Los habitantes de un pueblo en Santiago Miltepec avistaron a un hombre misterioso en un cerro cercano que se negaba a irse. El hombre les dijo que dejaría el pueblo en paz si una mujer desnuda lo encontraba en el río a medianoche. Aunque los habitantes no le creyeron, días después el hombre apareció en todo el pueblo. Finalmente, una mujer se ofreció para ir al río a la hora acordada, y desde entonces ni ella ni el hombre volvieron a ser vistos.