El documento resume la formación y expansión de los reinos peninsulares en la Edad Media, incluyendo el origen de los reinos de Asturias, León y Castilla, así como los primeros condados pirenaicos de Pamplona y los reinos de Navarra y Aragón. Explica la expansión territorial de estos reinos en los siglos XI y XII, la repoblación de los nuevos territorios y la interacción cultural entre las diferentes comunidades religiosas en la península ibérica.