La tarjeta gráfica, también conocida como GPU, procesa los datos del procesador y los transforma en información visible en el monitor. Antiguamente, las placas base integraban la GPU, pero ahora vienen integradas en el procesador como iGPU con menos potencia. Las tarjetas gráficas dedicadas son placas de vídeo externas con su propia GPU, memoria y salidas que se conectan a la placa base y ofrecen un rendimiento superior pero a un mayor costo.