El documento establece la obligatoriedad de informar a los consumidores sobre los ingredientes y alérgenos presentes en los alimentos empaquetados y no empaquetados. Los establecimientos de alimentación como restaurantes, bares, tiendas y comida para llevar deben proporcionar esta información y están sujetos a controles sanitarios. Se definen infracciones y sanciones por incumplimientos relacionados con la seguridad alimentaria.