La sinfonía en el romanticismo después de Beethoven fue difícil de innovar, con compositores como Schubert, Schumann, Mendelssohn y Brahms que escribieron relativamente pocas sinfonías. Brahms fue una figura importante del segundo romanticismo y compuso 4 sinfonías, incluyendo su Sinfonía No. 3 con un primer movimiento heroico y un tercer movimiento popular. Su última sinfonía, la Sinfonía No. 4, es considerada su obra maestra y abandona la forma sonata clásica en su último movimiento con variaciones sobre un