El documento describe el origen y evolución del concepto de "styling" en el diseño industrial y de automóviles. Se introdujo en 1923 por General Motors para diferenciar sus modelos y atraer compradores a través de la apariencia, lo que les permitió ganar cuota de mercado a expensas de Ford. Más adelante, el styling se consolidó como una estrategia de rediseño superficial para vender productos ya existentes. Esto generó críticas de quienes buscaban un diseño integral centrado en la función.