El documento describe las principales instituciones políticas del Estado Romano durante la Monarquía, República e Imperio. Durante la Monarquía se establecieron el Senado y la Asamblea. La República se caracterizó por la separación de poderes, las magistraturas electivas y temporales como los cónsules, el Senado y los comicios. El Imperio centralizó el poder en el emperador como jefe supremo y monarca vitalicio, mientras que el Senado pasó a ser un órgano representativo.