El documento describe un conflicto entre estudiantes de pandillas rivales en una escuela secundaria. El conflicto se origina debido a percepciones culturales y tiene lugar en el contexto de las tensiones raciales en Los Ángeles después de los disturbios de 1992. La docente aborda el problema de manera vocacional para ayudar a los estudiantes, en contraste con otros profesores que solo se limitaban a sobrevivir en la escuela.