Este documento discute si se deberían respetar los derechos humanos de los delincuentes. Argumenta que aunque hayan cometido crímenes atroces, todos merecen dignidad y respeto como personas. Actualmente, el trato a los presos a menudo incluye tortura y agresión en lugar de respetar sus derechos. También, la sociedad rechaza a los ex presidiarios y les dificulta reintegrarse una vez cumplida su condena. El documento concluye que el Estado debe respetar los derechos humanos de todos sin ex