Rusia depende en gran medida de la producción y exportación de petróleo. Sin embargo, el descenso reciente del precio del petróleo ha afectado negativamente a la economía rusa. Algunos analistas sugieren que este descenso de precios podría deberse a una manipulación geopolítica por parte de Estados Unidos y Arabia Saudita con el objetivo de debilitar a Rusia e Irán.