Las suspensiones multibrazos se basan en el concepto de paralelogramo deformable, con dos brazos transversales y la mangueta de la rueda formando el paralelogramo. La diferencia es que los elementos guía pueden tener anclajes elásticos de goma, permitiendo modificar parámetros como la caída y convergencia de forma precisa e independiente para mejorar la estabilidad y el confort. A principios de los 90 se empezaron a usar en coches, dando buenos resultados aunque al principio solo en los ejes motrices. Hoy en día