El documento describe varios experimentos médicos crueles y deshumanizantes llevados a cabo por los nazis en prisioneros de campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Josef Mengele realizó experimentos con gemelos en Auschwitz para estudiar la herencia genética. Otros doctores infectaron intencionalmente a prisioneros con enfermedades como la malaria y la gangrena para probar vacunas y tratamientos. Muchos prisioneros murieron como resultado de estos experimentos realizados sin consentimiento y a menudo sin anestesia.
8. •Amarillo ▼ para judíos
•Rojo ▼ para prisioneros políticos.
•Verde ▼ para criminales comunes.
•Azul ▼ para emigrantes.
•Violeta ▼ para testigos de Jehová, Estudiantes de
la Biblia o Protestantes
•Rosa ▼ para hombres homosexuales
•Negro ▼ para mujeres asociales, mujeres
homosexuales prostitutas vagos, maleantes, sin techo,
inadaptados , retrasados mentales enfermos mentales
gitanos algunos anarquistas alcohólicos y adictos a
drogas.
•Marrón ▼ utilizado para los gitanos
9.
10. Josef Mengele, apodado El ángel de la muerte,
buscaba descubrir los mecanismos de la herencia
genética. Por ello estaba interesado en los
gemelos. Pensaba que si las mujeres alemanas no
judías pudieran alumbrar gemelos a voluntad, la
raza aria se reproduciría dos veces más rápido
que las demás. Por eso durante un tiempo forzó a
mujeres judías a mantener relaciones sexuales
con gemelos para ver si concebían más gemelos.
11. Pronto esto derivó en el estudio de las
“cualidades arias”. Gemelos de todas las
edades eran sometidos a toda clase de
análisis médicos. Después eran asesinados
mediante una inyección intracardiaca de
cloroformo y, a continuación,
diseccionados. El doctor Nyiszli, un
prisionero obligado a trabajar para él,
declaró que en una ocasión había visto a
Mengele matar a 14 gemelos gitanos
mediante este método.
12. En el paroxismo de la locura, intentó crear
siameses. Escogió a dos niños de 4 años,
Guido y Nino, uno de los cuales era
jorobado. Dos días después, fueron devueltos
al barracón. Estaban cosidos por la espalda
hasta las muñecas. Mengele había unido
también sus venas y olían insoportablemente
a gangrena. Estuvieron gritando toda la
noche.
13. De alguna forma, su madre consiguió
morfina y, a la mañana siguiente, acabó
con sus vidas para poner fin a su
espantoso sufrimiento. Cuando los rusos
liberaron el campo en 1945 se
enfrentaron a unas terribles cifras: solo
181 de los 3.000 gemelos de Mengele
seguían vivos.
14. En el campo de concentración de Buchenwald lucir
un bonito tatuaje equivalía a una condena de muerte,
pues eran la pasión de Ilse Koch, la esposa del
comandante de este campo de concentración. Ilse era
conocida como “La perra de Buchenwald” por su
crueldad con los prisioneros, así como por su
promiscuidad con los guardias del campo. Poseía
una colección de piel humana tatuada. Una de sus
piezas más apreciadas era una lámpara, regalo de
cumpleaños de su marido, que había sido fabricada
con piel y huesos humanos.
15. En el paroxismo de la locura, Mengele
intentó crear siameses. Escogió a dos
niños de 4 años, Guido y Nino, uno de
los cuales era jorobado. Dos días
después, fueron devueltos al barracón.
Estaban cosidos por la espalda hasta las
muñecas. Mengele había unido también
sus venas y olían insoportablemente a
gangrena. Estuvieron gritando toda la
noche.
16. Josef Mengele, obsesionado por el color de los
ojos, se dedicó a inyectar colorantes en los
globos oculares de niños, lo cual les provocó
dolorosas infecciones y ceguera. Una de las
paredes de su laboratorio estaba llena de ojos
humanos de todos los colores, pinchados como
si fueran mariposas. La gangrena mataba a
innumerables heridos y el antibiótico más
usado, las sulfamidas, no siempre resultaba
eficaz.
17. En Ravensbrück las víctimas de los
experimentos de los doctores Gebhardt y
Fischer fueron detenidas políticas
polacas, mujeres en perfecto estado de
salud de no más de 20 años a las que se
denominaba “las conejillas de
Ravensbrück”. Se les abría una incisión
en un miembro y en ella se les
inoculaban las bacterias causantes de la
gangrena
18. Además, para simular las condiciones de una
herida de bala, se introducían cristales, tierra,
trozos de madera e incluso fragmentos de
agujas en la herida y se practicaban torniquetes
a ambos lados de la incisión para detener la
circulación sanguínea. Después, se las suturaba
y se las vendaba con apósitos impregnados con
diferentes tipos de sulfamidas para comprobar
su efectividad.
19. Finalmente, las prisioneras eran abandonadas a su
suerte, no se les practicaban curas ni se les administraba
analgésico alguno y eran devueltas al trabajo con
heridas supurantes. Después de experimentar sobre 65
mujeres y de que cinco murieran sin recibir atención
médica, se llegó a una conclusión que Gebhardt ya
conocía: que las sulfamidas no servían para nada. De
esta forma, Gebhardt quedó rehabilitado ante los ojos
de Hitler, que no le había perdonado el hecho de que no
hubiera utilizado este producto para salvar la vida de
uno de sus hombres de máxima confianza.
20. Crueles prácticas en Dachau
El campo de concentración de Dachau también
fue escenario de otros macabros experimentos.
Entre 1941 y 1942 cerca de 500 deportados
sanos fueron operados de estómago, vejiga,
bazo y garganta para que estudiantes de
Medicina y cirujanos con escasa formación
practicaran sus habilidades. Muchos murieron
en la mesa de operaciones y otros debido a
complicaciones posteriores.
21. El doctor Brachtl llegó a extraer con una
aguja muestras del hígado de 175
prisioneros sanos sin utilizar ninguna
clase de anestesia. Entre 1942 y 1945, el
doctor Klaus Schilling contagió la
malaria a 1.200 prisioneros buscando
una vacuna contra la enfermedad. Entre
30 y 40 murieron por una infección y
entre 300 y 400 fallecieron después.
Nunca se encontró la vacuna.
22. El doctor Wilheim Beiglböck dirigió experimentos
destinados a hacer potable el agua del mar. Obligó a
44 prisioneros gitanos a beber solo este tipo de agua,
químicamente procesada, sin darles ningún otro
alimento. Se deshidrataron hasta el punto de que
lamían el suelo después de que hubiera sido fregado
para conseguir alguna gota de agua dulce. Se
salvaron gracias a que sus compañeros consiguieron
proveerles de agua potable.
En 1941 las epidemias de tifus diezmaban las líneas
del frente ruso. Hubo más de 10.000 casos, que
causaron centenares de muertos.
23. El führer ordenó a los responsables
médicos del Reich y a los directores de
varios laboratorios el desarrollo de una
vacuna efectiva y barata. Poco después el
doctor Ding inició sus experimentos en
Buchenwald. Tras ser vacunados, los
deportados eran infectados mediante
inyecciones intravenosas de sangre
contaminada o aplicando cajas llenas de
piojos tíficos a sus muslos y dejando que
se alimentaran con su sangre durante 20
minutos.
24. Dos tercios fueron vacunados; otro tercio no,
para que sirvieran de grupo de “control”. Los
infectados padecieron fiebre de 40 grados
durante tres o cuatro semanas. Más de la
mitad murió y los que resistieron parecían
esqueletos. Tras la recuperación fueron
destinados a una columna de trabajo penoso,
en la que perecieron.
25. Congelación
También se realizaron experimentos sobre la
congelación, un serio problema para los
pilotos alemanes que eran derribados sobre las
heladas aguas del Canal de la Mancha.
Rascher –ayudado por los doctores
Holzlöhner y Finke– sumergía a los
prisioneros durante horas en tanques de agua
helada.
26. También los dejaba noches enteras al aire
libre, desnudos, a temperaturas bajo cero.
En ocasiones, los rociaba con agua.
Después, cuando la temperatura de sus
cuerpos bajaba hasta los 25 o los 26
grados, intentaba reanimarlos
exponiéndolos a diferentes fuentes de
calor o introduciendo en sus estómagos e
intestinos agua a punto de iniciar la
ebullición.
27. Para satisfacer un capricho personal de Himmler, uno
de los métodos empleados fue el del “calor animal”.
Los prisioneros congelados eran colocados entre dos
mujeres desnudas que intentaban inútilmente
excitarlos para devolverles la vida. 300 prisioneros
fueron sometidos a este experimento, de los cuales un
tercio murieron. El resto fueron enviados a las
cámaras de gas. La conclusión fue que el método más
efectivo de reanimación era la rápida inmersión en un
baño de agua a 40 grados, algo que el profesor ruso
Sepchinsky ya había demostrado en 1888.
28. Rascher también dirigía una especie de curtiduría.
En ella realizaba “inspecciones de piel” a los
candidatos. Si declaraba a uno “bueno”,
significaba que después de morir sería desollado
y su piel empleada para fabricar guantes,
monturas, zapatos y bolsos. Las pieles tatuadas
eran especialmente valiosas. Las tropas
estadounidenses encontraron varias cabezas de
prisioneros reducidas con técnicas parecidas a las
empleadas por los jíbaros y convertidas en objetos
decorativos.
29. Bombas incendiarias
Desde el verano de 1943 las bombas incendiarias de los
aliados caían regularmente sobre Alemania y el número
creciente de heridos civiles hacía necesario encontrar
nuevos tratamientos. El contenido de una de esas
bombas fue enviado a Buchenwald. Ding aplicó fósforo
sobre los antebrazos de cinco prisioneros, lo inflamó y lo
dejó arder. Tras una ignición de 20 minutos, el fuego fue
extinguido con agua. Las espantosas quemaduras fueron
tratadas durante dos meses con aceite de hígado de
bacalao, con sulfato de cobre o solo con agua.
30. Buchenwald fue también donde el doctor
Vernet probó su supuesta “cura milagrosa
contra la homosexualidad”. 15 hombres
recibieron inoculaciones de unas
misteriosas hormonas bajo la piel. Aunque
el tratamiento debía durar un año, se
suspendió a los siete meses: dos
prisioneros murieron y los demás
siguieron manteniendo sus preferencias
sexuales.
31. Otros experimentos estaban destinados a
demostrar “científicamente” la superioridad
de la raza aria. Cuando los vagones de tren
repletos de prisioneros llegaban a
Auschwitz, Mengele esperaba junto al andén
para proceder a la “selección”. Indicaba con
un gesto de la mano quién moría y quién
vivía. A la derecha iban las mujeres y los
hombres jóvenes y sanos, aptos para el
trabajo. A la izquierda, los ancianos, los
niños y los enfermos, que eran enviados
directamente a la cámara de gas.
32. Se interesó por los enanos, los “gigantes”
y las personas con malformaciones,
esperando descubrir una predisposición
hereditaria en quienes pertenecían a lo
que consideraba “razas inferiores”. En
cierta ocasión se fijó en un hombre con
cirrosis y su hijo de 15 años, que tenía un
pie deforme. Mandó tomarles medidas y
recoger todos los datos de interés.
Después fueron asesinados y sus cuerpos
cocidos para extraerles los esqueletos.
41. A las 8:15 se tiró la bomba de Hiroshima. El flash
radiactivo cegador de luz fue seguido
inmediatamente de la onda térmica que llegó a cerca
de 3000º C durante un breve espacio de tiempo a
aproximadamente mil metros del punto cero.
En un radio de 500 metros todo se incineró mientras
que la ciudad fue completamente arrasada en una
superficie de 30 km2. La ciudad desapareció( mas de
78.000 casas y construcciones).
El fuego nuclear perpetrado el día 6 y el día 9 de agosto sobre
Hiroshima y Nagasaki, fue una infracción a la declaración de
La Haya de 1899, y al protocolo de Ginebra de 1925.
42. 9 Agosto. Nagasaki (Plutonio). 20
kilotones.
De las 300.000 personas expuestas,
45.000 murieron el primer día,
130.000 fueron heridas; 43.000 de
forma grave.
El 1 de septiembre ya había 70.000
muertos, 140.000 al final de 1945 y
200.000 al final de 1950.