El documento describe una crisis de relaciones públicas entre Nestlé y Greenpeace en 2010. Greenpeace publicó un informe acusando a Nestlé de utilizar aceite de palma no sostenible en sus productos. Nestlé respondió eliminando comentarios críticos en Facebook y pidiendo que se retirara un video de YouTube, lo que empeoró la situación. Más tarde, Nestlé se comprometió a usar solo aceite de palma certificado como sostenible para 2015.