Las canteras en la región de Murcia fueron explotadas durante el Imperio Romano para obtener piedras, granitos y mármoles que se utilizaron para construir vías de comunicación y edificios en ciudades como Cartagena. Actualmente, las canteras se encuentran parcialmente ocupadas por cultivos de secano y rodeadas de vegetación, lo que mantiene el paisaje que las ha caracterizado durante más de 2000 años.