El documento describe las nuevas dimensiones de la creatividad y la propiedad intelectual en la era digital. Propone la creación de una plataforma global llamada Safe Creative para registrar y proteger la propiedad intelectual de forma adecuada a los nuevos formatos, medios de distribución y modelos de licenciamiento. En la fase piloto, el prototipo tuvo éxito al registrar obras de miles de autores en su primer mes y lograr picos de cientos de registros diarios en su primer año.