La sociedad agrícola se caracteriza por la explotación de la tierra para generar riqueza. El producto agrícola (y también ganadero) son producidos por el ser humano. Con ello se crea el mercado de productos que generan dinero, economía. De ello depende la estructuración social completa. En su base está el agricultor, y en la cúspide el dueño de la tierra, el noble, señor feudal o rey. La burguesía como clase social existe pero no tiene el protagonismo que tendrá en el siglo XIX. Ser el dueño de la tierra que produce bienes da el poder, y por obtener más tierras y proteger las propias se producen las guerras. Todo esto es muy simple, pero sólo hay que dar unas pinceladas. La sociedad industrial se caracteriza por el control de la energía. Característica básica: la capacidad de generar y distribuir energía mediante máquinas creadas por el hombre. Con esto la humanidad aumenta su poder frente a la naturaleza. El inicio es la máquina de vapor. A partir de aquí se produce todo un cambio social en la que todo depende de esta capacidad para generar y distribuir energía: la explotación agraria cambia (mayor productividad con la mecanización del campo), desarrollo industrial al mejorar la capacidad productiva de bienes (producción en cadena gracias a las máquinas), los transportes (desde el tren hasta los aviones), la energía eléctrica, de la que depende la mayoría de los aparatos que utilizamos en nuestra vida diaria. La energía converge hacia todos los campos del ser humano: ingeniería química, metalurgia, transporte, telecomunicaciones, etc. Los recursos naturales son el “input” para generar esa energía: necesidad de mayores recursos naturales y nuevas áreas de mercado: colonialismo e imperialismo. Origen de las guerras mundiales del s. XX. La sociedad de servicios actual es producto de la revolución industrial y las nuevas formas de trabajo producidas: proletariado, sindicalismo, burguesía, etc.
La web permite la comunicación y organización a gran escala. Creación de información, relación de información, y desarrollo de nueva información con nuevas y mil formas de combinar la información que permite el hipertexto. Interactividad: el ser humano interactúa con estas estructuras de información, sobre ellas, interactuando, etc.
No es que ahora el objeto de consumo ahora sea la información. Lo es, pero no en alto grado. El objeto de consumo sigue siendo el mismo. La gran diferencia viene producida por un aumento considerable de al productividad gracias a la tecnología de la información: la organización de la empresa mejora, e incluso el trabajo de un administrativo aumenta pues puede trabar más y mejor en menos tiempo. Desde esto, hasta la descentralización y la globalización, que permite a empresas de un país irse a otro porque la mano de obra es más barata. La unión de la empresa es la tecnología de la información. La empresa ya no depende del estado donde se sitúa (ni de los trabajadores de su país). Ciclos económicos: subida y bajada (lo normal). Con las TIC, al aumentar la productividad, el ciclo no bajó, sino que siguió subiendo. Más información sobre el mercado: qué producto se reclama (necesidades reales o creadas, que se pueden crear con las TIC), cómo debe colocarse en el mercado y cuándo. El conocimiento siempre ha sido un valor económico. La diferencia radica ahora en que hay más acceso a la información, lo cual permite la creación de conocimiento nuevo. Al haber más acceso a la información, el valor económico está ahora no sólo en tener esa información, sino también en la capacidad para, a partir de ella, generar conocimiento nuevo. Aquí la investigación juega un papel fundamental. En la base de la sociedad de la información está la investigación y la creación de conocimiento nuevo. Lo que cambia la sociedad es la investigación.
Lo importante no es que haya mucha información disponible, que la hay. Esto en sí mismo no hace que una sociedad pueda cambiar. Lo que diferencia una sociedades de otras es la capacidad para generar conocimiento. Esto requiere, primero, procesar la información, saber diferenciar entre información veraz y falsa, analizar las fuentes, asimilar la información, relacionarla y con ellos generar conocimiento. Esto es lo que realmente diferencia unas sociedades de otras. En este proceso juega un papel básico la educación, desde la educación primaria hasta la universidad. Primero la educación básica: aquí es donde se debe desarrollar en el niño la capacidad para aprender y generar su propio conocimiento: saber obtener información y relacionarla, y desarrollar con ello información nueva. En esto juegan un papel principal las teorías constructivitas, que se basan en que el alumno sea capaz de construir su propio conocimiento: a partir del entorno, crear las estructuras mentales básicas sobre las que se asentarán los conocimientos nuevo. En la universidad, no sólo por ser también centros docentes en el que al alumno se le enseña lo más avanzado del conocimiento, sino porque son los principales centros de investigación (Además de las empresas). La sociedad del conocimiento, por tanto, no sólo tiene acceso a la información y la comuniación con la tecnología, sino que también tiene un sistemas educativo global que permita a sus ciudadanos ser creadores de conocimiento e inncovación. Sólo una sociedad con una economía desarrollada puede mantener universidades, que son las que, al final, generan innovación y conocimiento y desarrollo.
La brecha digital se da sobre todo en cómo se usa la tecnología. Si se usa para lo mismo que la tecnología anterior (escribir cartas, trabajos, como teléfono, etc.), hay brecha. La diferencia está en saber usar esa tecnología: aprender a utilizarla. En la escuela, no basta con que haya ordenadores. Hay que enseñar a utilizarlo como herramienta para obtener información y conocimientos, que es lo importante. Por ejemplo, el profesor asume el papel de guía del alumno en la construcción que hace éste de su propio conocimiento. No sólo entre países, también entre clases sociales y generaciones.