El documento contrasta mitos y realidades sobre el bullying. Entre los mitos se encuentra que el bullying no es maltrato sino bromas, que la mejor defensa es responder de la misma manera y que solo afecta a hombres. Las realidades son que el bullying es violencia cuando afecta a la víctima, devolver agresiones solo refuerza la violencia, y tanto víctimas como agresores necesitan ayuda independientemente de su género o condición.