1. Los corchetes
Los corchetes son un signo de puntuación de tipo doble cuya función consiste en añadir
información a un enunciado para complementarlo.
Esa funcionalidad hace que este signo guarde un cierto parecido con el paréntesis. Por otro lado,
ya que se trata de un signo doble, tenemos dos corchetes:
• Corchete de apertura: [.
• Corchete de cierre: ].
¿Para qué sirven los corchetes?
Los corchetes sirven para agregar datos o informaciones dentro de una oración cuando ya se ha
utilizado un paréntesis.
Esa situación no es muy común, aunque puede presentársenos en alguna ocasión. Si ya tenemos
una información complementaria añadida con el paréntesis, no podemos añadir otro, sino que
introducimos los corchetes:
• “Cleotilda (la mamá de Juan [el chico que me gusta]) apareció de pronto en el aula”: en
esta oración los corchetes nos permiten añadir una idea extra a “la mamá de Juan” sin
romper la función de los paréntesis.
Esa es la utilidad principal de estos signos dentro de la escritura, pero no es el único uso que
podemos hacer de ellos. Veamos para qué más funcionan:
Para indicar fragmentos omitidos dentro de una cita
Cuando hacemos una cita de un texto puede suceder que queramos omitir un fragmento por
algún motivo. Siendo así, colocamos los corchetes con tres puntos suspensivos en el lugar donde
hacemos la omisión:
“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua […] guardaba los recuerdos de nuestros
bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia” (“La casa tomada”, Julio
Cortázar).
Si la omisión es al inicio o al final, podemos colocar los puntos suspensivos sin los corchetes.
Todo dependerá de nuestro estilo.
Para añadir una información sobreentendida
Existen ciertos casos en los que al transcribir algo queda sobreentendida una información dentro
del texto. Tomemos el ejemplo siguiente:
• “En la casa de él las extravagancias de todo tipo eran muy comunes durante las fiestas”.
Viendo esa oración, podemos preguntarnos quién es ese “él” de quien se habla. Posiblemente
en la fuente original sí se decía, pero en la cita se pierde.
Pues bien, podemos añadir el dato complementario con los corchetes:
2. • “En la casa de él [el dueño de la empresa] las extravagancias de todo tipo eran muy
comunes durante las fiestas”: aquí ya queda más que claro quién es el sujeto al que se
refiere la oración, de modo que no hay posibilidad de confundirse.
Para señalar versos que van en dos líneas
Este uso se aplica primordialmente en los poemas. Recordemos que la mayoría de ellos es
compuesta en verso, es decir, una línea tras otra. Por esa razón, cuando es demasiado largo se
hace necesario escribirlo en dos líneas.
El problema con hacerlo es que el lector puede creer que se trata de otro verso, en lugar de la
continuación del anterior. Por suerte, podemos solucionarlo con el corchete de apertura:
“Volaba el gran ave a lo largo y ancho del espacio sobre nosotros
[sin soltar tan siquiera una mirada.
Mientras, nos perdíamos ensimismándonos sin límite”.
Tal como vemos, el corchete debe englobar la parte del verso que es la continuación. Y esta tiene
que ir alineada hacia la derecha.
El punto y coma
El punto y coma es un signo de puntuación que permite establecer pausas de mediana duración
en un enunciado o párrafo.
Decimos que la duración del punto y coma es mediana porque no es tan prolongada como la del
punto, pero tampoco tan breve como la que podría ofrecer una coma.
¿Cómo usar el punto y coma?
El punto y coma se debe usar unido a la palabra que lo precede y separado de la que viene
después.
Eso aplica solamente a nivel ortográfico, aunque no por ello deja de ser una norma que no
debemos omitir. Ahora bien, en lo que se refiere a las funciones también existe un uso correcto en
cada una.
Con enumeraciones complejas
Una enumeración es una sucesión de elementos en un texto: “Tengo comida, ropa y un hogar”.
En este ejemplo, la comida, la ropa y el hogar son los elementos en sí.
Lo normal es separar cada uno de los elementos con una coma, excepto el último cuando va
precedido de “y”. Pero la situación cambia cuando la enumeración es compleja.
Las enumeraciones complejas introducen datos extras o complementarios sobre los elementos.
Esa información se separa de ellos a través de la coma.
Por ende, ya la coma no puede servir para la separación de los elementos, debido a que podría
causar confusiones en la interpretación del texto. Así pues, se utiliza el punto y coma para que
cumpla esa función:
3. • “Mi abuela pidió varios obsequios: un camión de juguete, que piensa darle a su nieto más
pequeño; una cámara, que piensa usar para practicar su habilidad como fotógrafa; y una
sábana roja, con la cual adornará su cama”.
Cabe destacar que delante de la “y” que introduce el último elemento podríamos colocar una
coma, y sería igual de válido:
• “Mi abuela pidió varios obsequios: un camión de juguete, que piensa darle a su nieto más
pequeño; una cámara, que piensa usar para practicar su habilidad como fotógrafa, y una
sábana roja, con la cual adornará su cama”.
Con conectores adversativos o de consecuencia
En los textos solemos usar muchos conectores adversativos, como “pero” y “sin embargo”.
Asimismo utilizamos los de consecuencia: “Por lo tanto”, “En consecuencia”, entre otros.
Usualmente colocamos una coma antes de esos conectores. Esto es ideal cuando la oración
anterior es corta:
• “Le pedí que viniera, pero me dijo que no podría estar jamás en la misma sala que un
asesino como yo”.
• “Quise estar allí, aunque el clima tan tormentoso de ese día no me permitió salir de casa”.
No obstante, si la oración es larga debemos utilizar un punto y coma delante de los conectores:
• “Le pedí que viniera a ayudarme con todo el asunto de la fiesta sorpresa; pero me dijo que
no podría estar jamás en la misma sala que un asesino como yo”.
• “Quise estar allí para compartir con todos como en los viejos tiempos; aunque el clima tan
tormentoso de ese día no me permitió salir de casa”.
• “La abuela de José Esteban se cayó mientras subía las escaleras de la casa de una de sus
hermanas; en consecuencia, estará hospitalizada hasta el próximo mes”.
Los puntos suspensivos
Los puntos suspensivos son un signo ortográfico compuesto por tres puntos sucesivos.
Al decir “sucesivos” nos referimos a que cada punto va al lado del otro: “…”. En cuanto a las
normas de su escritura, es obligatorio que vayan unidos a la palabra que esté antes y separados
de la que venga después:
• “La realidad del caso es que… posiblemente tu madre acabe falleciendo en el momento
más inesperado”.
Por otra parte, los puntos suspensivos tienen que ir unidos a cualquier signo que venga antes o
luego de ellos:
• “Si por alguna razón del destino no lográsemos llegar a tiempo…, solamente nos quedaría
rezar por su bienestar”.
4. • “Ayer las autoridades confirmaron que Arturito (el ayudante del señor Néstor)… fue quien
cometió el crimen”.
¿Para qué sirven los puntos suspensivos?
Los puntos suspensivos sirven para darle un tono de suspenso o drama a un enunciado.
Esa es la razón por la que tienen su nombre, aunque pueden añadir otras emociones, como por
ejemplo temor o duda. En todo caso, esta es su función principal, y para entenderla tomemos la
oración siguiente:
• “Hay una cosa que no te he dicho, y es que no soy tu padre”.
La oración no transmite ningún sentimiento. Simplemente tiene un mensaje directo. Sin embargo,
eso cambia si añadimos los puntos suspensivos:
• “Hay una cosa que no te he dicho…, y es que no soy tu padre”: ahora el mensaje luce
mucho más dramático. Los puntos añaden el suspenso, de modo que la oración transmite
un sentido y una emoción a la vez.
Por supuesto, además de ese uso principal hay otras funciones que también resultan muy útiles al
escribir:
Con palabras y expresiones ofensivas
Hay ocasiones en las que debemos colocar una palabra o una expresión que pueda resultar
ofensiva. Para evitarlo podemos utilizar los puntos suspensivos:
• “Eres una m… de persona”.
Tal como vemos, el uso de este signo nos permite omitir una buena parte de la palabra sin que se
malinterprete cuál es.
Como reemplazo de “etcétera”
La palabra “etcétera” puede ser sustituida por los puntos suspensivos. Esto aplica sin importar
que usemos la palabra completa o su forma abreviada, “etc.”:
• “En esa carrera se ve materias relacionadas con varias ciencias: biología, física, química,
etcétera”.
• “En esa carrera se ve materias relacionadas con varias ciencias: biología, física, química,
etc.”.
• “En esa carrera se ve materias relacionadas con varias ciencias: biología, física, química…”.
La coma
La coma es un signo ortográfico que permite establecer pausas breves en las oraciones.
De ese modo, la coma es el signo de puntuación con el menor tiempo de pausa. Asimismo es de
tipo simple, por lo que debemos colocarla una sola vez.
5. Y con respecto a las normas para escribirla tenemos tres:
• Va unida a la palabra o signo que está antes: “En esta ocasión quisiera verte a escondidas,
tal como solía hacerlo de niño”, “Vanessa (la madre de Felipe), Claudia y Angélica se
encargarán de la comida”.
• Va separada por un espacio de la palabra o signo que sigue: “Deberíamos asistir con ropa
elegante, mas no tenemos ninguna prenda limpia”, “El significado de la palabra enano,
‘persona de baja estatura’, resulta muy ofensiva en la actualidad”.
• Va seguida por minúscula, a menos que se trate de un nombre propio: “En la casa de la
esquina, hay un pequeño saltamontes muy tierno”, “Si supiera lo que hay que hacer no te
pidiera ayuda, Pedro”.
Función de la coma
La función de la coma se resume en añadir pausas de corta duración y hacer separaciones entre
los distintos segmentos de un enunciado.
A partir de esos dos puntos se pueden desprender muchísimos usos diferentes. De hecho, la
coma es por mucho el signo de puntuación con mayor número de funciones dentro del español.
De todas ellas vamos a explicarte las más útiles y frecuentes dentro de la escritura, para que sepas
aplicarlas con facilidad:
Con incisos
Si dentro de una oración queremos hacer un inciso sobre algún punto, lo correcto es encerrarlo
entre comas para separarlo del resto:
• “En España, el país que siempre nos ha presumido su avance cultural, descubrieron hace
poco un almacén donde vendían esclavos”.
Con aposiciones
Las aposiciones son un tipo especial de inciso que se caracteriza porque permite precisar al
elemento que viene antes, ya sea una persona o un objeto. Siempre van encerradas entre dos
comas:
• “Luis Reinaldo, el primo de Valeria, aterrizó anoche en la ciudad de Buenos Aires sin
avisarle a nadie”.
• “Sus bongos, los tambores pequeños que siempre lleva consigo, se estropearon durante el
espectáculo”.
Con adjetivos de tipo explicativo
Los adjetivos explicativos son aquellos que, en lugar de añadir una cualidad a un sustantivo,
funcionan como la causa que justifica una acción en un enunciado:
• “Sus padres, empobrecidos, fueron incapaces de pagarle una carrera”.
6. En esa oración de ejemplo, la causa de que los padres no pudieran financiar los estudios es que se
empobrecieron. Este efecto es posible única y exclusivamente encerrando el adjetivo entre
comas.
Si el adjetivo estuviese sin las comas, funcionaría tan solo como una cualidad, por lo que el
sentido cambiaría:
• “Sus padres empobrecidos fueron incapaces de pagarle una carrera”.
Al quitar las comas lo que dice el mensaje es que los padres sin dinero fueron los que no pudieron
pagar la carrera. Eso sugiere que el sujeto que no se menciona tiene varios padres y que por eso se
necesita especificar.
Con enumeraciones
Más arriba señalamos que la coma se usa para separar los elementos de las enumeraciones
cuando no son complejas. Por lo general, el último de ellos es introducido por una conjunción, y
ante esta nunca debe hallarse el signo:
• “Quería un perro, un loro y un gato” (conjunción: “y”).
• “No tengo dinero, auto ni casa” (conjunción: “ni”).
• “Llamé a Juan Carlos, Clara e Isabel” (conjunción: “e”).
Esos son apenas unos pocos ejemplos. Desde luego, hay otras conjunciones. Pero lo que debemos
resaltar ahora es que no siempre están antes del último elemento. Es posible hacer oraciones sin
ellas:
• “El quería todo para su hogar: un refrigerador, un ventilador, una cocina”.
En esta otra forma de hacer la enumeración, sí va una coma antes del último elemento.
Con vocativos
Los vocativos son las palabras con las que nos referimos en una oración a la persona con quien
hablamos. Puede ser un sustantivo propio, como “Pedro”, o uno común, como “papá”.
Asimismo, pueden estar en cualquier parte del enunciado. Y sea cual sea, siempre deberemos
separarlos del resto con la coma:
• “No puedo hacer esto sin ti, mamá”.
• “¿Y tú crees, Rodrigo, que soportaría todo esto si no te amara?”.
• “Esteban, envía de inmediato los informes”.
Podemos notar que en cada caso la coma cambia de lugar. Si el vocativo va al final, está antes del
vocativo. Si va al principio irá luego de él. Y si está en una posición intermedia, añadimos dos
comas.
Con “excepto”, “salvo” y “menos”
7. Las palabras “excepto”, “salvo” y “menos” nos sirven para excluir un término dentro del texto
en relación con lo que vamos diciendo. Imaginemos que el mensaje principal es que todas las
frutas son malas:
• “Todas las frutas que existen son malas, excepto las fresas”.
• “Todas las frutas que existen son malas, salvo las fresas”.
• “Todas las frutas que existen son malas, menos las fresas”.
Lo que viene después de cada una de las tres palabras es la excepción al mensaje. Todas deben ir
precedidas por una coma.
Conviene señalar también que las tres tienen el mismo sentido, así que podemos usar
cualquiera.
El guion corto
El guion corto es un signo de puntuación que se encarga de enlazar sílabas y palabras.
El nombre real de este signo es solamente “guion”, pero se le añade el adjetivo “corto” para
distinguirlo del guion largo, al que académicamente se denomina “raya”.
En todo caso, lo importante es que no le coloquemos tilde a la palabra, ya que de acuerdo con la
RAE resulta innecesario:
Uso del guion corto
El guion corto es uno de los signos de puntuación con mayor número de usos. Cada uno sirve para
un caso específico, pero la característica común entre ellos es que unen un término completo
con otro o partes de él entre sí.
Debemos tener muy presente eso para poder entender cada uno de los que trataremos a
continuación:
Para establecer conceptos unitarios
Un concepto unitario son dos palabras unidas, de las cuales la segunda modifica el significado de
la primera. Y la unión entre ambas se realiza mediante el guion corto:
• “Casa–puente”: en este ejemplo la palabra “puente” añade al término “casa” la idea de
temporalidad. Por ende, una casa–puente no es una vivienda permanente, sino que se
mantiene durante un tiempo determinado.
Para unir dos sustantivos que comparten un mismo referente
Aunque es poco común, en algunos casos podemos toparnos con dos palabras que cuentan con un
mismo referente. La oración siguiente nos servirá de ejemplo:
• “Juan es el director y entrenador del colegio”.
En ese ejemplo vemos que Juan, que es el referente, ocupa dos cargos. Si quisiéramos hablar de
él en otra oración podríamos referirlo uniendo ambos con el guion corto:
8. • “El director–entrenador del colegio decidió suspender las actividades”.
Para añadir dos adjetivos calificativos
Si ocurre que debemos añadirle dos adjetivos calificativos a un mismo sustantivo, tenemos la
opción de unirlos mediante este signo:
• “Técnicas físico–químicas”.
• “Prueba teórico–práctica”.
El único detalle aquí es que si queremos aprovechar este uso tenemos que respetar tres reglas:
• El segundo adjetivo debe ajustarse al género y número del sustantivo.
• El primer adjetivo debe llevar la terminación “o”, si la posee.
• Los dos adjetivos conservan su tilde, si la tienen.
El guion largo o raya
El guion largo es un signo de puntuación con forma de barra horizontal.
Su nombre académico u oficial es “raya”. Es válido llamarlo “guion largo”, pero si estamos
haciendo un texto formal lo más correcto es optar por la primera opción.
Por norma general, el guion largo tiene que ir unido a cualquier palabra que venga antes o
después. Si lo que sigue es un signo de puntuación, también van juntos.
A su vez, una característica interesante de la raya es que puede funcionar como un signo simple y
doble:
• “Fuimos a buscar a Alberto para rescatarlo —como si ya para entonces todavía
pudiéramos hacer algo” (raya simple).
• “Una cosa que siempre digo a mis conocidos —pese a que ninguno de ellos logra
entenderme— es que no se puede avanzar sin educación” (raya doble).
¿Para qué sirve el guion largo?
El guion largo sirve para añadir acotaciones a los textos.
Esa función hace que este signo se parezca a otros, como los paréntesis y la coma, que también
pueden añadir incisos o comentarios. La diferencia entre los tres es el grado de aislamiento:
• Coma: aísla muy poco el comentario, por lo que se considera como una de las partes de la
oración.
• Raya: su grado de aislamiento es superior al de la coma, de modo que el inciso queda
fuera de la oración principal. Aun así, su estructura debe encajar con la del enunciado.
• Paréntesis: ofrece el mayor grado de aislamiento. En consecuencia, el inciso que contiene
ni forma parte del enunciado ni tampoco se ajusta a su estructura.
9. Habiendo aclarado lo anterior, podemos pasar a ver los usos principales del guion largo:
Con aclaraciones e incisos
La mayor función de la raya es colocar incisos que no queremos que formen parte de la oración
en sí pero que tampoco queden sobreentendidos:
• “Tu madre —esa mujer tan especial— nunca se equivoca al juzgar a tus parejas”.
• “Cualquier consideración —si es que acaso te mereces alguna— deberá ser aprobada por
mí”.
Con diálogos en obras narrativas
En las novelas, cuentos, relatos y demás textos narrativos se utiliza el guion largo para introducir
los diálogos de los personajes. Para esto se usa una sola raya:
Cuando quedaron solos en el salón atiborrado de instrumentos músicos y juguetes de cuerda,
Pietro Crespi dijo:
—Es su hermana.
“Cien años de soledad”, Gabriel García Márquez.
Con incisos dentro de paréntesis:
A veces sucede que necesitamos añadir un inciso dentro de un paréntesis. La lógica nos dice que
simplemente coloquemos otro, pero eso no es correcto. Lo adecuado es introducir dos guiones
largos:
• “El día del encuentro (el domingo pasado —que coincide con el cumpleaños de mi
abuelo—, si no me falla la memoria) no asistió ni siquiera la mitad de los que habían
acordado ir.
Con guiones de teatro
Otro ejemplo de textos literarios en los que se usa la raya son los guiones. En este caso, el signo
sirve para separar el nombre de los personajes de sus diálogos, a fin de saber lo que dice cada
uno:
• JULIANA.— Estás demente si crees que haré esto.
• PEDRO.— No tenemos otra salida posible.
Si nos fijamos bien en esas dos líneas, notaremos que hay varias reglas presentes:
• El guion largo va precedido de un punto. Además, debe ir unido a él, pese a que la norma
indica que va separado de cualquier signo anterior. Esta es la única excepción.
• Los nombres van en mayúsculas. Esto aplica para el nombre completo, como se aprecia en
cada línea. Y es importante conservar sus tildes, si las poseen.
10. • Los diálogos deben estar en letra cursiva. Ahora bien, si no nos es posible colocarlos de esa
manera, podemos encerrarlos entre comillas.
Con elementos en enumeraciones
Utilizando el guion largo podemos hacer enumeraciones de forma vertical. Para esto colocamos
uno para cada elemento, separándolo de la palabra por un espacio.
Igualmente al final de los elementos debe ir un punto y coma, salvo en el último, que va con
punto. Veamos un ejemplo con las facultades de una universidad:
• — Facultad de Ingeniería;
• — Facultad de Ciencias Sociales;
• — Facultad de Educación;
• — Facultad de Artes.
Si los elementos de la enumeración llevan una sola palabra, podemos colocarlos sin signos de
puntuación y en minúsculas. Hagamos un listado con los tipos de sustantivos:
• — propios
• — comunes
Los signos de admiración
Los signos de admiración o de exclamación son dos signos ortográficos verticales compuestos
por una barra y un punto.
Siendo dos, es evidente que se trata de un signo de puntuación doble: el de apertura, “¡”, y el de
cierre, “!”. Como podemos ver, la diferencia entre ambos es la ubicación del punto.
Estos signos deben ir siempre unidos a la palabra u oración que contienen. Igualmente pueden
cerrar un enunciado:
• “¡Eres más tonto de lo que creí!”: aquí la oración es lo que está dentro de las comillas. El
signo de cierre la concluye, por lo que no necesitamos añadir un punto inmediatamente
después. En caso de que viniera otra palabra a continuación, esta iría en mayúsculas.
¿Para qué sirven los signos de admiración?
Los signos de admiración sirven para añadirle a una oración un tono de sorpresa, molestia y
otros sentimientos parecidos.
En resumidas cuentas, la utilidad de los signos de exclamación es volver más dramático un
enunciado. Este cambio se aprecia mejor con un ejemplo:
• “No puedo más”: en esta oración el mensaje es emitido de una forma tranquila, sin
alteración alguna.
11. • “¡No puedo más!”: en este caso hay un tono mucho más enfadado que, aunque no cambia
el mensaje, sí le da un efecto distinto.
Teniendo en consideración eso, podemos pasar a los otros usos de los signos de admiración.
Con frases u oraciones irónicas
Una frase o un enunciado son irónicos cuando realmente se quiere dar a entender lo contrario
de lo que se dice. Para lograr esto podemos utilizar el signo de exclamación de cierre entre dos
paréntesis:
• “Todos estaban sorprendidos por su forma de pensar tan adelantada (!)”: la presencia del
signo nos dice que en realidad la forma de pensar era atrasada.
• “Sí, nuestro amor era muy sincero (!)”: en esta oración el mensaje auténtico es que el
amor al que se hace referencia era falso.
Conviene mencionar que esta función la encontramos también en las comillas. Pero en su caso
ellas envuelven la palabra que refleja la ironía:
• Todos estaban sorprendidos por su forma de pensar tan “adelantada”
• Sí, nuestro amor era muy “sincero”.
Para aumentar la intensidad de la emoción en un enunciado
Este uso tiene que ver con la función principal de los signos de exclamación, que es añadir
emociones a los enunciados. Sucede que podemos multiplicar su impacto si añadimos dos o tres
signos en lugar de uno:
• “¡¡Eso no es lo que te dije que hicieras!!”.
• “¡¡¡Eso no es lo que te dije que hicieras!!!”.
• “¡¡No te atrevas a volver por aquí!!”.
• “¡¡¡No te atrevas a volver por aquí!!!”.
Al haber más signos, la intensidad de la emoción es mucho mayor que con uno solo. Pero
debemos recordar siempre que no podemos añadir más de tres, o estaríamos cometiendo un
error.
Los dos puntos
Los dos puntos son un signo de puntuación compuesto por dos puntos en forma vertical.
Debemos señalar que los dos puntos representan una pausa breve en la lectura, aunque no tanto
como la que ofrece la coma. Por otro lado, su escritura cuenta con algunas normas que no
podemos olvidar jamás:
• Deben ir unidos a la palabra o signo que viene antes.
• Deben ir separados de la palabra o signo que viene luego.
12. • Van seguidos de minúscula, a menos que se trate de un nombre propio o el inicio de una
cita.
¿Para qué sirven los dos puntos?
Los dos puntos sirven para dirigir la atención del lector a una palabra u oración dentro de un
texto.
Esa es la base de todas las funciones que cumplen estos signos de puntuación. Procedamos a
conocer las más útiles al momento de escribir:
Para realizar enumeraciones
Más arriba hablamos de las enumeraciones, aunque nos enfocamos en cómo separar los
elementos. Ahora queremos señalar que los dos puntos son los que se encargan de introducirlos
en el texto:
• “En la fiesta vi a varios amigos: Marcos, Leo y Antonela”.
• “Esteban tiene varias profesiones: arquitecto, abogado, docente e ingeniero”.
Para realizar enumeraciones invertidas
Cuando hacemos enumeraciones podemos invertir la estructura. Es decir, colocamos los
elementos antes de los dos puntos y no después:
• “Arabia Saudita, Estados Unidos y Japón: los países que quiero visitar”.
• “Dibujar, cantar y escribir: los talentos que mi hermano nunca desarrolló”.
• “Hablar bien, tener buen tono de voz y saber respirar: esas son las cualidades de todo
locutor de radio”.
En este caso lo que hacen los dos puntos es señalar el grupo que comprende a los elementos, en
vez de los elementos como tal.
Para hacer citas
Otro uso que nos puede resultar muy útil son las citas. Cuando en algún texto debemos introducir
un fragmento de alguna obra o queremos mencionar lo que dijo alguien, colocamos los dos
puntos:
• Justo al subir al bus, el chofer exclamó: “¡Suban, hay espacio para todos!”.
• Esteban nos dijo: “Aléjense de allí, o se las verán conmigo”.
• En el libro se señala: “La humanidad avanza cada vez más hacia su desintegración”.
Vemos que en cada ejemplo la cita empieza con mayúsculas. Esto es una norma que se aplica
diferente para cada caso:
• Si citamos lo que dijo alguien más, irá siempre en mayúscula.
13. • Si deseamos citar un libro, artículo, etc., iniciará en mayúsculas siempre que la cita no
comience con un fragmento omitido.
Con locuciones de introducción
En el idioma español tenemos muchas locuciones de introducción: “Pues bien”, “En otras
palabras”, “En resumen” y muchas más.
Todas sirven como punto de partida para algo que se dirá justo a continuación. Lo usual al
escribirlas es colocar una coma después, tal como en la oración siguiente:
• “Pues bien, lo cierto es que nadie se presentó en la reunión”.
Sin embargo, podemos utilizar los dos puntos en su lugar, y con ello aumentamos
considerablemente el énfasis hacia lo que diremos.
• “Pues bien: lo cierto es que nadie se presentó en la reunión”.
Para indicar la hora
Un uso que ya no tiene que ver con el idioma en sí pero que sigue siendo ideal para ciertas
ocasiones es indicar qué hora es. Simplemente colocamos los dos puntos entre las horas y los
minutos, con una “h” al final.
• 13:40 h.
• 14:54 h.
Ese formato es el más utilizado en la mayoría de los aparatos, aunque es posible que nos
topemos con algunos casos en los que se opta por el punto:
• 13.40 h.
• 14.54 h.
Cómo poner los dos puntos
Para poner los dos puntos basta con presionar la tecla asignada a ellos en el teclado mientras
pulsas “Shift”.
Esa es la manera más sencilla de colocar estos signos. Ahora bien, si por algún motivo no
encuentras la tecla correspondiente, todavía puedes probar con la combinación de comandos:
• “Alt” + 58: mantén pulsado el primer botón mientras introduces los números. Verás que
de inmediato aparecen los dos puntos.
Los signos de interrogación
Los signos de interrogación son dos signos ortográficos verticales que permiten indicar que una
oración representa una pregunta.
Esa es la razón por la cual se les llama de ese modo. Al utilizarlos en un enunciado, debemos
pronunciarlo con un tono distinto, para que al hablar se note que estamos preguntando algo.
14. Tanto el signo de apertura (¿) como el de cierre (?) van unidos a la oración que encierran:
• “¿Tengo que estar repitiéndote esto a cada rato?”.
De ese mismo modo, el signo de cierre puede concluir las oraciones. Por consiguiente, no hace
falta colocar ningún punto al final:
• “¿Acaso me crees tan ingenuo? Desde siempre he sido inteligente, y lo sabes”.
¿Para qué sirven los signos de interrogación?
Los signos de interrogación, como ya dijimos, sirven principalmente para convertir un enunciado
en una pregunta.
Eso aplica tanto si el enunciado está aislado como también si forma parte de un párrafo. Lo mismo
con la longitud: puede ser una oración tan corta o larga como queramos. Démosles un vistazo a
estos ejemplos:
• “¿En qué se basa tu opinión?”.
• “¿Sabías que durante todo ese tiempo estuvo mintiéndote sobre su embarazo?”.
• “¿Sería posible que pudiésemos concretar ya mismo los objetivos, establecer nuevas
metas y trazar el próximo enfoque de nuestras estrategias de marketing?”.
Pero más allá de indicar preguntas, los signos de interrogación pueden cumplir unas cuantas
funciones adicionales:
Para indicar ironía en oraciones
Este uso es equivalente al que ya vimos con los signos de admiración. Al igual que con ellos,
utilizamos el signo de cierre entre dos paréntesis:
• “El maquillaje que se hizo esa noche fue espectacular (?)”.
• “Helen estará contentísima (?) con la noticia de tu embarazo”.
Lógicamente, el efecto sería el mismo si utilizáramos las comillas en vez del signo de interrogación
de cierre.
Para indicar que una fecha es dudosa
Este uso es más frecuente en los documentos históricos y las enciclopedias. A veces se menciona
una fecha de la cual no se está completamente seguro. Esa duda podemos indicarla con los signos
de interrogación:
• “José Herrera Campins (¿1860?–1915) fue uno de los arquitectos de esta obra”: aquí se
nos indica que hay dudas con la fecha de nacimiento, aunque no con la de muerte.
• “El año del atentado (¿2010?) había una fuerte crisis económica”: en este otro ejemplo la
duda es sobre el año en el que ocurrió el atentado.
15. Si queremos podemos colocar únicamente el signo de cierre. No afecta la ortografía del texto, así
que todo está en cuál opción nos guste más.
Para enfatizar la pregunta
Nos topamos de nuevo con un uso parecido al de los signos de admiración. Si queremos hacer un
énfasis en la pregunta, basta con que coloquemos varias veces tanto el signo de apertura como
el de cierre:
• “¿¿Qué quieres decir con que no tenemos dinero??”.
• “¿¿¿Qué quieres decir con que no tenemos dinero???”.
• “¿¿Puedes creer que no me permitieron entrar a la sala??”.
• “¿¿¿Puedes creer que no me permitieron entrar a la sala???”.
• “¿¿Y cuándo pensabas decirme la verdad??”.
• “¿¿¿Y cuándo pensabas decirme la verdad???”.
• “¿¿Pudiste salvarla de la muerte??”.
• “¿¿¿Pudiste salvarla de la muerte???”.
El efecto que se consigue con la repetición es que la pregunta suene más fuerte; y en algunos
casos, hasta más molesta.
Como podemos suponer, aquí se aplica otra vez el límite de tres signos seguidos como máximo.
El paréntesis
El paréntesis es un signo de puntuación doble con forma de arco vertical.
Dado que es un signo doble, podemos referirnos a él como “el paréntesis” —en singular— y
también como “los paréntesis” —en plural—. En todo caso, cada signo apunta hacia un lado:
• Paréntesis de apertura: (.
• Paréntesis de cierre: ).
Con estos signos hay varias reglas que tenemos que resaltar antes de seguir avanzando:
• Van unidos a la palabra, oración o frase que esté dentro de ellos.
• Van unidos a cualquier signo de puntación que venga después.
• Por lo general, van separados de cualquier palabra o letra que esté fuera de ellos, pero
hay excepciones.
¿Para qué sirve el paréntesis?
El paréntesis sirve para añadir comentarios o información dentro de un enunciado sin alterar su
estructura.
16. En ese sentido, todo lo que incorporemos al texto queda sobreentendido. Esto diferencia al
paréntesis de la coma o el guion largo, que también funcionan para agregar datos pero sin aislarlos
tanto.
Sumado a ello, este es uno de los signos con mayor número de usos en nuestra lengua. Desde
luego, vamos a concentrarnos en los que más puedes aprovechar:
Añadir incisos
Como ya dijimos, esta es la función primordial del paréntesis. Al no ir enlazados con la
estructura de la oración, tenemos libertad para hacer un inciso con la forma que queramos:
• “La situación con Irlanda (de seguro que esta no es la última) es que hubo una caída
terrible en el valor de sus compañías nacionales”.
• “Estábamos conversando sobre los textos de Pablo Neruda (tú sabes bien que amo a ese
poeta), cuando de pronto se apagaron todas las luces”.
• “Estudiar medicina es complicado (en realidad, todas las carreras tienen su propia
dificultad). Aun así, él está decidido a intentarlo”.
Si usáramos la coma o la raya, tendríamos que armar los incisos de tal manera que encajasen con
la estructura de cada oración.
Agregar datos específicos
Puede suceder que no queramos añadir incisos o comentarios con los paréntesis, sino un dato
puntual que ayude a precisar lo que se dice. Puede ser de varios tipos:
• Lugar: “En la ciudad donde vive mi hijo (Madrid) realizaron recientemente un desfile en
honor a la libertad del ser humano”.
• Autor: «“Érase un hombre a una nariz pegado” (Góngora)». Aquí añadimos dos tipos de
comillas para indicar la cita interna.
• Fecha: “El año de la destitución del rey (1995) se caracterizó por un gran número de
protestas en contra del régimen monárquico”.
• Obras: «“A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros”
(Rayuela)».
• Siglas: “La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha decidido aplicar una
reforma en sus políticas de intercambio de recursos”.
Presentar opciones
Existen ciertos textos y oraciones en los que se busca dar más de una opción posible. Imaginemos
que alguien está buscando un mesonero para su restaurante y que no importa que sea hombre o
mujer. Esa persona crearía un anuncio en el cual diría algo como lo siguiente:
• “Se busca mesonero o mesonera para atender un restaurante”.
17. Escrito así, el anuncio no tiene ningún error. Sin embargo, existe la posibilidad de acortar las
palabras utilizando el paréntesis de esta forma:
• “Se busca mesonero(a) para atender un restaurante”.
El paréntesis permite indicar que no importa el género del mesonero de una manera más
simple. Gracias a eso, el resultado es más elegante y menos repetitivo.
Podemos notar que aquí no se cumple la regla de que el paréntesis vaya separado de la palabra
que esté antes. En cualquier caso similar a este deberá ser igual.
Ahora bien, no siempre la opción está compuesta por una letra. En ciertos textos puede que se
trate de una palabra completa, en cuyo caso sí deberemos separarla de las otras:
• “Informe en este cuadro el (los) síntoma(s) que ha presentado”.
En ese segundo ejemplo la opción es “los”. Como se trata de una palabra completa, lo separamos
del resto. En cambio, la “s” sí va unida a “síntoma”, por ser una sola letra.
Omitir fragmentos a mitad de una cita
Algunas veces quizá no queramos citar un fragmento completo, sino solo el inicio y el final. ¿Y qué
sucede con la parte de en medio? Podemos omitirla uniendo los paréntesis con los puntos
suspensivos:
“Mientras esperaba a que hirviera la infusión (…) el coronel experimentó la sensación de que
nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas” (“El coronel no tiene quien le escriba”, Gabriel
García Márquez).
Si necesitamos hacer más de una omisión, basta con que coloquemos varios paréntesis:
“Por las calles (…) pasaban los primeros artesanos para su trabajo, seguidos horas más tarde por
los oficinistas, dependientes, artesanos y colegiales, y a eso de las once (…) por los señorones que
salían a pasear el desayuno para hacerse el hambre del almuerzo o a visitar a un amigo influyente
para comprar en compañía, a los maestros hambrientos, los recibos de sus sueldos atrasados por
la mitad de su valor” (“El señor presidente”, Miguel Ángel Asturias).
“Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre (…). Siempre vivió ella suspirando
por Comala (…). Ahora yo vengo en su lugar” (“Pedro Páramo”, Juan Rulfo).
“Por fin aparecían los esquifes (…). Eran muchas las velas inclinadas bajo el barinés que de pronto
doblaban la vuelta solitaria. Ciudad Bolívar gritaba de júbilo (…) y corría a la playa” (“Canaima”,
Rómulo Gallegos).
Los fragmentos que omitamos pueden ser tan largos como haga falta. Sin embargo, debemos
procurar que se entienda la cita sin ellos.
Hacer enumeraciones verticales
18. Este es un uso parecido al que ya vimos con el guion largo. Básicamente, se trata de utilizar el
paréntesis para realizar enumeraciones en orden vertical.
La manera correcta es ir colocando una letra minúscula entre paréntesis para cada elemento de
la enumeración. Ambos deberán ir separados por un espacio. Hagamos el ejemplo con los
artículos escolares:
• (a) Lápices.
• (b) Cuadernos.
• (c) Goma de borrar.
Si lo preferimos, podemos utilizar números en lugar de letras:
• (1) Lápices.
• (2) Cuadernos.
• (3) Goma de borrar.
Asimismo tenemos la opción de omitir el paréntesis de apertura y dejar solamente el de cierre:
• a) Lápices.
• b) Cuadernos.
• c) Goma de borrar.
Indicar acotaciones en guiones teatrales
Dentro de los guiones de teatro, además de los diálogos, nos encontraremos indicaciones sobre
una acción que deben realizar los personajes. Pues bien, cada una de ellas va incluida dentro de
paréntesis y en cursiva:
• ARMANDO. (Sosteniendo las hojas en sus manos) ¡¿A esto llaman ustedes un informe
eficaz?! ¡Debería despedirlos!
• JUAN. (Mirando al suelo) No estábamos seguros de cómo lo quería, jefecito. Creímos que
bastaría con los datos puntuales.
El uso de la letra cursiva es algo de estilo, pero te recomendamos siempre aplicarlo. Y si el texto
ya está en cursiva, simplemente escribe la acotación utilizando la letra redonda o normal:
• ARMANDO. (Sosteniendo las hojas en sus manos) ¡¿A esto llaman ustedes un informe
eficaz?! ¡Debería despedirlos!
• JUAN. (Mirando al suelo) No estábamos seguros de cómo lo quería, jefecito. Creímos que
bastaría con los datos puntuales.
El punto
El punto es un signo ortográfico de pausa que concluye oraciones y párrafos.
19. De ese modo, está relacionado directamente con la coma y con el punto y coma, que también
detienen los enunciados. Pero el punto ofrece una pausa más prolongada.
Otra diferencia es que el punto se puede clasificar en varios tipos:
• Punto y seguido: se encarga de separar oraciones dentro de un mismo párrafo.
• Punto y aparte: es el que separa un párrafo de otro.
• Punto final: se usa para concluir definitivamente un texto.
Cualquiera de los tres que usemos deberá ir unido a la palabra o signo que esté antes y separado
de los que vengan luego. Al mismo tiempo, la oración siguiente tiene que comenzar con
mayúscula.
Uso del punto
El punto se usa para concluir o separar oraciones y párrafos completos.
La idea de hacer esas separaciones no es establecer pausas al azar. Todo lo contrario, tiene
mucho que ver con el sentido total del texto y con la cercanía en el significado de los enunciados
entre sí.
Dicho de otra manera, si hay dos oraciones seguidas que no tienen una relación tan cercana, lo
ideal es separarlas por un punto:
• “La historia humana ha demostrado que se puede cometer el mismo error dos veces. No
importa de cuál se trate” (punto y seguido).
• “La leyenda de Gambriano dice que este hombre podía flotar sobre el agua.
Es evidente que estas ideas tan irreales están presentes en todas las culturas…” (punto y
aparte).
Optar por un punto o por el otro dependerá de la lejanía entre las oraciones: en el primer caso,
“No importa de cuál se trate” está directamente relacionado con la oración anterior; en el
segundo hay una mayor distancia.
Como es de suponer, no podemos hacer un ejemplo del punto final. Sin embargo, en nuestro
artículo ese punto es el que pondremos más abajo, en el cierre del post.
No queremos quedarnos tan solo con el uso principal, así que veamos para qué más podemos
utilizar el punto:
Para cerrar abreviaturas
Las abreviaturas son la forma reducida de una palabra. Por ejemplo, “Dr.” es la abreviatura de
“doctor” y “Sr.”, la de “señor”.
Tal como podemos apreciar, ambas abreviaturas llevan al final un punto, que las concluye. Esta
norma sigue vigente si después vienen puntos suspensivos:
• “El Dr.… dijo que no podría hacer nada”.
20. • “Parece que el Sr.… fue quien ocasionó la pandemia”.
Otro punto que tenemos que resaltar obligatoriamente es que el punto de la abreviatura puede
concluir oraciones y párrafos:
• “Estuve viendo los informes sobre estado de salud de la Sra. Todo parece indicar que no
tiene salvación” (oración).
• “Ya hace un buen rato le expliqué el procedimiento médico al Sr.
Por otro lado, sus hijos no están tan seguros de que la operación salga bien” (párrafo).
Para indicar las siglas
El punto funciona para indicar siglas en un texto. Sin embargo, este es un uso válido única y
exclusivamente cuando nos encontremos con una oración que esté por completo en
mayúsculas:
• “DECIMOQUINTO ENCUENTRO OFICIAL DE LA O.N.U.”.
En cambio, cuando el enunciado tiene una escritura normal, dejamos las siglas en mayúsculas y
sin ningún punto:
• “Decimoquinto encuentro oficial de la ONU”.
Para separar el día del mes y del año
Ya dejando de lado el idioma, el punto puede funcionarnos para separar el día del mes y del año
en una fecha:
• 02.10.2020: 2 de octubre del año 2020.
• 13.09.1980: 13 de septiembre del año 1980.
Para separar decimales
En el campo de las matemáticas, es posible utilizar el punto para separar los decimales en una
cifra. Esta costumbre es más común en los países angloparlantes:
• “12.45”.
• “604.56”.
• “178.71”.
No obstante, es necesario señalar que en Hispanoamérica se prefere usar la coma:
• “12,45”.
• “604,56”.
• “178,71”.
Las comillas
21. Las comillas son un signo de puntuación doble que permite destacar palabras y segmentos en un
texto.
Este es uno de los signos de puntuación más variados en nuestro idioma. Prueba de ello es que se
puede clasificar en tres tipos:
• Comillas simples: ‘ ’.
• Comillas dobles: “ ”.
• Comillas angulares o españolas: « ».
En la escritura las comillas —sin importar de qué tipo sean— van unidas a la oración que
contienen y a cualquier signo que esté después de ellas.
¿Para qué sirven las comillas?
Las comillas sirven para hacer que una o varias palabras dentro de un enunciado, párrafo o texto
destaquen del resto.
De ese modo, la utilidad de estos signos es resaltar oraciones y párrafos completos. ¿Pero por qué
hacerlo? Para entender esto tenemos que conocer sus usos por separado.
Citar fragmentos
Las comillas sirven cuando queremos incorporar un fragmento de texto de alguien más en lo que
estamos escribiendo:
• En la introducción al último libro de Carmena Ortega se señala: “No hay peor error
humano que mantener un mismo ciclo de equivocaciones”.
• Mamá siempre nos dice: “Solamente siguiendo mis consejos podrán llegar a ser buenos
adultos”.
Tal como lo demuestran los ejemplos, este uso sirve con textos y con cualquier conversación
formal o informal.
Indicar ironía
De esta función ya hablamos un poco en otros apartados del post, pero ahora vamos a
desarrollarla un poco mejor.
Las comillas pueden servir para indicar que una palabra tiene una intención irónica. Lo que
tenemos que hacer es sencillamente encerrarla entre ellas.
En este caso usaremos dos tipos de comillas para resaltar bien las oraciones:
• «La música que sonó durante la reunión fue “maravillosa” para mis oídos»: aquí se nos
dice que la música fue tormentosa, desagradable, etc.
• «Es tan “encantadora” su manera de hablar que todos nos motivamos»: en realidad la
manera fue molesta y poco amigable.
22. Resaltar palabras de otros idiomas
Cuando incorporamos palabras de otros idiomas en nuestros textos es obligatorio señalar que no
pertenecen al español. Para esto las encerramos entre comillas:
• Cuando estábamos en la fiesta de la graduación, Susy nos pidió juntarnos para hacernos
una “selfie” en grupo.
• En la actualidad hay muchos “influencers” que promueven prácticas y actividades poco
seguras entre sus seguidores.
Pero es conveniente mencionar que desde hace ya tiempo la RAE recomienda que en vez de las
comillas optemos por la letra cursiva:
• Cuando estábamos en la fiesta de la graduación, Susy nos pidió juntarnos para hacernos
una selfie en grupo.
• En la actualidad hay muchos influencers que promueven prácticas y actividades poco
seguras entre sus seguidores.
¿Y qué debemos hacer si el texto ya está en cursiva? Muy simple, utilizamos la letra redonda (es
decir, la normal):
• Cuando estábamos en la fiesta de la graduación, Susy nos pidió juntarnos para hacernos
una selfie en grupo.
• En la actualidad hay muchos influencers que promueven prácticas y actividades poco
seguras entre sus seguidores.
Destacar palabras para comentarlas
Otra posibilidad es que vayamos a comentar o a decir algo sobre una o varias palabras dentro
del texto. De ser así, debemos destacarlas con las comillas:
• Yo no llamaría “amor” al trato que te da tu pareja.
• Usar el término “perdón” cuando cometes un error es un chantaje emocional.
• El verbo “finalizar” es un sinónimo de “concluir”.
Al igual que en el caso anterior, podemos utilizar la letra cursiva o redonda según sea el caso:
• Yo no llamaría amor al trato que te da tu pareja.
• Usar el término perdón cuando cometes un error es un chantaje emocional.
• El verbo finalizar es un sinónimo de concluir.
• Yo no llamaría amor al trato que te da tu pareja.
• Usar el término perdón cuando cometes un error es un chantaje emocional.
• El verbo finalizar es un sinónimo de concluir.
23. Indicar el nombre de obras artísticas y publicaciones
Cuando queremos indicar el nombre de una canción, un artículo en una revista, un poema o
cualquier otro elemento parecido, debemos colocarlo entre comillas:
• Todos alguna vez hemos escuchado la canción “Querida”, de Juan Gabriel.
• Mi poema favorito es “Los heraldos negros”, del autor César Vallejo.
• La revista le publicó su nuevo artículo, “Los misterios de la política”.
El apóstrofo
El apóstrofo es un signo ortográfico que indica que se ha removido vocales o consonantes
dentro de una palabra.
Así, el término acaba con menos sílabas al final. Esta reducción suele deberse a una costumbre
propia del dialecto que estamos reproduciendo, aunque en ciertos casos se usa solamente como
efecto estético.
Un detalle que debemos aclarar es que el apóstrofo no es lo mismo que un apóstrofe. Este
último tiene dos significados:
• Sinónimo de “insulto”.
• Recurso de estilo que algunos autores usan en sus poemas.
Ninguno de ellos se refiere a un signo, por lo que no debemos confundirlos con el apóstrofo.
¿Cómo se utiliza?
El apóstrofo se debe utilizar colocándolo en el lugar de las letras que deseamos remover.
Si la palabra que sigue comienza por una vocal debemos suprimirla, de modo que quedarían
unidos ambos términos:
• “Pa’rriba” (“para arriba”).
• “Pa’bajo” (“para abajo”).
La situación cambia si lo que sigue es una consonante. En ese caso no tendríamos que utilizar el
apóstrofo:
• “Pa quererte” (“para quererte”).
Ya con esas reglas explicadas, veamos qué usos tiene este signo:
Señalar sonidos suprimidos
En ciertos dialectos del idioma español se suele suprimir muchos sonidos al momento de
hablar. Cuando se necesita reproducirlos debemos aplicar el apóstrofo:
• “Pa’lgo debe servir esta cosa” (“para algo”).
• “Enciende eso pa’lumbrar la calle” (“para alumbrar”).
24. Está claro que difícilmente llegará el día en el que debamos aprovechar este uso. Es algo más
común en los textos literarios que buscan imitar esos dialectos. Pero al menos sabemos para qué
sirve.
Indicar la ausencia de una vocal en textos antiguos
Si en algún momento debemos leer o revisar algún texto antiguo, puede que nos topemos con
palabras sin su vocal final, como estas:
• “Qu’es” (“que es”).
• “L’armería” (“la armería”).
Este fenómeno es muy similar al de los dialectos. En los siglos pasados se omitía la vocal final de
un término cuando el siguiente también comenzaba con vocal.
El apóstrofo permite señalar esa ausencia. Sin embargo, al día de hoy muchos de esos textos
están disponibles en versiones modernas, con el lenguaje actualizado.
El asterisco
El asterisco es un signo de puntuación auxiliar con forma de estrella que va en la parte alta del
renglón.
La razón por la que es auxiliar es que sus funciones dentro de los textos no cumplen un papel
principal. En realidad, su utilidad es secundaria; aunque no por ello deja de servir para ciertos
casos.
¿Para qué sirve el asterisco?
El asterisco sirve para realizar un llamamiento sobre una palabra o frase.
Dicho de otro modo, este signo indica un comentario o algo que se debe considerar sobre el
término al cual se acompaña. Por ende, no tiene ningún efecto sobre el sentido de las oraciones.
A diferencia de la mayoría de los signos de puntuación anteriores, el asterisco no posee tantos
usos, así que es muy sencillo dominarlos todos:
Con notas a pie de página
Una nota a pie de página es una aclaración sobre un punto o elemento de un texto. Su función es
comentar algún dato o detalle que se deba tener en cuenta, y para señalarla se coloca uno o
varios asteriscos:
El próximo encuentro de la GTNA* será realizado en Valencia durante la siguiente venida del
cometa Halley**.
* Grupo de Tecnología Náutica y Aeroespacial.
** Fijado para el 8 de marzo de 2024.
Si nos fijamos bien, veremos que cada asterisco debe ir unido a los elementos pero separado de
la nota en sí por un espacio.
25. Con expresiones incorrectas
En los textos especializados que tratan el idioma español, se utiliza el asterisco para indicar que
una expresión es incorrecta por su gramática:
• *Mi mamá soy buena persona.
En ese ejemplo el error está en el verbo, que no concuerda con el sujeto de la oración. La forma
adecuada sería “Mi mamá es buena persona”.
Las llaves
Las llaves son un signo de puntuación doble cuya forma es la de un arco con una punta en la
zona del centro.
El signo de apertura y el de cierre tienen la misma forma, solo que apuntan hacia lados distintos
(tal como ocurre con los paréntesis):
• Llave de apertura: {.
• Llave de cierre: }.
Conviene señalar además que casi nunca se utiliza los dos al mismo tiempo. Lo más común es
optar por uno u otro según cada caso.
¿Cuál es el uso de las llaves?
El uso de las llaves tiene que ver con agrupar elementos.
Esa función no es posible con ningún otro signo de puntuación. En ese sentido, aunque las llaves
no sean tan multifuncionales, lo cierto es que son irreemplazables.
Por su lado, la idea de agrupar elementos puede sernos útil en dos casos:
Con esquemas y cuadros sinópticos
En los esquemas y los cuadros sinópticos se utiliza la llave para introducir un grupo de
elementos a partir de una misma palabra:
26. El término que une al conjunto es “Adjetivos”; por eso es el que abre la llave. No obstante,
podríamos invertirlo y utilizar el signo de cierre:
Con alternativas en oraciones
Las llaves pueden servir también como indicación de que hay varias opciones para construir un
enunciado. Simplemente debemos encerrar con el signo de apertura y el de cierre todas las
alternativas.
Hagamos un ejemplo con “Tengo que”:
En esa oración, tanto “conseguir” como “encontrar” son verbos válidos para completar la
oración, puesto que su significado es el mismo.
Si lo deseamos, podemos escribirlo también de forma lineal:
• “Tengo que {conseguir/encontrar} un nuevo apartamento”.
Ejemplos de signos de puntuación
Ya que vimos todos los signos de puntuación, vamos a enfocarnos en los ejemplos. Hemos juntado
unos cuantos, señalando en cada uno cuál o cuáles signos están presentes.
27. Oración Signos de pu
En la vida adulta hay muchas cosas malas: las deudas, las responsabilidades y el estrés laboral Coma, dos pu
Cuando nos atacaron los alemanes (1943 [o al menos eso cree la mayoría]) la ciudad ya estaba
desprotegida
Paréntesis, c
“La situación fue incomparable durante la guerra […] y lo peor todavía estaba por venir” Corchetes, p
Quisiera ir a ayudar a tu hermana con sus cosas; pero tengo demasiadas ocupaciones hoy Punto y com
Decidimos que pasaríamos toda la Navidad en familia; por lo tanto, no puedo asistir a la fiesta que
habíamos planeado
Punto y com
El trabajo que haces es una m… Puntos suspe
Armando, el encargado de recepción, aseguró no haber visto nada durante la noche del robo Coma.
No existe manera de que terminemos a tiempo, Fernando Coma.
Necesito un sofá-cama para cuando mi padre venga a quedarse en mi casa Guion corto.
La virtud de Juan Alfonso —y que, por desgracia, él mismo no nota— es que ayuda
desinteresadamente
Guion largo,
No hay duda de que tu método de estudio es el mejor (!) para aprobar los exámenes Paréntesis, si
Madrid, París y Nueva York: las ciudades a las que más me ha encantado ir Coma, dos pu
Al abrir la puerta nos miró, y con una sonrisa nos dijo: “Prepárense para lo que viene” Coma, dos pu
Amo la estupenda (?) forma en la que cantas mientras estás en el baño Paréntesis, si
cierre.
28. Oración Signos de pu
Gracia Fernández (¿1898?-1961) fue de las primeras mujeres que logró estudiar una carrera en su
país
Paréntesis, si
corto.
Llegamos a su casa (una mansión hermosa, en mi opinión), pero en ella no encontramos a nadie Paréntesis, c
Cuando mataron a la princesa Diana (1997) muchos acusaron a un periodista de ser un infiltrado Paréntesis.
El Dr. no pudo presentarse a la cita, ya que uno de sus hijos había sufrido en ataque epiléptico Punto, coma
Esto se hace {con el fin/con el propósito} de mejorar la salud pública Llaves.
REUNIÓN OFICIAL DE LA O.M.S. Punto.
Tu cuñada es tan “agradable” que acabó haciendo que todos los invitados se marcharan Comillas.
Todos estaban leyendo la obra maestra de Gabo*
* Gabriel García Márquez
Asterisco.
Esteban decidió descargar el nuevo “update” a su ordenador Comillas.
Mi mamá quiere que vaya al campo pa'yudar a mis abuelos Apóstrofo.
*Los me voy a comprar Asterisco.
Necesitamos {completar/culminar} la tarea para mañana Llaves.
01.12.1986
Ejercicios de puntuación
Llegamos a los ejercicios. Aquí hemos juntado unas cuantas oraciones a las que les faltan signos de
puntuación. Lee cada una y añade los que creas que deben ir.
29. Ejercicios
Nacer crecer reproducirse y morir los ciclos de la vida humana
Ayudé al Sr a cruzar la calle
Dibujó todo tan rápidamente que nos dio tiempo de abrir varias cervezas
JULE Debemos irnos
01 05 2016
Sin pensarlo mucho gritó Quiero largarme de aquí
Soy muy buenos al pintar
Es cierto que no se puede hacer nada para impedir el cáncer pero sí podemos desarrollar mejores tratamientos
JUNTA DE LA OPEP
Cuando hicimos la fiesta 2010 no había tanta tecnología móvil como ahora
La empresa decidió organizar la junta en Valencia
La Valencia de Venezuela, no la de España
Quiero ir viajar a España el próximo año
Desearía voy a usar este verbo y no otro porque se acerca mejor a lo que pienso que no hubiera más animales sin ho
No puedes seguir perdiendo el tiempo Ernesto
Todos mis parientes asistieron salvo mi primo Lucas
Isaías fue el guionista productor de la película
30. Ejercicios
El libro afirma en su final Estamos apenas en los primeros días del fin
Tenemos que encontrar una tubería pal agua
Nunca estuve seguro de lo que Clara sentía por mí por lo tanto jamás me atreví a decirle algo
Todo eso se fue a la m
RESPUESTAS
Ejercicios
Nacer, crecer, reproducirse y morir: los ciclos de la vida humana
Ayudé al Sr. a cruzar la calle
Dibujó todo tan "rápidamente" que nos dio tiempo de abrir varias cervezas
JULE.— "Debemos irnos"
01.05.2016
Sin pensarlo mucho gritó: "Quiero largarme de aquí"
*Soy muy buenos al pintar
Es cierto que no se puede hacer nada para impedir el cáncer; pero sí podemos desarrollar mejores tratamientos
JUNTA DE LA O.P.E.P.
Cuando hicimos la fiesta (2010) no había tanta tecnología móvil como ahora
31. Ejercicios
La empresa decidió organizar la junta en Valencia*
* La Valencia de Venezuela, no la de España
Quiero {ir/viajar} a España el próximo año
Desearía (voy a usar este verbo y no otro porque se acerca mejor a lo que pienso) que no hubiera más animales sin h
No puedes seguir perdiendo el tiempo, Ernesto
Todos mis parientes asistieron, salvo mi primo Lucas
Isaías fue el guionista–productor de la película
El libro afirma en su final: "Estamos apenas en los primeros días del fin"
Tenemos que encontrar una tubería pa'l agua
Nunca estuve seguro de lo que Clara sentía por mí; por lo tanto, jamás me atreví a decirle algo
Todo eso se fue a la m…