
Numerosos textos bíblicos hacen referencia a los mensajeros (ángeles) de Dios.
El Salmo 90 dice: “A sus ángeles ha dado órdenes Dios, para que te guarden en tus caminos”. Aparecen en el anuncio de la encarnación de Cristo (Lc. 1, 26 - 38); también diciéndole a José que se refugie con su familia en Egipto (Mt 2, 13); un ángel liberó a Pedro de la cárcel (Hch 12, 1-11); de igual manera los ángeles sirvieron a Jesús después de las tentaciones del desierto (Mt 4, 11). Y un texto clave para entender su función y su cercanía con cada persona son las palabras de Jesús que leemos en el evangelio de Mateo 18, 10: “Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños porque yo les digo que sus ángeles en el cielo ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”
El día 29 de Septiembre se celebra particularmente a Miguel, Gabriel y Rafael, a quienes se recuerda en algunos de los episodios de la Sagrada Escritura: Miguel que significa “¿Quién como Dios?”, viene presentado en el Apocalipsis (12, 7) en acto de combatir las fuerzas del mal (primera lectura); Gabriel que significa “Fortaleza de Dios”, es enviado a la Virgen María para anunciarle su vocación a ser la madre de Jesús y corredentora de la humanidad; Rafael, que significa “Medicina de Dios”, es enviado por el Señor a Tobías para curarlo de la ceguera (Tob 5, 4)
No es sencillo sentir la presencia amiga de estos seres espirituales en nuestra vida; pero por testimonio de la Escritura y de nuestra fe, sabemos que ahí están haciendo todo lo que está de su parte para que se cumpla la voluntad de Dios y para llevarnos por buen camino. En la historia de la salvación han intervenido en los momentos de mayor necesidad; seguramente, en nuestra vida, cuándo más los necesitamos, ellos están a nuestro lado.
Los santos Ángeles de hoy: Miguel significa “¿Quién como Dios?”. Se le representa siempre en lucha contra Satanás. Gabriel significa “Fuerza de Dios”. Rafael significa ”Dos curó”.
Miguel es nuestro compañero en las luchas que debemos librar en contra del maligno; Gabriel renueva con su ayuda nuestras fuerzas cuenco comienzan a declinar; Rafael cura las heridas que nos quedan de la batalla. La vida es una constante lucha, pero no estamos solos.
El Ángel Custodio
La palabra “Ángel” procede del vocablo griego ággelos y significa “enviado o mensajero”. La presencia de los Ángeles como mensajeros de Dios en el mundo ha sido revelada por Dios y se encuentra atestiguada en la Biblia de principio a fin (Gén 3, 24; Ap 22, 16). cuando hablamos del “Ángel Custodio” o “Ángel de la Guarda”, nos referimos al mensajero que Dios nos ha enviado para cuidarnos y guiarnos en nuestro caminar por este mundo (Éx 23, 20; Mt 11, 10; 18, 10). La experiencia más cercana que tenemos la mayoría de los seres humanos sobre nuestro Ángel Custodio está representada por la presencia de nuest
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
Etimológicamente, prosperidad significa bienestar o mejora de una situación. Toda prosperidad viene de Dios porque él es dueño de todo, salmo 24:1
"Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay y con todo lo que en él vive".
El deseo de nuestro padre Dios, es que sus hijos disfruten de todo lo suyo. En Lucas 15:31 nos dice: “Hijo tu siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo. No escatimó ni a su propio hijo para que viniera y nos rescatara". 2 Corintios 8:9 nos dice en su palabra: “porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de Ustedes, para que por su pobreza fueran ustedes enriquecidos”.
Romanos 8:32 “Si Dios no nos negó ni a su propio hijo, sino que lo entrego a la muerte por todos nosotros ¿Cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? El mismo señor Jesucristo desea darnos la prosperidad integral (espiritual, física y material)”.
3 Juan 1:2 “Mi deseo es que prosperes en todo, que tengas buena salud así como próspera tu alma”.
Si aceptamos a Cristo en nuestro corazón, El nos ofrece el Espíritu Santo en plenitud. Juan 7:37-39.
Es importante prosperar íntegramente. De nada serviría que una persona tuviese mucho dinero y buena salud, pero espiritualmente perdiera su alma o al contrario si tuviera mucha plata y gran espiritualidad, pero con un quebranto de salud no disfrutará de estas bendiciones. Lo mismo si su salud fuera óptima y su espiritualidad envidiable, pero no tuviese dinero ni siquiera para el sostenimiento de su familia, será contradictorio a la misericordia de Dios.
Un ejemplo en la Biblia de prosperidad, se encuentra en el libro de Job, si analizamos los primero capítulos notamos que Dios le había prosperado íntegramente; pero Satanás sintió envidia y ataco a Job en todas sus áreas (financiera, familiar, física y espiritual), esto pasa con los hijos de Dios. El diablo siente envidia y busca robar o arrebatar las bendiciones al pueblo de Dios, quiere destruirnos, por eso Jesús dijo en Juan 10:10 “El ladrón es el diablo, solo viene para matar (muerte espiritual y física), robar (las bendiciones), destruir (los hogares y las naciones) mas Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”
¿Qué son las novenas y rosarios?
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
¿Por qué y para que rezar por las Almas benditas del Purgatorio
El gran Mandamiento de Nuestro Señor Jesucristo es que nos amemos los unos a los otros, genuina y sinceramente. El Primer Gran Mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas. El Segundo, o mejor dicho el corolario del Primero, es amar al prójimo como a nosotros mismos. No es un consejo o un mero deseo del Todopoderoso. Es Su Gran Mandamiento, la base y esencia de Su Ley. Es tanta la verdad encerrada en esto que El toma como donación todo aquello que hacemos por nuestro prójimo, y como un rechazo hacia El cuando rechazamos a nuestro prójimo.
Leemos en el Evangelio de San Mateo (Mt 25:34-46), las palabras de Cristo que dirijirá a cada uno en el Día del Juicio Final.
Algunos católicos parecen pensar que su Ley ha caído en desuso, pues en estos días existe el egoísmo, el amor a sí mismo, y cada uno piensa en sí mismo y en su engrandecimiento personal.
"Es inútil observar la Ley de Dios en estos días", dicen, "cada uno debe mirar por sí mismo, o te hundes”.
No hay tal cosa! La ley de Dios es grandiosa y todavía y por siempre tendrá fuerza de ley. Por eso, es mas que nunca necesaria, mas que nunca nuestro deber y por nuestro mayor interés.
Estamos moralmente obligados a rogar por las animas benditas
Siempre estamos obligados a amar y ayudar al otro, pero cuanto mayor es la necesidad de nuestro prójimo, mayor y mas estricta es nuestra obligación. No es un favor que podemos o no hacer, es nuestro deber; debemos ayudarnos unos a otros.
Sería un monstruoso crimen, por caso, rehusar al poder y desposeído el alimento necesario para mantenerse vivo. Sería espantoso rehusar la ayuda a alguien en una gran necesidad, pasar de largo y no extender la mano para salvar a un hombre que se está hundiendo. No solamente debemos ayudar cuando es fácil y conveniente, sino que debemos hacer cualquier sacrificio para socorrer a nuestro hermano en dificultades.
Ahora, qué puede estar más urgido de caridad que las almas del Purgatorio? Qué hambre o sed o sufrimiento en esta Tierra puede compararse con sus mas terribles sufrimientos? Ni el pobre, ni el enfermo, ni el sufriente que vemos a nuestro alrededor necesitan de tal urgente socorro. Aún encontramos gente de buen corazón que se interesa en los sufrientes de esta vida, pero, escasamente encontramos a gente que trabaja por las Almas del Purgatorio!.
Y ¿quién puede necesitarnos más? Entre ellos, además, pueden estar nuestras madres, nuestros padres, amigos y seres queridos.
Dios desea que las ayudemos
Ellas son los amigos más queridos. El desea ayudarlos; El desea mucho tenerlos cerca de Él en el Cielo. Ellas nunca más lo ofenderán, y están destinadas a estar con Él por toda la Eternidad. Verdad, la Justicia de Dios demanda expiación por los pecados, pero por una asombrosa dispensación de Su Providencia El pone en nuestras manos la posibilidad de asistirlos, El nos da el pode
Ángeles y Arcángeles
Numerosos textos bíblicos hacen referencia a los mensajeros (ángeles) de Dios.
El Salmo 90 dice: “A sus ángeles ha dado órdenes Dios, para que te guarden en tus caminos”. Aparecen en el anuncio de la encarnación de Cristo (Lc. 1, 26 - 38); también diciéndole a José que se refugie con su familia en Egipto (Mt 2, 13); un ángel liberó a Pedro de la cárcel (Hch 12, 1-11); de igual manera los ángeles sirvieron a Jesús después de las tentaciones del desierto (Mt 4, 11). Y un texto clave para entender su función y su cercanía con cada persona son las palabras de Jesús que leemos en el evangelio de Mateo 18, 10: “Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños porque yo les digo que sus ángeles en el cielo ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”
El día 29 de Septiembre se celebra particularmente a Miguel, Gabriel y Rafael, a quienes se recuerda en algunos de los episodios de la Sagrada Escritura: Miguel que significa “¿Quién como Dios?”, viene presentado en el Apocalipsis (12, 7) en acto de combatir las fuerzas del mal (primera lectura); Gabriel que significa “Fortaleza de Dios”, es enviado a la Virgen María para anunciarle su vocación a ser la madre de Jesús y corredentora de la humanidad; Rafael, que significa “Medicina de Dios”, es enviado por el Señor a Tobías para curarlo de la ceguera (Tob 5, 4)
No es sencillo sentir la presencia amiga de estos seres espirituales en nuestra vida; pero por testimonio de la Escritura y de nuestra fe, sabemos que ahí están haciendo todo lo que está de su parte para que se cumpla la voluntad de Dios y para llevarnos por buen camino. En la historia de la salvación han intervenido en los momentos de mayor necesidad; seguramente, en nuestra vida, cuándo más los necesitamos, ellos están a nuestro lado.
Los santos Ángeles de hoy: Miguel significa “¿Quién como Dios?”. Se le representa siempre en lucha contra Satanás. Gabriel significa “Fuerza de Dios”. Rafael significa ”Dos curó”.
Miguel es nuestro compañero en las luchas que debemos librar en contra del maligno; Gabriel renueva con su ayuda nuestras fuerzas cuenco comienzan a declinar; Rafael cura las heridas que nos quedan de la batalla. La vida es una constante lucha, pero no estamos solos.
El Ángel Custodio
La palabra “Ángel” procede del vocablo griego ággelos y significa “enviado o mensajero”. La presencia de los Ángeles como mensajeros de Dios en el mundo ha sido revelada por Dios y se encuentra atestiguada en la Biblia de principio a fin (Gén 3, 24; Ap 22, 16). cuando hablamos del “Ángel Custodio” o “Ángel de la Guarda”, nos referimos al mensajero que Dios nos ha enviado para cuidarnos y guiarnos en nuestro caminar por este mundo (Éx 23, 20; Mt 11, 10; 18, 10). La experiencia más cercana que tenemos la mayoría de los seres humanos sobre nuestro Ángel Custodio está representada por la presencia de nuest
¿Qué son las novenas y rosarios?
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés, mientras los discípulos – según la indicación de Jesús – permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr. Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús, que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc 18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario (cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como característica esencial de la oración cristiana.
Diseña una experiencia de aprendizaje sobre lectura y escritura como
herramientas de aprendizaje transversal integrando recursos digitales.
La experiencia se debe planear en el formato 1 y luego, se socializa en
una presentación Power Point y se sube a un Slide Share, Issu u otro
recurso que genere un enlace para su visualización.
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Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
2. Pagina Legal 4...........................................................................................
Bibliografía: 5............................................................................................
La Biblia 5...............................................................................................
El Libro del Pueblo de Dios 5.................................................................
Introducción 6............................................................................................
Rosario al Padre 8.....................................................................................
Promesas del Padre 8............................................................................
Primer Misterio 9.....................................................................................
Segundo Misterio 10...............................................................................
Tercer Misterio 10...................................................................................
Cuarto Misterio 10..................................................................................
Quinto Misterio 10...................................................................................
Oremos 12..............................................................................................
Oraciones Comunes 14............................................................................
Fórmulas de Doctrina Católica 14..........................................................
Símbolo de los Apóstoles 14..................................................................
Credo Niceno-Constantinopolitano 14....................................................
Señal de la Cruz 15................................................................................
Gloria al Padre 15...................................................................................
Padre nuestro 15....................................................................................
Ave María 15..........................................................................................
Ángel de Dios 15....................................................................................
El eterno reposo 15................................................................................
Ángelus 16..............................................................................................
Regina Caeli 16......................................................................................
Salve Regina 17.....................................................................................
Magnificat 17..........................................................................................
Bajo tu protección 17..............................................................................
Benedictus 17.........................................................................................
Te Deum 18............................................................................................
Veni Creator 19.......................................................................................
Ven Santo Espíritu 19.............................................................................
Alma de Cristo 20...................................................................................
Acordaos 20............................................................................................
Rosario 21..............................................................................................
Oración tras el Rosario 22......................................................................
Oración del Incienso 22..........................................................................
Oración de «Adiós al Altar», 22..............................................................
Oración por los difuntos 23....................................................................
Acto de Fe 23.........................................................................................
Acto de Esperanza 23............................................................................
3. Acto de caridad 24..................................................................................
Acto de Contrición 24.............................................................................
Bienaventuranzas 24..............................................................................
Librería Virtual 25......................................................................................
iTunes Store 25..........................................................................................
Seguridad 25..........................................................................................
Normatividad PEMEX 26........................................................................
Oraciones 27..........................................................................................
Google Play Store 28................................................................................
Liderazgo 29...........................................................................................
Normatividad Pemex 30.........................................................................
Oraciones 31..........................................................................................
6. Introducción
¿Qué son las novenas y rosarios?
Las novenas y rosarios son oraciones que el fiel dirige a Dios
durante nueve días consecutivos pidiendo la intercesión
particular de la Virgen María, de un santo patrón, de los
arcángeles o de los ángeles custodios. Es también usual
rezar las novenas en preparación para las grandes fiestas
litúrgicas como Navidad, Pascua, Pentecostés, la Inmaculada
o cerca de otras solemnidades importantes.
Su objetivo es que el Señor nos conceda la gracia pedida, de
la forma que El lo disponga o que se cumpla lo mejor en
relación al pedido. Se dice que una novena abre las puertas
del reino angélico.
El origen de esta práctica devota hace referencia a los nueve
días que transcurrieron entre la Ascensión y Pentecostés,
mientras los discípulos – según la indicación de Jesús –
permanecieron en oración en espera del Espíritu Santo. (Cfr.
Lc 24,49; Hch 1,4).
El fiel que se presta para iniciar una novena lo hace para pedir
ayuda a Dios en una situación particular de sufrimiento suyo o
de sus seres queridos.
Una novena muy difundida es aquella de sufragio de los
difuntos y a favor de las almas del purgatorio según una
usanza que encontramos en el Antiguo Testamento cuando
Judas Macabeo ofreció con sus hombres un “sacrificio
expiatorio” en reparación de los pecados de los soldados
caídos en batalla (Cfr. 2Mac 12,38-45).
¿Qué significado tiene rezar una novena?
7. Rezar la novena es un modo de seguir el consejo de Jesús,
que invitaba a los discípulos a “rezar siempre sin cansarse” (Lc
18,1) como la viuda del Evangelio que, con gran insistencia, le
imploraba al juez que le hiciera justicia frente a su adversario
(cfr. Lc 18, 1-8).
Para hacer esto, para que una oración sea verdaderamente
eficaz, son necesarias la humildad, la constancia y la
perseverancia junto a la conciencia de que Dios escucha las
oraciones de su pueblo. Con la parábola del fariseo y del
publicano (Lc 18 9-14), Jesús señala la humildad como
característica esencial de la oración cristiana.
8. Rosario al Padre
PROMESAS DEL PADRE
Las maravillosas promesas que el Padre nos hace, llenar de
vida y que contienen todos nuestros deseos, las encontramos
en el Evangelio, expresados por Jesús, Hijo de Dios. Nadie
mejor que Él conoce al Padre y sabe lo que quiere.
· El Padre quiere hacer felices a las criaturas sus hijos
· Él nos da la llave para entrar y poseer sus promesas:
Amar a Dios con todo nuestro corazón;
Amar al prójimo como a nosotros mismos;
De esta manera tendremos una heredad de Gloria;
participamos de su Divinidad, de su Gloria eterna, ya en esta
vida, con su Paz, el gozo del Amor y la seguridad de la
realización de la plenitud de su vida.
Meditemos: Un hijo más está unido a la familia viviendo su
caminar, más está en las “gracias” de sus padres.
¿Qué papá negará algo a su hijo?
En circunstancias diferentes los papás contestarán primero a
sus hijos: haz primero lo que te digo y después te concedo lo
que me pides.
Para empezar, tratemos de comprometernos con una novena
ejerciendo el amor, el perdón y la oración por nuestros
perseguidores y otras virtudes que el Espíritu Santo nos
sugerirá. Es una manera de entrar en el estilo de vida de la
Familia de Dios, para conquistar su lógica de Amor, y vivir
como “Hijos de Aquel que El Ama” y luego:
9. “Pidan y se les dará...”
¡No nos hagamos las ilusiones...! ¡La única gran promesa es el
Evangelio, las demás son buenos si nos ayudan a vivirlo!
“Aprendan a conocerme y a amarme y todo obtendrán de
este Padre”
Rosario del Padre
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dios mío ven a ayudarme
Señor, date prisa en socorrerme
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo como era en un
principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
¡Padre Nuestro, Padre mío,
Tú eres verdaderamente mi gran Dios!
PRIMER MISTERIO
Meditamos el esplendor del Amor del Padre en la obra de la
creación: “Vio Dios que era buena cuanto había hecho” (Gen.
1, 31)
Después de cada misterio:
Un: “Padre Nuestro”
Diez; “Padre, seas nuestro Padre, ahora y siempre.”
Un: “Gloria al Padre”
Un: “¡Padre nuestro, Padre mío, Tú eres
verdaderamente mi gran Dios!”.
10. SEGUNDO MISTERIO
Meditamos la inmensa Misericordia del Padre en la obra de la
Redención: “Tanto amó el Padre al mundo que le dio a su Hijo
único” (1 Jn. 3,16)
TERCER MISTERIO
Meditamos la magnificencia del Padre, quien después de haber
creado libre al hombre, en su designio de Amor sigue
respetando su libertad, a pesar de que la use mal. María
acogió la voluntad del Padre como la máxima realización de la
libertad. Unidos a la Virgen decimos: “He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc. 1-38)
CUARTO MISTERIO
Meditemos el triunfo del Amor del Padre cuando acogemos su
voluntad: “Este es mi Hijo amado escúchenlo... A cuantos lo
recibieron, les dio el poder volverse hijos de Dios” (Mt. 17,5; Jn.
1,12; 1Jn. 3,1)
QUINTO MISTERIO
Meditamos la Victoria del Padre en sufrimiento de la vida, en el
sufrimiento del perdón, en el sufrimiento de la muerte. “Si
estamos unidos a Cristo en sufrimiento de esta vida,
resucitaremos junto con Él, efecto los sufrimientos de ahora no
tienen comparación con la Gloria futura que nos espera: “Yo
les preparo Reino como el Padre lo preparó para Mí” (Cfr. Rm.
6,5; 8,18; Lc. 22,29)
11. Letanías del Padre
Oh Dios Padre del Cielo
Oh Dios Hijo Redentor del mundo
Oh Dios Espíritu Santo
Santa Trinidad único Dios
Padre creador del mundo
Padre propiciador del mundo
Padre sabiduría eterna
Padre bondad infinita
Padre providencia inefable
Padre manantial de todo bien
Padre santísimo
Padre dulcísimo
Padre de infinita Misericordia
Padre nuestro confesor
Padre nuestro amor
Padre nuestra luz
Padre nuestra alegría y nuestra gloria
Padre rico para todas las criaturas
Padre que triunfas sobre todas las naciones
Padre magnificencia de la Iglesia
Padre esperanza de los cristianos
Padre destructor de los ídolos
Padre sabiduría de los jefes
Padre magnificencia de los reyes
Padre consuelo de los pueblos
Padre gozo de los sacerdotes
Padre guía de los hombres
Padre don de la vida familiar
Padre auxilio de los míseros
Padre delicia de las Vírgenes
Padre guía de los jóvenes
Padre amigo de los pequeños
Padre libertad de los esclavos
Padre luz de los que están en las tinieblas
12. Padre destrucción de los soberbios
Padre sabiduría de los justos
Padre descanso en las tribulaciones
Padre esperanza de la desolación
Padre refugio de salvación para los desesperados
Padre consuelo de los pobres
Padre puerto de salvación en los peligros
Padre paz y protección en la indigencia
Padre consuelo de los afligidos
Padre refugio de los huérfanos
Padre paz de los ancianos
Padre refugio de los moribundos
Padre que apagas la sed en nuestra pobreza
Padre vida de los muertos
Padre Gloria de los Santos
-Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
¡Perdónanos Señor!
-Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
¡Escúchanos Señor!
-Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
¡Ten piedad de nosotros!
OREMOS
Padre infinitamente bueno y misericordioso, que deseas
ardientemente extender Tu reino de amor en el corazón de
todas tus criaturas para tu gozo y su felicidad; te rogamos que
se cumpla esta voluntad tuya de ser conocido, amado y
honrado por todos los hombres; y que todas nuestras familias
estén unidas en Tu Paz.
13. Te lo pedimos por Jesucristo Tu Hijo y nuestro Señor, por la
intersección de María Santísima y de todos los Santos. Amén.
¡Padre!
Dondequiera que yo vaya Te encuentre,
Dondequiera que mire Te vea,
Dondequiera que Te busque, allí estás,
Dondequiera que Te hable, me respondas,
Dondequiera que Te ruegue, me escuches,
14. Oraciones Comunes
FÓRMULAS DE DOCTRINA CATÓLICA
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo
en Jesucristo, su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo,nació de Santa María Virgen, padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a
los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde
allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén
CREDO NICENO-CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos: Dios de
Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y
por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo
hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras,y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de
nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,y su reino no
tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre
y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria,y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
15. católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón
de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro. Amén.
SEÑAL DE LA CRUZ
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
GLORIA AL PADRE
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a
nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
AVE MARÍA
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita
Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
ÁNGEL DE DIOS
Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha
encomendado a ti, ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname.
Amén.
EL ETERNO REPOSO
Dale Señor el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén
16. ÁNGELUS
El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María...
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María...
Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María... Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para
que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
Oremos
Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que, los que hemos
conocido, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo Jesucristo,
lleguemos por los Méritos de su Pasión y su Cruz, a la gloria de la
Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre...
REGINA CAELI
(en tiempo pascual)
Reina del cielo alégrate; aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.
Ha resucitado según su palabra; aleluya.
Ruega al Señor por nosotros; aleluya.
Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya.
Oremos
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su
Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eterno. Por nuestro
Señor Jesucristo. Amén.
17. SALVE REGINA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza
nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti
suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre. ¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen
María!
MAGNIFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso
ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los
hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo
había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su
descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
BAJO TU PROTECCIÓN
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las
súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos
siempre de todo peligro, ¡Oh Virgen gloriosa y bendita!
BENEDICTUS
18. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su
pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su
siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos
Profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de
todos los que nos odian;realizando la misericordia que tuvo con
nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a
nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los
enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos
nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del
Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el
perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que
nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra
de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén
TE DEUM
A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre, te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines te cantan sin cesar: Santo, Santo, Santo es
el Señor, Dios del universo.
Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.
A ti te ensalza el glorioso coro de los Apóstoles, la multitud admirable de
los Profetas, el blanco ejército de los mártires.
A ti la Iglesia santa, extendida por toda la tierra, te proclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, Defensor.
19. Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana sin desdeñar
el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el reino del
cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre.
Creemos que un día has de venir como juez.
Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos, a quienes
redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad.
Sé su pastor y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre, por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confié, no me veré defraudado para siempre.
VENI CREATOR
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles llena con tu divina
gracia, los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito, don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre; que inspiras nuestras palabras. Ilumina
nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu
perpetuo auxilio, fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé nuestro director y
nuestro guía, para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre, al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu, por los siglos de los siglos
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó,y al Espíritu Consolador, por
los siglos de los siglos. Amén.
VEN SANTO ESPÍRITU
20. Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del
pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente
del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro
esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo
que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo
del alma, divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del
pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el
corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu
gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos
tu gozo eterno. Amén.
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén
ACORDAOS
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que
ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu
asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti.
21. Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de
las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me
atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas, oh Madre del Verbo divino, antes
bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén.
ROSARIO
Misterios gozosos
(lunes y sábado)
1. La encarnación del Hijo de Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación de Jesús en el templo.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Misterios luminosos
(jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía.
Misterios dolorosos
(martes y viernes)
1. La Oración de Jesús en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Misterios gloriosos
(miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Hijo de Dios.
22. 2. La Ascensión del Señor a los Cielos.
3. La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen como Reina de Cielos y
Tierra.
ORACIÓN TRAS EL ROSARIO
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos
Oh Dios, cuyo Hijo por medio de su vida, muerte y resurrección, nos
otorgó los premios de la vida eterna, te rogamos que venerando
humildemente los misterios del Rosario de la Santísima Virgen María,
imitemos lo que contienen y consigamos lo que nos prometen. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén
ORACIÓN DEL INCIENSO
(Tradición copta)
Oh Rey de la Paz, danos tu Paz y perdona nuestros pecados.
Aleja a los enemigos de la Iglesia y guárdala, para que no desfallezca.
Emmanuel, Dios con nosotros, está entre nosotros en la gloria del Padre
y del Espíritu Santo Bendícenos y purifica nuestro corazón y sana las
enfermedades del alma y del cuerpo.
Te adoramos, oh Cristo, con el Padre de bondad y con el Espíritu Santo,
porque has venido, nos has salvado.
ORACIÓN DE «ADIÓS AL ALTAR»,
antes de salir del templo después de la liturgia
(Tradición siro-maronita)
Queda en paz, oh Altar de Dios. La oblación que hoy he ofrecido sobre
ti, sea para la remisión de las culpas y el perdón de los pecados y me
alcance estar ante el tribunal de Cristo sin condena y sin confusión.
23. No sé si se me concederá volver a ofrecer sobre ti otro Sacrificio.
Protégeme, Señor, y conserva a tu Santa Iglesia, que es camino de
verdad y de salvación. Amén
ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS
(Tradición bizantina)
Dios de los espíritus y de toda carne, que sepultaste la muerte, venciste
al demonio y diste la vida al mundo.
Tú, Señor, concede al alma de tu difunto siervo N., el descanso en un
lugar luminoso, en un oasis, en un lugar de frescura, lejos de todo
sufrimiento, dolor o lamento.
Perdona las culpas por él cometidas de pensamiento, palabra y obra,
Dios de bondad y misericordia; puesto que no hay hombre que viva y no
peque, ya que Tú sólo eres Perfecto y tu Justicia es justicia eterna y tu
Palabra es la Verdad.
Tú eres la Resurrección, la Vida y el descanso del difunto, tu siervo N.
Oh Cristo Dios nuestro.
Te glorificamos junto con el Padre no engendrado y con tu santísimo,
bueno y vivificante Espíritu.
ACTO DE FE
Señor Dios, creo firmemente y confieso todas y cada una de las
verdades que la Santa Iglesia Católica propone, porque tú las revelaste,
oh Dios, que eres la eterna Verdad y Sabiduría, que ni se engaña ni nos
puede engañar.
Quiero vivir y morir en esta fe.
Amén
ACTO DE ESPERANZA
Señor Dios mío, espero por tu gracia la remisión de todos mis pecados;
y después de esta vida, alcanzar la eterna felicidad, porque tú lo
24. prometiste que eres infinitamente poderoso, fiel, benigno y lleno de
misericordia.
Quiero vivir y morir en esta esperanza. Amén.
ACTO DE CARIDAD
Dios mío, te amo sobre todas las cosas y al prójimo por ti, porque Tú
eres el infinito, sumo y perfecto Bien, digno de todo amor.
Quiero vivir y morir en este amor. Amén
ACTO DE CONTRICIÓN
Dios mío, me arrepiento de todo corazón de todos mis pecados y los
aborrezco, porque al pecar, no sólo merezco las penas establecidas por
ti justamente, sino principalmente porque te ofendí, a ti sumo Bien y
digno de amor por encima de todas las cosas.
Por eso propongo firmemente, con ayuda de tu gracia, no pecar más en
adelante y huir de toda ocasión de pecado. Amén.
BIENAVENTURANZAS
— Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino
de los cielos
— Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra
— Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados
— Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque
ellos serán saciados
— Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia
— Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios
— Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios
— Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia, porque de
ellos es el Reino de los cielos
— Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan
contra vosotros toda clase de calumnias por mi causa. Alegraos y
regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
25. Librería Virtual
iTunes Store
SEGURIDAD
Curso Anexo SSPA
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Reglamento de Seguridad e Higiene
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Investigación y Análisis de Causas Raíz de los Incidentes y/o
Accidentes SSPA
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Curso Inducción a la Seguridad e Higiene para Proveedores y
Contratistas en las Instalaciones de Pemex y O. S.
https://itunes.apple.com/mx/book/curso-induccion-la-seguridad/
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Módulo I, II, III. Rig Pass
https://itunes.apple.com/mx/book/serie-rig-pass-iadc/id928200056?
mt=11
Módulo IV, V, VI. Rig Pass
https://itunes.apple.com/us/book/modulo-iv-v-vi.-rig-pass/id928231403?
l=es&ls=1&mt=11
Módulo VII, VIII, IX. Rig Pass
https://itunes.apple.com/mx/book/serie-rig-pass-iadc/id928257236?
mt=11
Módulo X, XI, XII. Rig Pass
https://itunes.apple.com/mx/book/serie-rig-pass-iadc/id928273853?
mt=11
26. NORMATIVIDAD PEMEX
Normas Oficiales Mexicanas “Seguridad”
https://itunes.apple.com/us/book/normas-oficiales-mexicanas/
id912076995?l=es&ls=1&mt=11
NOM-028-STPS-2012. Sistema para la administración del trabajo.
Seguridad en los procesos y equipos críticos que manejen sustancias
químicas peligrosas
https://itunes.apple.com/us/book/nom-028-stps-2012.-sistema/
id926662850?l=es&ls=1&mt=11
NOM-031-STPS-2011, Construcción -Condiciones de seguridad y
salud en el trabajo
https://itunes.apple.com/us/book/nom-031-stps-2011-construccion/
id912090138?l=es&ls=1&mt=11
27. ORACIONES
Novenas y Rosarios
Novena del Divino Niño Jesus
https://itunes.apple.com/us/book/novena-al-divino-nino-jesus/
id910417684?l=es&ls=1&mt=11
Novena del Divino Niño Jesus
https://itunes.apple.com/us/book/novena-al-divino-nino-jesus/
id910417684?l=es&ls=1&mt=11
Rosario del Espíritu Santo
https://itunes.apple.com/us/book/rosario-del-espiritu-santo/
id908155477?l=es&ls=1&mt=11
Coronilla y Novena Misericordia Divina de Jesús
https://itunes.apple.com/us/book/misericordia-divina-de-jesus/
id910041411?l=es&ls=1&mt=11
Novena de la Prosperidad
https://itunes.apple.com/us/book/novena-de-la-prosperidad/
id927747698?l=es&ls=1&mt=11
Novena Rafael Arcángel del Libro de Tobit
https://itunes.apple.com/us/book/novena-san-rafael-arcangel/
id918236813?l=es&ls=1&mt=11
Oración de Liberación con el Arcángel Miguel
https://itunes.apple.com/us/book/arcangel-miguel/id908019806?
l=es&ls=1&mt=11
Rosario de las santas llagas de jesus
https://itunes.apple.com/mx/book/rosario-las-santas-llagas/
id925939359?mt=11
Trisagio Bíblico
https://itunes.apple.com/mx/book/trisagio-biblico/id925903854?mt=1
28. Google Play Store
Google Play pone a tu disposición millones de libros, como nuevos
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30. NORMATIVIDAD PEMEX
ANEXO SSPA
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Reglamento de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con
las Mismas
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Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con los Mismo
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Reglamento de Seguridad e Higiene de PeMex y OS
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Reglamento de la Ley de Petróleos Mexicanos
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31. ORACIONES
Rosarios y Novenas
Misericordia Divina de Jesús
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Rosario a la Sagrada Cabeza de Jesús
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Rosario y Oraciones al Espíritu Santo
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Novena de la Prosperidad
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Rosario a las Santas Llagas de Jesus
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Novena de San Rafael Arcángel
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El Santo Rosario
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Novena y Trisagio Bíblico
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Exorcismo de San Miguel Arcángel
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Novena de la Bendición
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Rosario y Novena al Divino Niño Jesús
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