El salmo expresa gratitud al Señor por haber otorgado la victoria sobre los enemigos. Describe la amenaza de los enemigos como fuerzas caóticas y mortales, y la intervención de Dios como una teofanía en la que la naturaleza participa. El rey celebra la victoria en el templo ofreciendo un sacrificio de acción de gracias por haberlo liberado del peligro.