La lista de dioses parece interminable; dioses de Babilonia, Egipto, Media, Persia, Grecia, Roma, los dioses Mayas, Aztecas, los africanos, de India, de China, de los aborígenes Australianos…

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¡SEÑOR MÍO, Y DIOS MÍO!
Por: Jonathan Bravo
Cita Bíblica: Juan 20:26-29
“Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás.
Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano,
y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”
"No es necesario Dios para explicar el universo -sostienen los autores en “El gran
diseño” escrito por los físicos Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, Porque el universo puede
y podría crearse por sí mismo de la nada. La creación espontánea es la razón acerca de que el
cosmos nació del caos pero no fue creado por Dios.” ¡Qué Casualidad, ¿no?! ¡Pobres
criaturas! Mire como empieza el libro: El universo tiene un diseño, y también lo tiene un libro.
Pero a diferencia del universo, un libro no aparece de la nada. Un libro requiere un creador, y
ese papel no recae tan sólo en los hombros de sus autores. Ja ja ja! Pobres criaturas!
Por otro lado, ¡Cuantos dioses y diosas en la mitología de todas las culturas antiguas y
contemporáneas para explicar los fenómenos y acontecimientos conocidos y desconocidos! Por
cierto, la palabra “Mito” en griego significa “Mentira” en Español.
¿Quiénes tienen la razón entre estas dos líneas de pensamiento? Depende de qué
respuesta queramos aceptar. Si usted desea continuar de incrédulo, se va a quebrar la cabeza con
tal de sacar a Dios de su propio esquema – Como dijo Napoleón Bonaparte – ¡Pero sorpresota
que se va a llevar! ¿O quiere La Verdad? Porque “La fe de la humanidad” ha recorrido un gran
camino equivocado que va desde “La Gran Mentira” hasta “La Muerte de Dios” Leamos
Salmos 53:
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido, e hicieron abominable maldad;
No hay quien haga bien.
Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido que buscara a Dios.
Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.
¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad,
Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
Y a Dios no invocan?
Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo,
Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti;

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Los avergonzaste, porque Dios los desechó.
¡Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel!
Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo,
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.”
“Dios en el principio creo los cielos y la tierra…”
(Génesis 1:1)
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
Varón y hembra los creó.”
Génesis 1:27
¿Verdad que no dice que es el hombre el que crea diositos a su imagen y semejanza? ¡Y
sí, Sí dice que alguien en su corazón puede negar a Dios, pero necesita ser un necio! En realidad
este universo y la existencia humana NO pueden explicarse sin Dios. Y si se pudiera desplazar a
Dios del universo, todo quedaría sin sentido, desordenado, vacío y en tinieblas. ¿Por qué cree
que hay tanta tontería y maldad en esta tierra? ¡Pues porque la gente piensa que Dios es un
cuento, porque hay tantos arrogantes que se creen muy listos, porque otros han fabricado diositos
imaginarios réplicas de sí mismos y porque quisieran erradicar la idea de tener que darle cuentas
a alguien en el juicio eterno!
“Porque el malo se jacta del deseo de su alma,
Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus juicios los tiene muy lejos de su vista; A todos sus adversarios desprecia.
Dice en su corazón: No seré movido jamás; Nunca me alcanzará el infortunio.
Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude;
Debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Se sienta en acecho cerca de las aldeas; En escondrijos mata al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido;
Acecha en oculto, como el león desde su cueva;
Acecha para arrebatar al pobre;
Arrebata al pobre trayéndolo a su red. Se encoge, se agacha,
Y caen en sus fuertes garras muchos desdichados.
Dice en su corazón: Dios ha olvidado; Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.
Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres.
¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación,
para dar la recompensa con tu mano;
A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.
Quebranta tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.
Jehová es Rey eternamente y para siempre;
De su tierra han perecido las naciones.

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El deseo de los humildes oíste, oh Jehová;
Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,
Para juzgar al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
Salmo 10:3-18
La lista de dioses parece interminable; dioses de Babilonia, Egipto, Media, Persia,
Grecia, Roma, los dioses Mayas, Aztecas, los africanos, de India, de China, de los aborígenes
Australianos… (http://enciclopedia.us.es/index.php/Lista_de_dioses) Alguien dijo que hay más
dioses que gente!
¿Pero qué dice La Biblia?
Todos sabemos la tragedia de la caída humana, El ser humano creado a la imagen y
semejanza de Dios cayó en la terrible condición de ser enemigo de Dios y cómo se vio desnudo y
comenzó a esconderse de Él. Transcurrieron los años y Dios trató con diferentes personajes hasta
que en medio de toda la población de Ur de Los Caldeos y en medio de toda la gente que haya
existido entonces, Dios trató con un solo hombre, Abraham.
“Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo:
Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.”
Génesis 17:1
A partir de allí la humanidad recuperó la revelación de un Único Dios de diseños,
propósitos y planes eternos de redención. Reyes, profetas, sacerdotes, todos ensenaban a
conocer, amar, obedecer y servir a Ese Dios Soberano y todos apuntaban a que habría una
manifestación sobrenatural, que Ese Dios se haría carne y que vendría personalmente a arreglar y
reconciliar la enemistad entre Dios y el hombre.
“Porque he aquí, Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra.
Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego,
como las aguas que corren por un precipicio.
Todo esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel.”
Miqueas 1:3-5
“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz;
los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará
su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
Isaías 9:2, 6
Isaías escribió con muchísimos detalles la venida del Salvador a este planeta. El dio su
profecía más de 750 años antes de que El Señor naciera como un bebé. Si pudiera leer el capítulo
53 completo habla del Evangelio, de su crucifixión, de su sepultura, de su resurrección y de su
descendencia eterna.

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El Apóstol Pablo en El Nuevo Testamento, al cumplir su misión a pesar de tantas
penurias que le sobrevinieron por hacerla, demuestra siempre a Dios ante la humanidad:
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos,
de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.”
1 Timoteo 2:5,6
“Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él;
y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de
nuevos dioses; porque les predicaba El Evangelio de Jesús, y de la resurrección.
Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo:
¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas?
Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas.
Queremos, pues, saber qué quiere decir esto.
(Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se
interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.)
Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses,
en todo observo que sois muy religiosos;
porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual
estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO.
Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de
la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,
ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo;
pues Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la
faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;
para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque
ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.
Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios
poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.
Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro,
o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a
todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel
varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban,
y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez.
Y así Pablo salió de en medio de ellos.
Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el
areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.”
Hechos 17: 18-34

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Por milenios la revelación de Dios sirvió para que la gente tuviera conciencia de ESE
SER y le llamaron de muchos nombres y títulos: ¡El Hombre de arriba! ¡Dios eterno! ¡Altísimo!
¡Santo! ¡Todopoderoso! ¡El Creador! ¡Dios Verdadero! ¡El Único! Cuando vino Jesús nos
enseñó a llamarle …Padre! ¿Cómo? ¡Padre! ¿Le gusta?
Jesús demostró, con las cosas que hizo y que enseñó, que Él NO era igual que todos los
seres humanos, Él nunca hizo maldad ni se halló engaño en su boca, Manifestó la misericordia y
el grande amor de Dios, perdonó los pecados, sanó a los enfermos, a los leprosos, a los ciegos,
hizo muchos milagros y resucitó a todos los muertos que tuvo cerca, porque Él es La Vida. Él se
señala a sí mismo como El Salvador, El Señor, El Camino, La Verdad y La Vida, como El
Buen Pastor, como La Puerta y El Pan de Vida…El Alfa y La Omega! Él es Dios! ¿Sabe a
quién se van a encontrar ese Stephen Hawking y ese Bernardo al otro lado? ¡A Jesús! ¡Al final
del camino Sólo está Él! ¡Usted se lo va a encontrar también!
El Señor fue entregado en la cruz, El Justo por los injustos para llevarnos a Dios. Al
que no conoció pecado Dios lo hizo pecado para que nosotros fuésemos hechos justicia de
Dios en Él. Los discípulos fueron testigos de su crucifixión, de su muerte y de su sepultura. Ellos
habían sido testigos de tantos acontecimientos extraordinarios en la vida y muerte del Maestro
pero ahora pareciera que se habrían perdido tantas esperanzas.
El primer día de la semana los discípulos estaban juntos pero encerrados y con mucho
miedo, El Señor se puso en medio de ellos y les dijo “¡La Paz de Dios sea con ustedes!” Y ellos
al verlo se postraron y le adoraron. (Mateo 28:17) Pero allí no estaba Tomás.
Juan 20:26-29
“Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás.
Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano,
y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”
Cuando alguien como Tomás, recibe la revelación de quien es Jesucristo, será tan
afectado que nunca, escúchelo bien, nunca será igual. ¿Qué encontró Tomas en las manos y en el
costado de Jesús? ¡El encontró mucho más que evidencias de alguien vivo! ¡Encontró a Dios!
Podría yo hablar mucho más de esto, pero él exclamó: ¡Señor Mío y Dios Mío! Pero por favor,
no fue el “¡Oh my God!” No, él fue confrontado con su incredulidad y fue también convertido
instantáneamente en ese momento.
Y cuando usted se encuentra con El Dios Verdadero, ¿qué va a hacer? ¿Pues qué se hace
con Dios? Lo va a reconocer en su vida, se va a arrepentir de sus pecados, le va a adorar, va a
clamar a Él por ayuda y bendición, va a querer conocerlo y le va a amar, a obedecer y a servirle.
Ya estoy mirando a algunos de ustedes en el punto de ser impactados por su presencia. ¿Cuántos
vendrán a Él hoy? ¿Cuántos se afirmarán después de tanto tiempo?

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Recuerde que Dios no es “un viejito que está perdiendo la memoria” ni “un ogro que
quiere pegarles a todos” Isaías 40:12 dice “¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y
los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra…? Él es El Rey de reyes y
Señor de señores! Pero si usted no quiere estar en problemas es mejor que le entregue su vida y
que lo ponga a Él en primer lugar, lo más importante…
Le digo todo esto porque Dios mismo le reclama a la gente de la nación que
supuestamente le conocía, les reclama que la gente que tiene dioses falsos son más apasionados y
entregados a adorarlos aunque son una mentira, les reclama su hipocresía y su corazón dividido,
le reclama las mezclas de adoración y su conformismo a rituales y ceremonias y a una religión
SIN Dios. (Amos 5:21-27; Ezequiel 8; Hechos 7:37-43)
Y un par de citas más, para terminar… Y vamos a tener otro momento para reconocerle y
adorarle.
“Pero si alguno ama a Dios, es conocido por Él.
Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos,
sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.
Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra
(como hay muchos dioses y muchos señores),
para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, El Padre,
del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él;
y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas,
y nosotros por medio de Él.
Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos,
habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos,
y su conciencia, siendo débil, se contamina.”
1 Corintios 8:3
“…que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto,
la promulgación de la ley, el culto y las promesas;
de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo,
el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.”
Romanos 9:4
“Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios,
nosotros con todo andaremos en El Nombre de Jehová nuestro Dios
eternamente y para siempre.”
Miqueas 4:5