El sistema digestivo es responsable de procesar los alimentos desde su ingestión hasta su excreción. Consta de 10 órganos principales como la boca, esófago, estómago e intestinos. Tiene cuatro funciones básicas: ingestión, digestión, absorción y excreción. La digestión convierte la comida en nutrientes que son absorbidos y transportados por la sangre, mientras que los desechos son excretados. Juntos, estos órganos forman un sistema complejo pero vital para proporcionar nutrientes al cuerpo.