Este salmo expresa la súplica de un hombre inocente que está siendo perseguido y acusado injustamente. Pide a Dios que le libre de sus enemigos y le proteja, ya que solo en Él encuentra refugio y fortaleza. Aunque los perseguidores actúan con odio y crueldad, el salmista confía plenamente en que Dios hará justicia.